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Aquí pasó: Sitios de memoria a 50 años del golpe

Por ~ Publicado el 8 septiembre 2023

Las alumnas y alumnos de Introducción al Periodismo de la Universidad Alberto Hurtado realizaron este año un trabajo colectivo para conmemorar el medio siglo que pasó desde el infausto Golpe de Estado en Chile. En este especial, Ignacio Pacheco cuenta la Ruta de la Memoria que realizamos el Día del Patrimonio (29 de mayo), luego de la cual, en grupos o de forma individual, toda la generación acudió a los sitios donde sucedieron o donde se recuerdan las violaciones a los Derechos Humanos más atroces de la larga dictadura militar. Esta es una selección de algunos de los mejores textos y fotografías, con las miradas, reflexiones y sensibilidades de jóvenes sobre un pasado que no vivieron ni conocieron de primera mano, pero que debe quedar siempre en la memoria para que no se repita. 


Ruta de la Memoria

Por Ignacio Pacheco

A pocos meses de los 50 años del Golpe de Estado, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) realizó la Ruta de la memoria, un paseo gratuito y abierto a la comunidad para conmemorar nueve sitios dentro de Santiago que fueron relevantes durante la dictadura cívico-militar. Un grupo de estudiantes de primer año de Periodismo en la Universidad Alberto Hurtado fuimos y realizamos ese recorrido. Tras cinco décadas y a cuatro años del estallido social del 18-O, y todo el proceso que ha venido después, incluyendo los intentos pendulares por cambiar la Constitución vigente que nació en dictadura, me pregunto, ¿qué tanto desea la gente hoy recordar el horror de esos años?  

El trayecto partió en las oficinas del INDH, institución que vela por la garantía de los derechos humanos de los ciudadanos. También ha jugado un rol clave a la hora de recordar a víctimas de los crímenes cometidos por las Fuerzas Armadas, tanto en el periodo de la dictadura como en el 18-O. En su sede vi un mural en memoria de los afectados por las políticas de represión y exterminio, y junto a este había cuatro testimonios de sobrevivientes de la dictadura militar.

Continuamos por la ruta hasta llegar a Plaza Italia, rebautizada popularmente durante el estallido social como “Plaza Dignidad”. Bajando por el costado de ésta, llegamos a la residencia del embajador de Argentina, en Avenida Vicuña Mackenna Nº45, donde también se encontraba la embajada de dicho país hasta 1973. Allí la guía nos narró una emotiva historia: durante la dictadura, muchas personas perseguidas políticamente buscaron asilo allí. Tanta era la desesperación por entrar que muchos intentaban saltarse las paredes, y aquellos que tenían bebés, los envolvían en mantas y los lanzaban para que al otro lado los recibieran los funcionarios diplomáticos. Luego, la delegación gestionó un avión para poder transportar a sus refugiados hacia el extranjero, demostrando así el apoyo de un continente que comparte una historia de violencia sistemática. 

La siguiente parada fue un recinto que jugó un rol fundamental durante la revuelta social de 2019. Sobre la estación de metro Universidad Católica, está el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), lugar de encuentro artístico y cultural para la niñez, juventud y adultez. Construido en base a la alianza de los grupos obreros y el sector más letrado de la izquierda de principios de los ’70, se diseñó para albergar la Tercera Conferencia Mundial de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas, la UNCTAD III. Pero un año más tarde, tras el golpe y el bombardeo de La Moneda por parte de las Fuerzas Armadas, se convirtió en la sede de la Junta de Gobierno que encabezaba Pinochet. En el ahora llamado Edificio Diego Portales, se tomaron decisiones clave sobre la dirección del país y, particularmente, de las políticas de censura, persecución, represión, tortura y exterminio sistemático que aplicó el régimen para eliminar a sus opositores.

A metros de la arteria capitalina se encuentra la ex Clínica Santa Lucía, que antes del golpe pertenecía al Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU). Con Pinochet al mando, el inmueble fue allanado y ocupado en 1973 y utilizado hasta 1977 con un doble fin: como centro médico para el personal de la DINA y su familia y, al mismo tiempo, como centro clandestino de detención y tortura. Sus sobrevivientes relatan que en los pisos superiores estaban las celdas y que quienes llegaban a la clínica eran amarrados a las camillas y sometidos a presión física y psicológica hasta que sus heridas se curasen, sólo para después volver a ser sometidos a más vejámenes. Luego eran devueltos a los centros de detención desde donde venían.

