A casi una década de los atentados del 11 de septiembre, Estados Unidos ubicó y eliminó a Osama bin Laden, líder de Al Qaeda. Hoy la organización terrorista confirmó la muerte del hombre más buscado del mundo. Pese a ello, una parte de la opinión pública mantiene dudas de su fatal destino y ha exigido pruebas concretas, específicamente fotografías, demanda que no fue acogida por el presidente Obama.
¿Qué sucedería si, pese a esta negativa, las fotos del cadáver de Osama bin Laden son filtradas? ¿Cómo actuarán los medios, los periodistas? ¿Qué reflexiones primarán en la toma de decisiones? ¿Qué precauciones tomarán? ¿Por qué nos importa este tema?
Puroperiodismo indagó en los criterios editoriales que utilizarían tres profesionales: Cristián Bofill, director de La Tercera; Steffen Burkhardt, profesor alemán especialista en escándalos mediáticos; y Anthony Fargo, periodista estadounidense experto en ética y fuentes confidenciales. Estas son sus respuestas para un tema árido y polémico.
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![]() Director diario La Tercera |
“Creo que se ha sobrevalorado el peso de las fotografías de Bin Laden muerto”—¿Usted cree que el gobierno estadounidense debe mostrar las fotos del cadáver de Osama bin Laden? ¿Por qué? —Si usted tuviera las fotos en su escritorio, ¿qué criterios utilizaría para decidir su publicación? Si decide publicar, ¿qué otros elementos consideraría? —¿Por qué cree que hay tanto interés en este tema? . |
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![]() Profesor Escuela de Periodismo Universidad de Hamburgo, Alemania Entrevista: |
“Quien publique las fotos se convertirá en un secuaz de la propaganda gubernamental de los Estados Unidos”—¿Cree que el gobierno estadounidense debe publicar las fotos? ¿Por qué? —Si tuviera las fotos en su escritorio como editor, ¿qué criterios usaría para decidir dónde y cómo publicar? —¿Por qué nos preocupa tanto este tema? . |
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![]() Profesor asociado Escuela de Periodismo Universidad de Indiana, Estados Unidos Video:
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“La mayoría de las organizaciones de noticias en los Estados Unidos cumple con una norma ética de no publicar fotos de cadáveres”Hay una serie de factores a considerar si la foto es liberada o “filtrada”: 1. ¿Qué tan real es la amenaza de que la publicación de la fotografía gatillará represalias de extremistas o terroristas, ya sea hacia el medio de comunicación o hacia el país? (Estoy pensando en la reacción cuando los medios daneses publicaron caricaturas del profeta Mahoma que muchos musulmanes encontraron ofensivas; ¿sería posible una reacción similar?) 2. ¿Tiene valor suficiente la publicación de la o las fotos para justificar el mostrar una imagen potencialmente perturbadora al público? 3. Si el presidente Obama persiste en su decisión de no liberar la o las fotos, el único modo en que será publicadas será si alguien las filtra a la prensa. Si son publicadas, lo más probable es que el Gobierno inicie una investigación para saber quién las obtuvo y las liberó. ¿Está dispuesto el medio de comunicación a incurrir en los costos legales de batallar una citación que exija el nombre de la fuente? Y está esa persona que recibió las fotos, ¿está dispuesta a ir a la cárcel o enfrentar grandes multas por desacato a la justicia si se le ordena identificar a su fuente y se niega? 4. Relacionado con la pregunta anterior: ¿el medio de comunicación ha hecho todo lo necesario para explicarle a la fuente las posibles consecuencias de la filtración? 5. Una vez que las fotos son publicadas, lo más probable es que terminen en internet, lo que podría generar la indeseada consecuencia de alcanzar más gente de lo que se lograría en prensa o televisión. ¿Los medios de comunicación están preparados para lidiar con la reacción mundial si las fotos son “viralizadas” y llevan a una agitación y violencia generalizadas? Esos son mis pensamientos iniciales. No estoy sugiriendo que sea incorrecto publicar la o las fotos; sólo digo que la decisión de hacerlo requiere una reflexión cuidadosa. La mayoría de las organizaciones de noticias en los Estados Unidos cumple con una norma ética de no publicar fotos de cadáveres, porque muchos lectores/espectadores encuentran esas publicaciones ofensivas, así que hacer una excepción en este caso requiere una decisión muy meditada, sobre todo con la preocupación de que dicha publicación es probable que cause una reacción violenta entre algunos musulmanes. |