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La costura de la escritura (V): el caracol de los géneros

Por ~ Publicado el 1 octubre 2015

La crónica, dice Óscar Durán Ibatá, periodista y docente de la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Colombia, es como un rompecabezas. En la quinta parte de “La costura de la escritura”, Durán introduce otra figura —la del caracol— para diferenciar a la crónica de la noticia informativa y del reportaje.

Foto: Fabrizio Monti (cc)

Foto: Fabrizio Monti (cc)

Decíamos, citando a Miguel Ángel Bastenier, que los géneros son como lupas que el periodista se pone para mirar, narrar y entender mejor la realidad. Lo anterior indudablemente nos abre la puerta a un tema que, aunque este no sea un texto de géneros periodísticos, ni la idea es que ustedes se vuelvan expertos en ellos, sí deben identificar cuáles son esas lupas de las que habla Bastenier, que son, en último término los tres géneros que publican la mayoría de periódicos. Lo muestro y lo explico, para que entiendan por qué en una investigación del corte de la que adelanto, acerca de la trata de personas, elijo la crónica por encima de los otros dos géneros. Existe la noticia seca o la nota, la crónica y el reportaje; hay otros que alimentan esos tres y que tal vez han escuchado o trabajado, como las entrevistas, las columnas de opinión, las editoriales. Pero estas lo que hacen es darles herramientas a las tres principales cartas del periodismo: la noticia, la crónica y el reportaje.

Para entender mejor cada una de ellas, a mí me gusta explicarlo a partir de la analogía de un caracol, pues estos tres géneros no los podemos estudiar ni analizar de forma independiente: cada uno de ellos tiene algún tipo de conexión. Si hiciéramos la figura del caracol, los primeros recorridos del círculo serían la noticia, la nota seca; en la medida en que fuese avanzando aparecería la crónica y, al seguir la ruta de ese caracol aparecería el reportaje.

No son géneros individuales sino que se complementan, cada uno adquiere elementos del otro, entonces lo que nosotros hemos definido que es crónica, vendría siendo una noticia mucho más grande, pero para nuestras investigaciones no vamos a ser tan ambiciosos de terminar haciendo reportaje, además por las características y los compromisos de este género en sí mismo.

Usualmente en las escuelas de periodismo, en las universidades o en las salas de redacción, cada vez que se explican estos tres géneros, se hace desde la definición, pero para entenderlos nosotros lo haremos desde sus características; es decir, de qué se compone el ADN de cada uno de ellos. Aquí vamos.

LA NOTICIA

Vamos a definir esta primera vuelta del caracol a partir de un fragmento de esta noticia:

“La resolución 8610 del Ministerio de la Defensa, publicada en La Gaceta oficial del 27 de enero de 2015, establece un nuevo modelo del control militar del orden público, que incluye el uso de la fuerza potencialmente mortal, bien con el arma de fuego o con otra arma potencialmente mortal, como último recurso para evitar los desórdenes…”.

¿Eso qué es? Es un texto frío, que identifica cosas. ¿Qué identifica? Que hay una resolución, que la expidió el Ministerio de Defensa, que salió publicada en La Gaceta y que fue publicada el 27 de enero. ¿Y qué describe? Lo que dice eso, eso es lo que es noticia y eso es lo que más tienen los periódicos: noticias. Si nos fuéramos a su definición, uno extraería que hay una serie de preguntas que sirven para responder todo lo que se identifica y todo lo que se describe: ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? Y ¿por qué? La noticia no da licencia para que el periodista interprete, sino que se limite a informar.

LA CRÓNICA

Como hablaba hace un rato, el espiral avanza y se le van agregando ciertas características, entonces una crónica es una noticia más gruesa, con más elementos, con más insumos, porque también identifica y describe, pero agrega la característica de clasificar o de interpretar. Lo que nosotros vamos a hacer es encontrar datos, vamos a preguntarnos qué, cómo, cuándo, dónde y por qué; pero vamos a tener cierta posibilidad de interpretar, pero una interpretación que no quiere decir opinión, sino interpretar con elementos de juicio, con elementos probatorios suficientes para interpretar la realidad.