La ruta continuó adentrándose por el centro de Santiago hasta llegar a la Plaza de los Libros, en conmemoración a lo ocurrido en 1973. Doce días después del golpe de estado, las Fuerzas Armadas, además de continuar con su persecución política hacia disidentes, comenzó una persecución ideológica en contra del comunismo, el socialismo y cualquier otra postura de izquierda. Por eso, en esa plaza quemaron cientos de libros considerados “subversivos” o de carácter marxista. Incluso quemaron textos sobre cubismo por supuestamente tratar temas de Cuba y su revolución. Debido al miedo generado por las fuerzas armadas, varios civiles cedieron ante la presión quemando voluntariamente cualquier libro que estuviera relacionado con el marxismo. Actualmente se encuentra una placa en el centro de la plaza recordando esta quema ideológica realizada por militares.

Caminamos varias cuadras más y llegamos hasta la Plaza de Armas. En uno de sus flancos se encontraba la Catedral Metropolitana, y junto a esta, el Arzobispado de Santiago, donde operó la Vicaría de la Solidaridad. Los miembros de este organismo se encargaron de escribir los testimonios de las víctimas de la dictadura para dejar antecedentes sobre las vulneraciones perpetradas por el Gobierno Militar. Esos informes fueron elogiados por su rigurosidad y sirvieron para la posterior creación de las Comisiones de Verdad, en los años ’90 y comienzos de los 2000. La vicaría incluso luchó por la libertad de los detenidos, entregándoles asistencia jurídica a ellos y sus familias. Sin embargo, su trabajo causó disgusto entre los militares, por lo que varios de sus integrantes fueron perseguidos y asesinados. Actualmente la Fundación de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas (FASIC) es la vertiente de esta comisión.

Al terminar este viaje grupal, cargado de emociones e increíbles historias sobre la dictadura, regresamos al centro de la capital; esta vez, al Palacio La Moneda. En este lugar ocurrió el levantamiento militar el 11 de septiembre de 1973, al mando del general Augusto Pinochet. Ese día, el Grupo De Amigos Personales (GAP) la guardia personal del Presidente Salvador Allende, creada por el Partido Socialista– se quedó junto a él mientras la sede presidencial era asediada. Murieron en manos de las Fuerzas Armadas, y el cuerpo del Mandatario fue encontrado en calle Morandé. 

En cada paso, cada uno de nosotros se encontró con historias desconocidas de un país que no nos tocó vivir, pero que medio siglo después, sigue marcando el pulso de las relaciones entre chilenos y chilenas. Y es por eso que rescatar la historia se convierte en un deber para no repetir los errores y horrores del pasado. Por eso, en este especial de Puroperiodismo, presentamos una serie de crónicas personales sobre cada unos de esos lugares, marcados por el dolor, el miedo y el odio de una época, pero también por la necesidad de memoria y justicia para la reconciliación y reparación de la sociedad nacional.

Desde los cambios del GAM hasta la creación del Museo de la Memoria, pasando por centros clandestinos de tortura y ejecuciones, por los recintos deportivos que se convirtieron temporalmente en campos de concentración y las tumbas sin nombre que se usaron en el Cementerio General para ocultar los cadáveres de a quienes se asesinó y se hizo desaparecer. Todo bajo la mirada de una generación que aún se sorprende al enfrentarse a esos niveles de brutalidad.

Una vez terminado el recorrido por estos sitios históricos, confirmé que la memoria de una nación debe ser refrescada por las nuevas generaciones. Regreso a mi casa, me pregunté a mí mismo: ¿las decisiones actuales que enfrenta nuestro país serán tomadas pensando en su historia política?  

Ver crónicas a continuación:


 

Equipo
Profesor: Roberto Herscherr
Edición: Belén Del Castillo y Juan Pablo Figueroa
Periodistas:
Macarena Espinoza, Bruno Morales, Catari Riquelme, Ignacio Pacheco, José Saravia, Jaime Sandoval, Víctor Retamal, Joaquín Lara, Antonio Parodi, Martín Mariángel, Cami Fuentes, Martina Suazo, Emilio Canteros, Dominique Vargas, Omar Scott, Gonzalo Ellis, Ian Kuo, Benjamín Toro, Edgar Maturana, Catalina Yob y Salomé Vives.
Diseño de portada: Catari Riquelme

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