González es el autor, junto a Magdalena Tavonatti, del documental “Patricio Villagra: Las heridas de un guerrero”, que cuenta la vida de este excampeón de boxeo que hoy trabaja como vendedor ambulante en Iquique. Los dos estudiantes de la Universidad de las Américas fueron premiados con mil dólares y una pasantía para González, el líder de la dupla.

Al centro, Cristian González y Magdalena Tavonatti, ganadores del ETECOM 2015, junto a Carla Zunino y Claudio Muñoz, presidente de Telefónica en Chile. Foto: Agencia Uno.
A fines de noviembre se anunciaron los ganadores del premio Estímulo Telefónica a las Comunicaciones, ETECOM 2015, que reconoce el trabajo de estudiantes de periodismo en distintas categorías, desde escrito hasta audiovisual.
Fue precisamente una pieza documental de 15 minutos la que se llevó el gran premio: mil dólares para Cristian González y Magdalena Tavonatti, además de una pasantía en un medio de comunicación latinoamericano para González, el líder de la dupla.
El jurado del ETECOM 2015, integrado por Juan Manuel Astorga, Carmen Figueroa, Carola Fuentes, Paula Molina, Arturo León y Marcela Küpfer destacó el trabajo “Patricio Villagra: Las heridas de un guerrero” por sus “espectaculares imágenes, con un gran protagonista, gran fotografía y con una propuesta cinematográfica”.
Contactamos a Cristian González para conocer más sobre su experiencia junto a Magdalena. A partir de nuestras preguntas confeccionó este testimonio sobre la elaboración de su documental.
La historia del perfil de Patricio Villagra
» Con Magdalena creemos que narrar una historia desde la emotividad visual fue un desafío como estudiantes casi egresados de periodismo. Nos obligó a aplicar conocimientos aprendidos durante los cinco años de carrera, permitiéndonos concretar audiovisualmente ideas que veníamos proyectando desde que conocimos al boxeador Patricio Villagra. Desde un principio, nosotros queríamos mostrar la historia de sacrificio de Villagra, pero no desde la perspectiva melodramática. Nosotros quisimos contar una historia difícil, pero a través de la poesía de la pampa y de la perseverancia de este deportista por salir adelante.
» En ese ir y venir al norte, cuando vivía en el extranjero tuve la oportunidad de conocer la historia de Villagra. De hecho, lo entrevisté en una radio cuando él estaba en Guadalajara, sin embargo, personalmente no tenía la posibilidad de conocerlo. Luego, antes de radicarme en Santiago, me topé con él en el centro de Iquique y quedé amargado al verlo como vendedor ambulante. Desde aquel momento, supe que algún día divulgaría —en cualquier tipo de formato— la historia de vida de este púgil.
» A su vez, nuestro primer foco —la crisis del boxeo— iba siendo condimentado con las historias e investigación que hicimos de este deporte en Iquique. La ciudad, en ese sentido, fue la mezcla perfecta para contar una historia que tiene un final abierto y que se sigue escribiendo por sí sola.
» Como iquiqueño tengo en la piel lo que significa nuestra historia económica y deportiva. Pasé la infancia al frente del club más antiguo de boxeo en Chile y, a su vez, por años escuché los triunfos épicos de los deportistas iquiqueños. Eso y otras cosas más me motivaron a irme a Buenos Aires a estudiar periodismo deportivo. En una de las clases, en la Universidad de Palermo, el periodista deportivo Osvaldo Principi —quien es especialista en boxeo y un profesional reconocido a nivel mundial— comenzó solo a contar la historia del Tani Loayza y Arturo Godoy. Me emocioné y me propuse que algún día debía posicionar todo lo que el deporte y —en este caso en particular— el arte de los puños le entregó a Chile. Por lo mismo, en mi caso estoy satisfecho que la historia del boxeo iquiqueño se reposicione en los medios y en el consciente de la opinión pública.
» La identidad del iquiqueño habla del salitre; de nuestros antepasados peruanos y el combate naval; de la época del oro blanco; de la crisis económica post salitre; de las banderas negras; del surgimiento de Zofri; de nuestros ricos recursos naturales en el mar; de la capacidad portuaria y la lucha por ser el puerto más grande de Sudamérica; de la integración con países como Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay; del chumbeque; y también de nuestra historia deportiva que nos indica que el boxeo nos catapultó como Iquique, Tierra de Campeones.
