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#ForoLATAM10: Testimonios de alianzas mediáticas y los desafíos del periodismo local

Por ~ Publicado el 5 noviembre 2021

La semana pasada terminaron los 11 días que duró el 10° Foro LATAM de Medios Digitales y Periodismo, organizado por Factual y Distintas Latitudes. Puroperiodismo fue parte del evento y asistió, entre otras actividades en las que participaron profesionales de toda América Latina, a las mesas de conversación sobre distintas alianzas mediáticas que se han creado en la región y a exposiciones sobre los desafíos que hoy enfrentan medios y periodistas que realizan periodismo desde el interior de sus países. 


El periodismo colaborativo y las alianzas mediáticas que nacen cuando el hábitat de los medios de comunicación y la situación de los periodistas está en riesgo, o cuando se quieren realizar cambios profundos a las prácticas periodísticas que se ven en los medios tradicionales; también, la realidad que viven periodistas de provincias y del interior de sus países, los desafíos que se les presentan al realizar periodismo hiperlocal y lo que es ser un “Interior Latam Lover”.

Para esta entrega final sobre lo que ocurrió entre el 18 y el 29 de octubre en el marco del 10° Foro LATAM de Medios Digitales y Periodismo (#ForoLATAM10), organizado por Factual y Distintas Latitudes, Puroperiodismo asistió a mesas de conversación donde se habló del periodismo colaborativo y las alianzas que surgen entre medios de comunicación, y los desafíos de quienes realizan el oficio desde el interior de sus países, alejados de las capitales. A continuación, el resumen y los apuntes de cada una de esas conversaciones.

 

Periodismo colaborativo: El valor de las alianzas mediáticas

Cuando las condiciones para ejercer el periodismo están en riesgo y los mismos profesionales se ven bajo amenaza, o cuando el entorno en el que se convive es complejo y las y los periodistas necesitan apoyarse entre sí para continuar su trabajo, o también para colaborar en investigaciones y realizar trabajos de gran envergadura y nivel, el periodismo colaborativo aparece como principal opción para poder realizar su labor. 

Ejemplo de una de estas uniones mediáticas es la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie de México, a la cual pertenecen Patricia Mayorga y Ernesto Aroche, quienes estuvieron presentes en esta mesa. Ésta nació luego de que la Red de Periodistas de a Pie tomara el rumbo del apoyo y la capacitación a periodistas, y al observar que existían distintos medios de comunicación pequeños que necesitaban apoyo. Junto a la ayuda de la periodista colombiana y directora del Centro Iberoamericano de Investigación Periodística (CLIP), María Teresa Ronderos, “se estableció como una posibilidad de que la Red de Periodistas de a Pie recibiera un fondo para estos medios y a las iniciativas de crecer, de formar y hacer nuevos medios y que, como sombrilla, la Red pudiera ayudar a que esos recursos pudieran llegar a esos pequeños espacios”, contó Aroche. 

“Empezamos a trabajar con la mirada de impulsar el desarrollo de medios en los diferentes estados [de México], y esto partió de una base común en términos de trabajo periodístico, de miradas éticas, de temáticas y agenda. Si bien cada medio tiene su propia personalidad y su interés muy definidos, hay una temática transversal que nos toca a todos y que es el tema de los derechos humanos”, agregó.

Otra alianza se encuentra en Nicaragua, donde durante 2018, las protestas y una profunda crisis social desatada bajo el gobierno de Daniel Ortega, también llevó a que un grupo de periodistas comenzaran a unirse debido al riesgo que corrían al realizar su trabajo. 

“En 2018, cuando la crisis estaba en todo su apogeo, se vio todo el riesgo que estaban corriendo los periodistas, había algunos colegas que tuvieron que salir del país por los riesgos que implicaba, y empezamos a hablar de que algo había que hacer para visibilizar lo que estaba pasando. Empezamos a tener estas pláticas, pero no fue hasta 2019 que nos sentamos seriamente y dijimos ‘hagamos algo, pero en serio’”, contó Milagros Romero, coordinadora y fundadora de la Alianza Otras Miradas.

Esta alianza está conformada por medios independientes de países de Centroamérica y México porque, tal como explicó Romero, “cuando empezamos a analizar la situación, nos dimos cuenta de que esto no era exclusivo de Nicaragua, o sea que también el resto de los países de la región tenían una especie de invisibilidad en los medios internacionales, que no se habla de realidades tan complejas como las que se ven en Honduras o en Guatemala (…) Los cinco países estamos muy desconectados también, muchas veces sabemos en Nicaragua más de lo que ocurre en México, en España o en Estados Unidos, que lo que ocurre en el resto de los países de la región”.

