La imagen (presiona para agrandar) podrá gustar, tener valor informativo o desagradar profundamente. De cualquier forma, genera reacciones viscerales, o pasionales, sobre una actividad cuestionada —la tauromaquia— del mismo modo que pone el acento en los criterios que los medios de comunicación usan para justificar la publicación o no de material de este talante.

Ocurrió el 21 de mayo pasado. Durante la Fiesta de San Isidro, Julio Aparicio Díaz (Sevilla, 1969) se encontraba en el ruedo de Las ventas, una plaza madrileña, cuando el toro lo corneó, introduciendo el asta por su cuello y saliendo por su boca. Esto le produjo una gran herida y la fractura del maxilar superior, amén de una operación de urgencia que se extendió por seis horas.

En España, El País, El Mundo y ABC publicaron la fotografía en portada. La Vanguardia, en tanto, la incluyó en un tamaño donde el horror era imperceptible. En El País, Milagros Pérez Oliva reflexiona sobre la justificación informativa de estas imágenes, nutriéndose de los comentarios de los lectores, las declaraciones de los encargados y las repercusiones de la decisión.

La columna puede leerse completa acá. Seleccionamos dos párrafos de “Una cornada espeluznante”:

En mi opinión, se trata de una imagen tan desagradable como impactante, pero también tiene valor informativo: muestra lo que puede llegar a ocurrir en el ruedo. Y es seguramente esa combinación la que ha hecho que un gran número de diarios españoles optaran por publicarla y que diarios extranjeros rigurosos como The Guardian, The Sunday Times, Il Giornale o el Süddeutsche Zeitung, también la incluyeran, algunos como fotografía de denuncia.

Hay que reconocer, sin embargo, que el valor informativo no radica en el suceso en sí, pues cogidas las hay en muchas corridas y no siempre se publican. Si de este suceso solo hubiéramos tenido la imagen posterior, aquella en la que el torero yace en el suelo con una herida apenas perceptible en la garganta, difícilmente la fotografía se hubiera publicado en portada. Luego lo que la hace excepcional a efectos informativos es precisamente lo espeluznante del tipo de cogida. Lo terrible que es.