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“Los selfies están dominados por los feos” (en Reino Unido) y otras ideas del antropólogo Daniel Miller

Por ~ Publicado el 30 enero 2014

“¿Cómo las redes sociales están cambiando el mundo?” fue el ambicioso nombre de la charla que el antropólogo inglés dictó en la Universidad Católica el 22 de enero. Miller se refirió a su reciente polémica por el supuesto fin de Facebook, comparó los usos de las redes sociales en distintos países y advirtió que la globalidad de los fenómenos no trae consigo necesariamente la homogeneidad.

Foto: Prensa UC

Daniel Miller, profesor de Cultura Material del University College London (UCL), reconocido antropólogo inglés y una de las voces más autorizadas en estudios académicos sobre uso de redes sociales —hoy dirige el proyecto Global Social Media Impact Study (GSMIS), con presencia en ocho países—, visitó Chile a pocas semanas de haber protagonizado una curiosa polémica mediática.

En diciembre de 2013, antes de Navidad, Miller publicó un artículo detallando algunas avances del GSMIS. Una frase capturó la atención de los insaciables agregadores de noticias: Facebook está “muerto y enterrado”. Fuera de contexto, la declaración prendió como pasto seco y se esparció como “noticia” viral (en Google News la búsqueda “facebook dead and buried” arroja casi 16 mil resultados).

Pero la afirmación de Miller se acotaba a una región e particular (el Reino Unido) y a un grupo específico (adolescentes de entre 16 y 18 años). Las confusiones e imprecisiones de la cobertura —qué fácil y deseable es matar a Facebook— motivaron la respuesta de Miller, primero por Twitter

y luego en nuevo artículo donde reconoció haber “sobre simplificado” su propia investigación (riesgo que también corre el presente texto).

En un par de semanas, el investigador Miller se convirtió en una arista de su propia investigación. Y sin escabullir el affaire “Facebook muerto y enterrado”, se presentó en Chile invitado por el Centro Interdisciplinario de Estudios Interculturales e Indígenas de la UC.

En poco más de una hora, el antropólogo explicó que el GSMIS tiene desplegados investigadores en Brasil, China, India, Italia, Trinidad, Turquía, Reino Unido y Chile. En la mayoría de estos países el trabajo de campo se hace en ciudades o poblados de “bajo perfil”, si se nos permite usar términos asociados al tema.

Las pretensiones del GSMIS apuntan no sólo a entender las redes sociales, sino que observar a través de ellas lo que sucede en el mundo, plantea Miller. “Internet —dijo de forma sintética— es lo que un grupo particular hace de ella”.

Si en India los usuarios de Facebook intentan lucir “sexy” y comparten “homilias motivacionales”, en el Reino Unido la situación es opuesta. “Los selfies están dominados por los feos”, afirma Miller.

¿Qué han encontrado hasta el momento? Si en el Reino Unido Facebook es motivo de vergüenza para los adolescentes —por la irrupción de sus padres y familiares—, en general se han producido desplazamientos y apariciones. Snapchat —aplicación para compartir contenidos que se eliminan hasta en 10 segundos— está destinado para los amigos más cercanos; luego vienen, en prioridad de relaciones, WhatsApp, Twitter, Instagram y la red creada por Zuckerberg.

Las variaciones por país también son interesantes. Si en India los usuarios de Facebook intentan lucir “sexy” y comparten “homilias motivacionales” (frases “inspiradoras” de este tipo), en el Reino Unido la situación es opuesta. “Los selfies están dominados por los feos”, afirma Miller en relación a sus compatriotas, habituados a mostrarse de forma “torpe” y “fea”.

Miller cree que el concepto de polymedia es el más adecuado para entender un fenómeno que no se encauza tanto por el uso que se le da a las redes sino que el por qué se elige una red en particular; fashion antes que function parece ser la explicación al momento de optar. “Es una decisión moral”, afirma.

También aprovechó de desmitificar algunas ideas. Facebook no es el paradigma del individualismo superficial; Miller cree que las interacciones que ahí se dan no son más artificiales que las interacciones cotidianas de los aborígenes australianos. Finalmente, advierte que la escala mundial de estos fenómenos no debe confundirnos: que algo sea global no significa que sea homogéneo.

En el tintero quedan sus observaciones sobre la publicación de fotos de perros y gatos, el uso de acusaciones “indirectas” en redes sociales como Twitter —insultar o criticar a alguien sin arroba o sin mencionar el nombre—, y cómo el uso de las cámaras web nos ha permitido, de forma inédita, por primera vez en la historia, “ver cómo nos ve el resto”.

Desde 1985 que Daniel Miller publica investigaciones donde confluye la tecnología, las costumbres de consumo y la antropología. Y algunos de sus más 150 artículos están disponibles en línea. Con esta producción de conocimiento en mente cerramos con una pregunta no tan distante de los problemas y crisis de la industria: ¿cómo el periodismo y los medios pueden apropiarse de las distinciones y hallazgos de disciplinas como la antropología?

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