Y así fue como, para generar un círculo de protección y una alianza en la que se pudiera generar periodismo que mostrara las realidades que estaban invisibilizadas, nueve meses después de que apareciera esta idea, realizaron el lanzamiento de la alianza con el especial “Coronavirus desde otras miradas”, un trabajo colaborativo de 10 medios de comunicación.

“Los medios fueron la primera semilla, pero el agua que la regó y la tierra en la que cayó fue lo más importante, que fueron medios que estaban realmente convencidos de que era necesario hacer periodismo en conjunto en la región; medios independientes que están corriendo riesgos, que quieren tener una visión y una perspectiva más regional de los problemas locales. Entonces, se juntaron los astros y nos permitieron lanzar la iniciativa y aquí estamos”, dijo Romero.

Otro ejemplo de alianza mediática nació en Venezuela, donde tres medios (El Pitazo, Talcual y Runrunes) que trabajaban en conjunto para las coberturas electorales del país, se unieron para crear la Alianza Rebelde Investiga (ARI). 

Al dedicarse al periodismo de investigación y observar que el trabajo colaborativo que hacían durante el periodo electoral daba buenos resultados, decidieron crear esta alianza para poder optar a mayores financiamientos y realizar investigaciones más grandes, en un país que, tal como contó Lisseth Boon, coordinadora de ARI, “[la censura] forma parte de una política de Estado”.

Boon contó que uno de los proyectos más grandes que han hecho dentro de la alianza, y en conjunto con organizaciones como Transparencia Venezuela, fue ChavismoINC., “una investigación colaborativa que evidencia un entramado de negocios que abultaron los bolsillos de unos pocos que ahora se establecen en diversos rincones del mundo, en una diáspora que da cuenta de la proyección internacional del caso venezolano, a través de una serie de reportajes que abarcan una decena de países”, como se lee en su página web.

“Estos proyectos colaborativos transnacionales nos permiten acceder a información que muchas veces no conseguimos en nuestro país, y también a amplificar todos los hallazgos que tenemos, todos los descubrimientos que podemos tener, porque juntos somos más fuertes, y porque también es una manera de protegernos. Es muy diferente cuando un solo medio publica información sensible que puede afectar a los poderes, a que cuando se asume esa publicación entre varios medios y ni hablar de cuando participan medios y organizaciones internacionales, es mucho más fuerte”, agregó Boon. Y la última de las alianzas que se presentó en esta mesa de conversación fue Coalición Latam, la cual nació en mayo de este año y es una iniciativa de Factual y Distintas Latitudes. Esta alianza reúne a 10 medios nativos digitales de distintos países de Latinoamérica, que tienen como foco los derechos humanos desde diversas perspectivas (como el feminismo, comunidad LGBTIQ+ y migrantes).  Nicole Martin, de Revista Colibrí y parte de la Coalición Latam, contó que algunos de los motivos que llevó a fundar estos medios y unirse en esta alianza fueron “las violencias por motivos de género que existen en las redacciones de medios masivos que mujeres e identidades feminizadas pudieron haber sufrido, que pueden ir desde el abuso como también el mansplaining; también esto de que haya temas para ‘mujeres’ y temas para ‘hombres’, cuando en realidad el feminismo debería ser una perspectiva transversal a todo lo que comunicamos; y también la problemática de la explotación laboral que tenemos en los medios de comunicación y la precarización a la que muchas veces estamos acostumbrados”.

Una de las particularidades del trabajo que la Coalición Latam realiza que Martin comentó, y que es característico de su alianza, es que “como medios con perspectiva feminista y nativos digitales enfrentamos las mismas dificultades de crear un medio sustentable que no caiga en las lógicas de precarización y explotación, nosotros apostamos a una salida colectiva y no un ‘sálvese quién pueda’”. “Si bien nos enfrentamos a las mismas dificultades, nuestras fortalezas son distintas (…) lo que buscamos es no tratar de homologar todo lo que hacemos, sino que nuestras diversidades nos lleven más alto, a un mejor lugar”, agregó.

A pesar de que estas alianzas de medios se crearon bajo distintos contextos y pertenecen a distintas áreas de América Latina, hay elementos que las unen y que están presentes en todas ellas: las formas de conseguir financiamiento para sus proyectos, y la cooperación y acompañamiento que se ha generado entre los distintos medios.

En el caso de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie, Mayorga comentó que fue Lado B el que tomó el papel de guía para el resto de los medios en la postulación a becas y fondos para sus proyectos periodísticos, hasta que crearon un consejo para dedicarse a esa tarea. 

“Nos juntábamos e incluso hacíamos ensayos de cómo llegaría cada medio a la financiadora para entrenarnos, para quitar ese ‘chip’ de solo hacer periodismo y brincar un poco a pedir financiamiento (…) [y ahora] la Red tiene un consejo que es también de apoyo para tomar el rumbo y coordinar algunas propuestas de financiamiento, hay un equipo operativo que al final ayuda a canalizar las propuestas de postulación o las capacitaciones”, explicó.

