La pauta noticiosa de fin de año en los noticieros parece seguir una estructura inmutable, pese a que este enero nos encontramos a las puertas de una elección presidencial, ni más ni menos.
Hay fechas del año en las que no me gusta ver noticias, entonces caigo en una especie de rebelión y chequeo de reojo los titulares y luego apago la televisión. Ocurre cada marzo cuando, año tras año, me encuentro con imágenes de archivo mezcladas con algunas nuevitas del primer día de clases; en abril, cuando todos los noticieros nos muestran el retorno de los automóviles a Santiago después de Semana Santa (con las infaltables cifras de accidentes); las Fiestas Patrias y por supuesto, las celebraciones de fin de año.
Fue justamente después de estas fiestas que me encontré con una carta al director publicada en El Mercurio el 2 de enero, en la cual su autor critica la cobertura periodística de estas fechas y cómo, todos los años, los noticieros recurren a una maqueta tipo para mostrar este tipo de noticias:
“Primer acto: aproximadamente 10 días antes de las Fiestas Patrias y de las de fin de año, los noticieros de la televisión chilena comienzan un gran despliegue verbal y con expresivas imágenes instando a la gente a pasarlo bien y divertirse (lo cual no está mal), pero lo hacen poniendo todo el énfasis en las toneladas de carnes y de bebidas alcohólicas que se deben consumir para lograr el objetivo de pasarlo bien. (…).
Segundo acto: en un súbito arranque de responsabilidad, en la víspera de las fiestas “algunos noticieros” advierten a los conductores que deben ser cuidadosos en la conducción y no lo deben hacer “cuando hayan consumido bebidas alcohólicas” (…).
Tercer acto: a partir del primer día del período de las fiestas en todos los noticieros comienza el recuento de muertos y heridos que van hasta ese momento, comparando las cifras con las de los años anteriores (…).
Cuarto acto: llega el término de las fiestas y en todos los medios de comunicación comienza el balance final de muertos y heridos ocurrido durante el período (…). Por supuesto que la mayor parte de los accidentes han tenido como factor principal la ingesta excesiva de alcohol, tanto de conductores como de peatones (…).”
El autor también insinúa que existe una correspondencia entre la forma en que los medios muestran cómo se debe celebrar (mucha comida, alcohol, serpentinas, bailes hasta el amanecer) y los accidentes que ocurren después, producto de la irresponsabilidad de los conductores y también de los peatones, como si de alguna manera lo que muestran las noticias pudiera incitar a las personas a beber o celebrar irresponsablemente. De esto surgen varias preguntas: ¿Podemos exigir que los medios se responsabilicen de lo que muestran y de lo que estás imágenes podrían provocar, como plantea el autor de la carta? ¿Necesitamos que los conductores de los noticieros deslicen consejos sobre la ingesta de alcohol a las audiencias?
Lo cierto es que es difícil apoyar una relación de causa y efecto sin pruebas empíricas que vayan más allá de la especulación. Sin embargo, cabe preguntarse por la forma en que se tratan estos temas. Por algún motivo (llámese flojera, falta de originalidad o quizás la legítima incapacidad de hacer algo distinto) el periodismo cae en “notas tipo”, sobre todo en televisión, cuando se trata de eventos como el primer día de clases, la PSU, la Navidad, el Año Nuevo, las Fiestas Patrias, llegando a veces al extremo de utilizar las imágenes del año anterior captadas en plena algarabía a los pies de la Torre Entel, y pasarlas como si fueran actuales. Total, nadie se queja y aparentemente, entre un año y otro nada ha cambiado mucho.
Por otro lado, es curioso que esta situación se repita en un año electoral como fue el 2009. Pese a las urgencias informativas evidentes igual caemos en la “nota tipo fin de año”. Estos eventos se siguen robando minutos en la pauta y los noticiaros se debaten entre lo importante y lo interesante una vez más, mezclando lo relevante con lo que nos entretiene, porque para qué andamos con cosas, la Navidad en sí no es un hecho noticioso, tampoco lo es el Año Nuevo, salvo que, obviamente, estas fiestas traigan consecuencias de algún tipo para la sociedad. Al parecer, según lo que los medios nos muestran, estas consecuencias siempre se relacionan con accidentes y tragedias, situaciones claramente más informativas que el descorche de las botellas de champaña a los pies de la Torre Entel, el abrazo con funcionarios de carabineros o la larga fila de autos esperando en los peajes el domingo.
La “nota tipo” no se remite sólo a estas situaciones. ¿Cuán creativas u originales son las noticias sobre el IPC? Estamos hablando de un hecho relevante que, con suerte, tiene 15 segundos en la pauta informativa de los canales. Mucho más cobertura tienen las notas sobre la cantidad de calorías que se pueden llegar a consumir en Navidad y Año Nuevo, las dietas sugeridas (comentario de nutricionista incluido), y las infaltables “noticias” sobre el verano musicalizadas con “Un verano naranja”, cómo olvidarlo: bikinis por doquier, playas, sol, arena, siliconas varias, argentinos en Chile y la disputa chileno-trasandina por los mejores cuerpos de la temporada. ¿No será mucho?
Una de las explicaciones para esto es que a partir de diciembre aparentemente no pasa nada en Chile. ¿Somos un país tan estructurado que en diciembre botamos el lápiz y nos tomamos vacaciones hasta de la contingencia? Curioso, insisto, porque en pocos días tendremos segunda vuelta presidencial y aun así anoche me agoté haciendo zapping para huir de las “informaciones” sobre las nuevas tendencias en trajes de baño para 2010, los balnearios de moda y las cuñas de turistas extranjeros… Estamos a días de elegir presidente pero estas notas siguen apareciendo. En Chile pasan cosas, pero las estructuras no cambian. ¿Será porque los periodistas salen de vacaciones y los practicantes siguen un molde ya establecido?
Habrá que ver si en la próxima fecha emblemática se repite el “formato tipo”. Veremos si en marzo valdrá la pena ver noticias en televisión o terminaremos comentando, con lata, “uf, parece que esta película ya la vi”.