Actualidad

Mónica González: “No existe reconocimiento mayor para un periodista que el respeto”

Por ~ Publicado el 13 abril 2010

La directora de CIPER y profesora de la Escuela de Periodismo de la UAH conversó con Puroperiodismo sobre el galardón que hoy martes le entregó la Unesco. “Es un premio mundial —dice González— y de alguna forma estoy representando a muchos periodistas de América Latina que hoy están arriesgando sus vidas”.

Mónica González

Mónica González dirige el Centro de Investigación Periodística, CIPER | Foto: Altair Libre, Flickr

La periodista Mónica González Mujica, directora del Centro de Investigación e Información Periodística (CIPER) y profesora de Periodismo de Investigación en la Escuela de Periodismo de la UAH, fue galardonada con el Premio Mundial UNESCO/Guillermo Cano de Libertad de Prensa 2010, un reconocimiento a personas o instituciones que laboran en defensa de la libertad de expresión. El premio fue creado en 1997 y está dotado con 25 mil dólares.

Joe Thloloe, presidente del jurado del premio y Ombudsman del Consejo de Prensa de Sudáfrica, destacó el trabajo de la periodista chilena. “Mónica González Mujica ha hecho suyo el espíritu que inspira el premio. Estuvo encarcelada, fue torturada y procesada, pero permaneció firme”.

González tiene un nutrido palmarés de reconocimientos. En 1985 fue distinguida por la Comisión de Derechos Humanos de España. Tres años después obtuvo el Louis M. Lyons Award for Conscience and Integrity in Journalism, de la Universidad de Harvard. En 2001 la Universidad de Columbia le otorgó el premio Maria Moors Cabot. Un lustro más adelante fue reconocida por la Universidad de Tel Aviv y por la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano. Hace dos años ganó el Premio Periodismo de Excelencia que otorga la Universidad Alberto Hurtado.

—¿Qué significa para usted este premio?
“Una tremenda emoción, porque es un gran honor para los periodistas que públicamente y anónimamente, durante la dictadura y después de la dictadura, hemos hecho esfuerzos incesantes por, primero, recuperar la libertad en Chile y detener la máquina de muerte, y luego, por construir una democracia que merezca ese nombre. Y eso no ha sido una tarea fácil. En segundo lugar, es un premio mundial y de alguna forma estoy representando a muchos periodistas de América Latina que hoy día están arriesgando sus vidas y están muriendo, incluso, asesinados, por combatir la lacra del crimen organizado. Una verdadera plaga que carcome la sociedad y no deja espacios para construir ni democracia ni vida de familia ni espacios de felicidad. En México han muerto cinco periodistas en lo que va transcurrido de este año 2010. En Honduras, seis hasta ahora.

La concentración de la propiedad de los medios, la crisis económica y la censura que trae amarrada la publicidad, que mantiene los medios de comunicación, todo eso constituye una amenaza además de los gobiernos autoritarios y los carteles del crimen organizado. Son una amenaza demasiado potente. Los periodistas somos despojados día a día de nuestra dignidad y de nuestro derecho de informar a los ciudadanos. Y yo siento que este premio distingue a los periodistas que han luchado durante muchos años, por cumplir su servicio público. También me pone en un imperativo de seguir bregando porque esas amenazas disminuyan y se eliminen”.

—Tenemos una ley de acceso a la información pública que cumple un año. ¿Qué otros avances faltan en nuestro país para robustecer la libertad de prensa?
“Primero, que esa ley —que es un gran aporte— sea utilizada, sea un hecho real. Porque cada vez que hay una ley se buscan artilugios y recovecos y resquicios para burlarla. Y eso es lo que ha estado ocurriendo, específicamente con los patrimonios e intereses de las autoridades. No puede ser que la obligación sea sólo colocar lo que son propiedades directas. En Chile lo que hay son patrimonios de un hombre con su mujer y sus hijos. Aquí hay intereses relacionados que no están sobre la mesa y que influyen todos los días. Por eso tiene que perfeccionarse esa ley. Debemos exigir los periodistas y la sociedad. El tema fundamental es la concentración de la propiedad de los medios de comunicación. Para qué hablamos de lo que significa que el Presidente de la República tenga concentrado en sus manos la propiedad de un canal de televisión, pueda designar a los directivos de otro y pueda incluso nombrar a los miembros del Consejo Nacional de Televisión que va a regular ese sector. Tenemos problemas de conflictos de intereses permanentes”.

—¿Ve un futuro más auspicioso en el tema de la concentración de medios?
“No, porque no veo ningún proyecto de ley que, por ejemplo, destine una cantidad de dinero a fomentar medios regionales, radios regionales. La radio, que es un tremendo vehículo, pluralista, diverso y muy útil. No veo que haya un proyecto de ley que destine dinero a ese tipo de medio de comunicación”.

—Un periodista no vive de premios, ¿pero siente que no es profeta en nuestra tierra?
“Fíjese que pienso contrario a usted. Yo tengo el reconocimiento que ni en la peor noche de locura pude imaginar. Tengo el respeto de mis colegas y de los ciudadanos con los que me topo en la calle, en el supermercado, en una micro, en el metro. Siento que ese respeto, de personas que piensan como yo, pero también —y mucho— de personas que no piensan como yo, a mí me llena de orgullo. Creo que no existe reconocimiento mayor para un periodista que el respeto. Y eso no se compra en un supermercado y tampoco se logra en un corto tiempo. Se logra trabajando durante muchos años. He logrado conformar grupos humanos y profesionales que son, para mí, un lujo. Me siento terriblemente privilegiada por ser periodista en Chile. Amo este país, amo esta profesión”.

#Etiquetas:

Comentarios.