Sus críticos dicen que es una red soberbia, llena de presumidos e intolerantes. Shane Richmond, editor de tecnología de The Telegraph, plantea que esa cruzada está perdiendo el foco.
En su columna editorial sobre Twitter y los críticos acérrimos de esta red social, Shane Richmond, editor de tecnología de The Telegraph, sugiere un ejercicio: “Algunos de los comentarios al final de este artículo inevitablemente serán críticos y desdeñosos de Twitter. Trata de sustituir la palabra Twitter por las palabras ‘gente hablando’ y ve si la crítica sigue teniendo sentido”. Richmond escribe sobre los críticos de Twitter, personas como el documentalista Adam Curtis, quien en una artículo publicado en The Guardian calificó a la red social como un “grupo de presión petulante”. O Brendan O’Neill, quién habló de un espacio “conformista, elitista e intolerante”. Lo que se escondería detrás de estos ataques, dice Shane Richmond, es la óptica de una prensa tradicional que se ve amenazada: “Lo que se revela es que Curtis, como muchas figuras mediáticas antes que él, ha confundido Twitter con una plataforma de publicación, cuando en realidad es una plataforma de conversación”. Puedes leer la columna de Shane Richmond siguiendo este enlace.