Desde la Alianza Otras Miradas, la postulación a fondos para proyectos periodísticos específicos también es base de su trabajo, pero otra parte fundamental que resaltó Romero fue la dinámica de intercambio y cooperación que se ha generado dentro de la alianza: “Me parece que ha sido una ganancia que, aunque no estemos trabajando en un especial periodístico, se compartan artículos que han sido tal vez vetados en su país y que en ese medio ya no se puede seguir compartiendo, entonces se comparten en otro medio de otro país, o en la misma página de la alianza”.

En la misma línea, Boon contó que los medios que conforman la ARI han recibido amenazas y bloqueos digitales: “Hemos hecho esfuerzos para poder evitar estos bloqueos y fortalecer nuestros sistemas, pero hay veces que no hay manera de evitarlos, y ahí juega un papel importante la alianza porque si bloquean el contenido de uno de los medios, otro ya lo ha publicado, entonces igual va a salir a la luz y se va a difundir”.

 

Periodismo desde el interior: Los retos del oficio lejos de las capitales

Este año, por parte de Factual y Distintas Latitudes, se creó el Newsletter Interior Latam con el fin de que, desde un proyecto regional latinoamericano, también se mostrara la realidad del interior de los países de América Latina, y se pudieran conocer las comunidades e historias que provienen desde ciudades y rincones que no son capitales. Por esto, se realizó la mesa llamada “Ser Interior Latam Lover: Retos del periodismo hecho desde las provincias”.

Katia Rejón es directora de Memorias de Nómada, un medio local con base en Mérida, un estado al sur de México donde la cultura maya sigue viva: “Más del 20% de las personas que viven en Mérida hablan la lengua maya y tenemos un español mayanizado”, dijo. 

Representando a La Voz de Guanacaste estuvo Noelia Esquivel, quien vive en la provincia del mismo nombre en Costa Rica, y que es una región fronteriza con Nicaragua. “[Guanacaste] es la zona más impactada por el cambio climático en el país. Hay mucha productividad en la zona, es una zona muy agrícola y ganadera, pero que también se está transformando y apostando a otras formas de tener ingresos económicos para sus comunidades por esto del cambio climático”, explicó.

Y, desde Porto Alegre, Brasil, se encontraba Rafael Gloria, editor de Nonada. Porto Alegre es la capital del estado de Río Grande al sur del país, y cerca de las fronteras de Uruguay y Argentina. “A pesar de que se considera una capital y una ciudad grande, [Porto Alegre] no está en el eje de Río [de Janeiro] y Sao Paulo, que es donde tradicional e históricamente se mueven más cosas en Brasil”, dijo.

Desde sus propias experiencias, los tres invitados propusieron lo que era para ellos y sus equipos de trabajo el hacer periodismo desde el interior de sus países, y parte de los desafíos a los que deben enfrentarse al realizar el oficio desde provincias, frente a los grandes medios y la centralización de la información.   Por su parte, Rejón señaló que la centralización es un tipo de “filtro” que se aplica en la mirada periodística, y que desde el periodismo local siempre se pueden encontrar nuevas miradas y perspectivas, teniendo la posibilidad de “continuar este juego de muñeca rusa”,   Además, agregó que “nosotros hacemos periodismo cultural, y el arte ha sido una manera de conectar con nuevas historias. Hemos trabajado con otros municipios y comunidades mayas que están dentro de la misma ciudad de Mérida para que nos cuenten historias de sus hogares, de sus vidas, pero también para que reconozcan ellas y ellos que las cosas que han vivido no las podemos contar nosotros, otras personas que no vivimos en ese lugar, pensando justamente en eso de descentralizar”. Esquivel dio como ejemplo los principales noticiarios de Costa Rica, en donde “hacen el reporte del tráfico del tránsito de las carreteras del centro del país, y yo me pregunto cómo la gente aquí, en Guanacaste o en otras provincias, se quedan viendo esa información, eso no es relevante para ellos. El periodismo que hacemos desde las provincias quita esa mirada de ahí y la pone en éstas otras realidades que también se están viviendo, pero que no se están viendo a nivel nacional”, agregó. Y desde Brasil, Gloria comentó que en Nonada, donde se dedican al periodismo cultural, “la intención del proyecto no es solamente quedarse hablando de lo que llega a Porto Alegre, sino que también hablar con audiencias de ciudades más pequeñas que están aún más en el interior, porque son precisamente ellas las que cuentan con menos presupuesto, y en Brasil actualmente hay menos presupuesto para todo, pero principalmente para la cultura”.  El hecho de realizar periodismo local, trae también como desafío el intentar llegar con sus historias del interior de cada país a las grandes ciudades o a las capitales y a los grandes medios de comunicación. Una historia de esto ocurrió en La Voz de Guanacaste, con un reportaje que mostraba la historia de mujeres que habían sufrido violencia obstétrica en los hospitales de la ciudad. “La violencia obstétrica no es un tema local de Guanacaste, es de todo el país y de todo el mundo, pero nosotros lo hicimos desde aquí, con historias de mujeres de aquí, que sucedían en los hospitales de aquí y fue un reportaje bien potente que al final fue un impacto colateral, y un logro que utilizó una diputada para proponer un proyecto de ley sobre esta materia”, contó Noelia Esquivel.  “Esta es otra forma en la que creo que aportamos, en cómo pensar esas historias en donde los medios tradicionales o nacionales están casi la mayoría del tiempo metidos en el tema del tráfico del tránsito en las carreteras, y salirnos de ahí y contar otras historias y de forma distinta”, agregó.