» Magdalena, en tanto, no tenía vinculación con este deporte. Solo a partir de este trabajo conoció todo el tema deportivo y social que está entorno a esta maravillosa disciplina.
» Inicialmente nuestro desafío era en un tiempo récord de grabación (sólo dos jornadas) ir y lograr todo lo que teníamos agendado; sin embargo, me tocó viajar solo y tuve que hacer todas las grabaciones solo. En ese sentido, fue un gran desafío porque las cámaras las usaba solo para retratar eventos familiares. No obstante, antes del viaje hubo una preparación previa con la docente María Cristina Arancibia —de la Universidad de Las América— y Magdalena, quienes me indicaron cómo grabar y realizar las escenas que ya teníamos planeadas.
» Fue arduo, pero en 48 logré reunir el testimonio de variadas fuentes que darían cuenta de nuestra historia, desde compañeros de boxeo de Villagra, hasta la visión académica del destacado sociólogo Bernardo Guerrero, sin olvidar la histórica cuña que le sacamos al ‘Maravilla’ Prieto. Todo esto, con el fin de contar nuestra historia abarcando todas las aristas de la realidad de un boxeador iquiqueño. Y así, nos sumergimos en las dificultades de la vida personal del Pato, vemos una panorámica del momento social de la ciudad, y del país, y también damos un vistazo a cómo sería la profesionalización tan soñada de nuestro personaje.
» Nos comunicamos por teléfono durante todo el viaje. Llegué y Magdalena me dice que las imágenes estaban espectaculares. Los profesores me felicitaron, pero ahora venía lo más difícil que era llevar todo al montaje. Fue así que Magdalena seleccionó las tomas, mejoró audios y editó un material de diez horas de grabación. Fue, en ese sentido, notable el trabajo de ella, es decir, hubo —según lo analizo— una química de trabajo perfecta. De ahí vino respaldar el material y comenzar a realizar el guión, el cual también era primera vez que me veía enfrentado a elaborar. Fluyó, solo sé que fluyó. Empecé el guión con Magdalena y lo terminé solo frente al computador, tras escuchar los consejos de nuestra profesora. Luego de presentarlo, a Magda le gustó y comenzó afinar los últimos detalles de edición. En ese lapso ella terminó por encantarse con la historia que estábamos contando.
Nosotros quisimos contar una historia difícil, pero a través de la poesía de la pampa y de la perseverancia de este deportista
» Respecto a los costos fueron solventados por cada uno pues yo pagué mi pasaje, la estadía y todo lo que generó el viaje a Iquique. Magdalena, a su vez, tuvo que hacer unas reparaciones a su computador. Y, en temas técnicos, también pasamos rabias pues el computador se pegó, que el audio estaba de baja calidad, que el disco no quemaba, que ambos teníamos problemas familiares, entre otras problemáticas que currieron en el camino. No obstante, logramos presentar nuestro trabajo.
» Aclaro, eso sí, que durante el trayecto de espera yo tenía la sensación de que algo íbamos a ganar porque la historia es notable. Y, además, porque como alumnos fuimos rigurosos y súper entregados para poder lograr un trabajo de excelencia.
» En el caso de Magdalena fue un desafío porque ella tenía conocimientos en audiovisual y quiere seguir ligada en este formato, porque a ella le apasiona todo lo relacionado con lo audiovisual y el cine. Además, reitero, ella fue la responsable del armado de edición audiovisual del reportaje, por lo que igual sentía una gran presión por la excelencia. Por eso, para ella haber ganado es una reafirmación de que vamos por buen camino. Esto, porque comenzamos esta semana a producir, grabar y montar otra historia maravillosa. Quizás, nos aventuramos a decir, tan o más relevante que con la que ganamos Etecom.
» En materia personal, mis proyectos son explorar y trabajar —nuevamente tras unos años de estar alejado— en periodismo deportivo, pero enfocado a este tipo de historias, es decir, que esté presente lo social. Quizás, también, trabajar proyectos que tengan que ver con la historia deportiva de Iquique. El formato, en ese sentido, puede variar de lo escrito a lo audiovisual, aunque éste último despertó habilidades que desconocía en mí. Lo digo porque mi formación y experiencia ha estado enfocada a prensa escrita.
» Con Magdalena, al mismo tiempo, estamos esperando la suerte de nosotros en Etecom Latinoamericano. De ganar, sería espectacular realizar la pasantía en el medio de habla hispana más importante del mundo: El País de España.