Vamos con un fragmento de crónica: “Cuarenta miembros de la policía y el ejército caminan pausadamente por estas calles empinadas, como lo vienen haciendo desde hace un año. En mayo de 2013 Medellín vive una situación de desplazamiento intraurbano sin precedentes: más de ochenta familias decidieron abandonar sus hogares en los sectores de El Cañón y La Vereda La Loma, corregimiento de San Cristóbal, ante las amenazas sufridas por diferentes grupos delincuenciales que operan en la zona”.

¿Esto es una noticia? Sí, claro, identifico un año, un número de familias, unos lugares, unos momentos y unos hechos, pero ¿qué le agrego? Una capacidad de interpretación: caminan pausadamente, ochenta familias, decidieron abandonar, amenazas sufridas por diferentes grupos. Esto sí es lo que vamos a hacer nosotros, tomar elementos noticiosos propios de la identificación y la descripción, pero le agregamos cierta interpretación, para entender mejor estos conceptos.

EL REPORTAJE

Un reportaje parte de los mismo insumos que la noticia y la crónica, pero agrega un elemento adicional que es el de opinar. Lo que hace el periodista o quien lo escriba es ponerse una máscara diferente para poder contarla. Ahora, ¿por qué estaría en capacidad de opinar y llegar a hacer un reportaje? Porque es una autoridad moral sobre el texto, porque tiene suficiente material para emitir conceptos en función de lo que está allí planteando. La revista Semana, la única revista de gran tiraje nacional en Colombia, genera información, opinión y crítica a lo largo de la semana, y lo hace porque la revista toma posición frente a las cosas, es decir, no pasa dando la información sino que asume posiciones. ¿Y cuál es la posición que usualmente toma un medio de comunicación? La de la legalidad, la de la institucionalidad.

Si hiciéramos la figura del caracol, los primeros recorridos del círculo serían la noticia, la nota seca; en la medida en que fuese avanzando aparecería la crónica y, al seguir la ruta de ese caracol aparecería el reportaje.

El reportaje pasa de la interpretación de la realidad, que es lo que se hace en crónica y el enfoque por el que vamos a optar nosotros, a lo opinativo directo, y ahí hay un paso en donde uno requiere tiempo, piel gruesa, respaldo, seguridad y absoluta certeza de que no le va a pasar nada si finalmente termina demostrando que hubo una irregularidad o un delito o pone en la opinión pública algo sensible. Los reportajes toman posición y en eso radica su libertad de opinión, se toman la libertad y la responsabilidad de calificar acontecimientos y personas. No se trata de asumir una posición de juez, sino de cosas y de hechos probados como para emitir conceptos como estos: una red de empresas de vigilancia y seguridad privada, que durante años se ha dedicado a engañar al Estado para asegurarse millonarias licitaciones, fue descubierto este miércoles por la Fiscalía General, la grave denuncia vino de boca del Superintendente.

Esto en una crónica no lo podríamos decir, en un reportaje sí. Y claro, será responsabilidad de quién haga el reportaje demostrar cuántos años y en qué consistía el engaño que ese tipo de instituciones hacía.

En definitiva, y ya con esto termino esta parte, los reportajes están para buscar lo que la gente metió debajo del tapete y que nadie quiere ver, y que en última isntancia es la función del periodista: ser un elemento incómodo. De allí el famoso calificativo de El Cuarto Poder. No sé si alguna vez escucharon que después del presidente, de las cortes y los jueces los más poderosos eran los periodistas, porque su función era fiscalizar aquello que los otros quieren que permanezca oculto. Y tan duros los reportajes que alguna vez alguien decía: es que los reportajes tumban presidentes, las crónicas no. Y es verdad, la crónica es como ese género amable del que hablábamos hace un rato, que te cuenta el sentido social, pero las consecuencias no son tan profundas. Por eso en Venezuela y Argentina cierran periódicos, y por eso en Ecuador para que un medio de comunicación publique información relacionada con el gobierno de Correa tiene que pedirle permiso al presidente y por eso a las dictaduras no les gustan los periódicos.

Bueno, en fin, temas sociales que evidentemente ustedes conocen y que terminan evidenciados en los medios y generan consecuencias y compromisos trascendentales solo a través de los que asumen el lazo de escribir los reportajes y los famosos informes especiales.

Parte 1: Apuntes para la creación de una crónica
Parte 2: Buscar y narrar los extremos
Parte 3: Las herramientas de investigación
Parte 4: El enfoque y la intimidad al escribir
Parte 5: El caracol de los géneros
Parte 6 y final: Identificar, describir, interpretar

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