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Reflexión, debate y periodismo de investigación: la propuesta digital de El Desconcierto

Por ~ Publicado el 26 marzo 2014

En octubre de 2013 abandonaron su edición impresa y hoy ponen todos sus esfuerzos en potenciar su sitio web. No buscan ganar amigos ni la simpatía de nadie. Se definen como un medio comprometido con la democracia y la justicia social y quieren ser parte de las transformaciones que vive el país y para eso cuentan con la colaboración de plumas como las de Eloísa González y Alberto Mayol.

El Desconcierto

Rodrigo Ruiz y Patricio López de El Desconcierto. Foto: Soledad Vargas

A una cuadra del metro Tobalaba, en Providencia —específicamente en las oficinas de la Editorial Ocho Libros—, se desarrolla el medio digital El Desconcierto. Un equipo de cinco periodistas más editores y un director se reúne diariamente con el objetivo de encontrar noticias y temas que otros medios han dejado fuera de sus pautas. El objetivo, dicen, no solo pasa por informar, sino que también por abrir un espacio de debate.

El Desconcierto tiene más de dos años de vida, pero su versión digital actual salió a la luz oficialmente el 24 de enero de este año. El medio surgió en un contexto marcado por la efervescencia social, “cuando el país se empieza a poner interesante después de lo que uno le llamó el gran bostezo de más de veinte años de la paz concertacionista”, dice Rodrigo Ruiz, su director editorial. Chile cambia, aparecen nuevos actores en la escena, los movimientos sociales, estudiantiles y ambientalistas comienzan a mover el piso.

En ese escenario se forma El Desconcierto, que Ruiz define como “prensa libre” y que, aclara, no tiene vínculos con partidos ni ideologías, pues más que dar tribuna a ciertos grupos políticos, lo que pretende es “constituir un espacio donde el país pudiese encontrar un lugar para reflexionar, debatir, informarse acerca de lo que es necesario para ir cambiando Chile, para ir mejorando este país”, explica.

El paso del papel a la web no implica un cambio editorial, dice Patricio López, pero sí de rutinas periodísticas. “Probablemente lo que se requiere es menos reflexión y más acción”.

Es un medio que no tiene temas prohibidos, pero no quieren hacer lo mismo que están haciendo otros. “Nosotros no nos reclamamos un medio de izquierda —señala Rodrigo Ruiz—, pero efectivamente el canturreo clásico de la derecha que podría aparecer perfectamente en las cartas de El Mercurio o en una editorial de La Tercera no nos interesa en lo más mínimo”.

No pretenden idealizar ni a los líderes de izquierda ni a los movimientos sociales, sino que generar reflexión. Patricio López, editor general, pone como ejemplo el caso de José Mujica, presidente de Uruguay. “Todo el mundo lo ha llevado a una categoría casi como si fuera un santo y no un luchador social, y nosotros hemos hecho más de algún texto en los cuales tratamos de proponer una mirada más compleja, cuáles son las contradicciones que pueden haber, las políticas públicas que él plantea y que internamente son muy criticadas, como por ejemplo el manejo de los temas medioambientales”.

Con el objetivo de promover el debate y la reflexión buscaron colaboradores entre políticos, estudiantes, dirigentes sociales e intelectuales. Actualmente ya cuentan con más de veinte, desde Nelly Richard y Alberto Mayol hasta Eloísa González. Muchos han pedido escribir en el sitio, cuenta Patricio López. No hay restricciones, aunque reconocen que no aceptarían una carta como la de Sergio Villalobos publicada en El Mercurio, no por el autor sino porque no cumple con la idea de generar un debate respetando todas las ideas.

NUEVA PLATAFORMA, MISMA LÍNEA EDITORIAL

Pero los inicios de El Desconcierto fueron de tinta y papel. El medio era una revista impresa de circulación mensual y tenía que enfrentarse a la batalla del financiamiento y la distribución. Ruiz explica: “Hay una cuestión bien complicada y es que los sistemas de distribución en Chile están derechamente podridos, o sea se monopolizó absolutamente el sistema de distribución a kioscos. Se pasó de una época en que habían sistemas del Estado y empresas privadas hasta que en un determinado momento se llegó a una sola empresa que pertenecía al grupo Copesa y que puso a muchos medios independientes en situaciones extremadamente difíciles”.

La última edición impresa de El Desconcierto salió a la venta en octubre de 2013; ese número marcó el fin de la revista pero no el cierre del medio, pues fue el momento de apostar todas las fichas por otra plataforma que implicaba cambios de pauta y formas de trabajo, pero no de una línea editorial.

Menos reflexión y más inmediatez es una de las modificaciones más evidentes en la transición del papel a la web. Patricio López comenta que la revista mensual los obligaba a ser más reflexivos. “El espíritu de esa primera etapa nosotros lo hemos recogido y reproducido, pero ciertamente cuando se pasa de un medio mensual a uno diario, las lógicas de trabajo tienen que ser distintas y, claro, probablemente lo que se requiere es menos reflexión y más acción”.

El cambio de plataforma también implicó un cambio de audiencia. “Pierdes lectores, pero en algún sentido ganas otros porque hay lectores de papel que no se van al digital y hay otros que sí aumentan en el mundo digital, y yo creo que hoy día tenemos más lectores que los que teníamos cuando estábamos en papel”, asegura Rodrigo Ruiz.

REDES Y COLABORACIONES

Junto con el diseño del sitio también está la administración de las redes sociales, herramienta que han aprendido a usar para llegar a más lectores. López comenta que cuando un periodista escribe una nota, sabe que tiene un público específico —aunque en ningún caso sea una temática excluyente— y por lo tanto es misión del periodista difundir la nota entre la audiencia más apropiada.

Hoy cuentan con cuatro  mil seguidores en Twitter y poco más de seis mil en Facebook. El manejo de las redes sociales también cuenta con el apoyo de la empresa GRS Social que ha trabajado con distintas organizaciones como No Alto Maipo y Marca Tu Voto, y con la que han ido desarrollando un trabajo de cooperación.

Aunque los recursos son escasos, en El Desconcierto destacan que el trabajo colaborativo y la formación de redes ha sido la clave para este medio. Cuando nació la revista recibieron el apoyo de la editorial Ocho Libros y actualmente han formado una red entre distintas organizaciones como la Fundación Nodo XXI, quienes publicitan en el medio, mientras que ellos promueven sus actividades. López y Ruiz concuerdan que ante las dificultades económicas, este modelo de trabajo es la única forma de luchar contra el duopolio de El Mercurio y Copesa, que se conjuga con la ausencia del Estado en el apoyo a la prensa independiente.

Desde el equipo anuncian que se vienen cambios en el sitio, una nueva imagen, más profesional. También quieren aumentar el debate y la participación a través de las redes sociales y que no solo logren viralizar los contenidos. Les gustaría tener tiempo y recursos para hacer periodismo de investigación, así como volver a tener la revista.

“El papel tiene un brillo y tiene una identidad, un peso cultural que por cierto que nos gustaría volver a tener”, sentencia Rodrigo Ruiz.

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