Algunos están al alza, otros buscan su espacio en el ecosistema digital. La siguiente propuesta es de Ramón Salaverría, profesor de la Universidad de Navarra, España, quien en el último número de los Cuadernos de periodistas de la APM hace un nutrido recuento de la situación de los medios y el periodismo durante el 2014.

Imprenta mecánica, 1874. Imagen: Frédéric Bisson (cc)
- Periodismo de datos: medios grandes y también más pequeños han aumentado su interés en la investigación periodística realizada con bases de datos. Salaverría agrega dos componentes auxiliares: la visualización de información y el fact-checking (verificación de datos). Las organizaciones españolas, afirma, están al debe. “Es triste que así sea, pues se trata de los mismos medios que, entre finales de la década de 1990 y los primeros años de este siglo, se situaron en la vanguardia mundial de la infografía y la visualización”.
- Periodismo de gran formato: es más conocido por el término anglosajón: long-form journalism. Desde 2012, con la publicación del reportaje “Snow Fall” del NYT —ganador del Pulitzer y una suerte de estándar hoy por hoy—, el formato ha recobrado relevancia frente a los microformatos de publicación. “La ecuación que equiparaba periodismo en internet con instantaneidad se ha demostrado, en efecto, falsa”, escribe Salaverría.
- Periodismo hi-tech: se refiere al “periodismo de alta tecnología” que utiliza drones, robots y realidad virtual. “En marzo”, cuenta Salaverría, “el diario Los Angeles Times publicó una noticia de última hora sobre un terremoto en la ciudad, escrita automáticamente por un programa algorítmico, sin intervención humana”. También menciona la intención de Associated Press de ofrecer, en el futuro, más de cuatro mil historias realizadas por robots, descomprimiendo la carga de los periodistas para que puedan investigar.
- Periodismo viral: Salaverría lo define como el “uso intensivo de las redes sociales con fines periodísticos”. El ejemplo que da el autor es BuzzFeed, con 150 millones de usuarios mensuales y con una valorización de más de 800 millones de dólares (agreguemos el fenómeno de Upworthy, medio paradigma en la construcción de titulares clickbait). Una repercusión clara de este éxito es la iniciativa de medios tradicionales para instalar plataformas de contenidos viralizables. Ejemplo: Verne, de El País.
- Periodismo global: de la apuesta del liderazgo global de CNN, a comienzos de la década de 1980, a la internacionalización de medios como el Huffington Post (con diez ediciones nacionales) o The Guardian (sumó presencia en EE.UU y Australia). El País de España, en tanto, creó una edición digital para América Latina en 2013, además de una en portugués. Politico y Quartz también incursionarán fuera de la frontera estadounidense.
- Periodismo de laboratorio: “consiste en la implantación de laboratorios de innovación en el seno de los medios”, escribe Salaverría. Se refiere a la instalación, en el seno de medios líderes como el NYT o The Guardian, de núcleos de creación de nuevos productos y servicios digitales que permitan conectar con las audiencias y vislumbrar, en lo posible, nuevas rutas de financiamiento para el periodismo.
Esta lista es sólo una porción del artículo de Ramón Salaverría “Periodismo en 2014: balance y tendencias”. El resto de su análisis sintetiza el estado actual de gran parte de los medios de referencia y de los rubros de la industria. “El panorama continúa oscuro, aunque con señales tenues de revitalización”, aclara el autor.