Otro de los desafíos a los que se enfrentan como medios hiperlocales y que actualmente enfrentan gran parte de los medios de comunicación independientes, es cómo hacer sostenible sus proyectos y mantener su financiamiento.

Desde Memorias de Nómada, Rejón lo describió como una odisea: desde postulaciones a fondos hasta realizar actividades artísticas para conseguir dinero y relacionarse con su audiencia. 

“Hemos tenido fondos municipales, también uno de la Universidad Nacional de México, y ahora estamos implementando productos de marketing como bolsas, tazas y playeras. En unos meses vamos a comenzar un patreon y suscripciones, pero no tenemos una respuesta única [sobre el financiamiento] ya que seguimos trabajando en ello, pero si hemos trabajado durante 6 años y casi todo el equipo se ha mantenido, es porque nos sentimos orgullosos de lo que hacemos y creo que si nos dejáramos de divertir, o si nos dejáramos de sentir felices con lo que hacemos, no hubiéramos llegado ni a un año aún teniendo financiamiento”, comentó.

En el caso de La Voz de Guanacaste, se transformaron en una organización sin fines de lucro para poder postular con distintos proyectos a becas y lograr financiamiento. A pesar de que antes del inicio de la pandemia funcionaban también como periódico impreso y recibían fondos por la publicidad que aparecía en las impresiones, tuvieron que dejar el periódico físico y mantenerse únicamente con el sitio web y la publicidad online. Y, al igual que Memorias de Nómada, también han optado por tener merchandising del medio para conseguir ingresos. “Hacemos ciertos productos para poder tener ingresos, y en general también logramos con eso generar relación con la comunidad, darles productos lindos de los cuales se sientan orgullosos de andar con ellos”, contó Noelia Esquivel. 

Gloria, explicó que Nonada corresponde a una organización periodística, lo que les permite optar a financiamientos a través de iniciativas públicas. También, que “Nonada cuenta con una agencia de servicios de comunicación, que es un proyecto paralelo al medio, pero genera ingresos a través de consultorías y otros servicios de comunicación en ese sector”.  

“Todos los países deberían tener políticas públicas de financiación para el periodismo independiente, para la comunicación popular, y para los proyectos más allá de los medios mainstream”, agregó.

Sin embargo, a pesar de los grandes retos que el realizar periodismo local les interpone en sus caminos, los tres periodistas dieron sus razones para seguir realizando su trabajo, y motivar a quienes puedan sumarse, a hacerlo.

“El periodismo local te permite contar una historia más completa de la realidad que vivimos todos los días, y todavía hay muchos temas inexplorados (…) Parece que lo que se exporta hacia las capitales, o grandes ciudades, o incluso medios internacionales, son todavía representaciones muy limitadas o estereotipos de lo que se vive en estas partes, entonces nosotros podemos aportar a contar estas otras versiones”, dijo Rejón.

Esquivel contó una historia personal: “Cuando yo era chiquita vivía en Grecia, un pueblo no tan lejos de la capital de Costa Rica, y mi papá trabajó toda su vida en una radio local, y me fasciné porque yo veía que lo que él hacía era útil para la gente del pueblo, que él estuviera yendo a la Municipalidad a hacer preguntas, a los barrios a ver qué estaba pasando, eso le servía a la gente”. “Esa es una de las razones por las que estudié periodismo y por las que estoy en Guanacaste, porque encontré en La Voz de Guanacaste ese espacio que da información útil a la gente”, dijo.

Y por último, para Rafael Gloria, su gran motivación para continuar con el trabajo de Nonada es la cercanía al público y “la libertad de construir colectivamente una línea editorial sin que tengas necesariamente a los anunciantes detrás o a una gran empresa”. También, porque “Porto Alegre es un estado tradicionalmente conocido en el imaginario brasileño como un territorio de gente blanca, descendiente de inmigrantes europeos, pero que ellos [desde Nonada] intentan hacer hincapié en historias de población negra o indígena para romper con estereotipos, traer otras miradas y voces, porque cuanta más diversidad haya, es mejor”.

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