Entrevistas

Marcos Ortiz y el retorno de Ojo del Medio: “Hay una especie de código implícito de no opinar sobre medios”

Por ~ Publicado el 28 mayo 2020

A comienzos de abril apareció en redes sociales un perfil que hace mucho no se veía: Ojo del Medio. Era un popular blog que entre 2009 y 2011 alcanzó notoriedad con sus publicaciones que develaban los “errores, aciertos y verdades del periodismo chileno”. Casi nueve años después, vuelve a aparecer. Según cuenta en esta entrevista su director, Marcos Ortiz, regresan con la intención de “ser un ojo fiscalizador, inquieto e intruso” respecto al rol de la prensa en su manera de cubrir la realidad.


Era el año 2009. No había coronavirus ni estallido social. El movimiento estudiantil que abrió el paso a la gratuidad en la educación superior todavía se veía lejano y ni siquiera el terremoto del 27/F había sucedido. Era otro contexto, otro Chile, y ahí, en medio del boom de blogs que aparecían y comenzaban a interactuar en redes sociales que todavía eran algo relativamente nuevo en el país, aparecía Ojo del Medio, una plataforma creada por el periodista Marcos Ortiz dedicada a reunir “errores, aciertos y verdades del periodismo chileno”. Revisaban las publicaciones de diarios, canales de televisión, revistas y otros, detectaban errores, comparaban sus enfoques y líneas editoriales, identificaban contenidos que no habían sido citados correctamente y todo eso lo analizaban. Era gente de los medios haciendo crítica de los medios. En las salas de redacción, reuniones de pauta e incluso editores estaban atentos a lo que salía en su página.

A mediados de 2010 sacaron un nuevo sitio web, pero un año después, en agosto de 2011, dejaron de publicar. “Hasta siempre, queridos lectores. Oficialmente bajamos la cortina de Ojo del Medio. Gracias por estar ahí”, decía su mensaje de despedida en Twitter.

Pasaron ocho años y siete meses, y ahora, están de vuelta. Mucho cambió en el intertanto, y ellos también. Ya no con un sitio web, sino con las redes sociales como principal plataforma de difusión e interacción (en Twitter e Instagram),  hoy es un proyecto colaborativo en el que participan cinco personas. En los próximos meses, sumarán contenido en un nuevo formato: un podcast de opinión sobre coberturas y tratamiento de noticias de la prensa chilena.

En esta entrevista, su creador y director, Marcos Ortiz -quien actualmente cursa un magíster en Londres -, cuenta el por qué del regreso, comenta el escenario en el que hoy se desenvuelven los medios en Chile y plantea cuál será su principal desafío: “Consolidarse como una plataforma de discusión sobre periodismo y mostrar al público los sesgos de la profesión”.

—Casi nueve años estuvieron fuera. ¿Por qué volver ahora? ¿Qué vieron en el contexto de los medios chilenos del último tiempo que los motivó a retomar el proyecto?

—En 2011 fue súper doloroso cerrar Ojo del Medio. Nos hubiese encantado seguir con el proyecto, porque la plataforma fue bastante popular y teníamos alrededor de 100 mil visitas mensuales. La lectura del blog solía ser obligatoria en las salas de redacción, ya sea por curiosidad, entretención o miedo de aparecer con errores. Las ganas de volver incrementaron con el estallido social, pues era sumamente necesario en ese contexto comentar sobre medios. La columna de Roberto Herrscher, Chile despertó, es momento de que despierte el periodismo publicada en el New York Times, gráfica muy bien el espíritu de Ojo del Medio. Pero no solo fue el estallido, sino que también los problemas y el escenario actual de los medios que no han evolucionado respecto a los últimos 10 años.

—Hay un cambio de estrategia: antes era un blog; hoy su plataforma son la redes sociales. ¿Cómo les ha funcionado esa estrategia?

—Estamos felices con el regreso de Ojo del Medio y sorprendidos por la buena recepción. En Twitter volvimos con 15 mil seguidores, así que ya teníamos una buena base de público. Pero Instagram antes no existía y hemos crecido rápidamente. Muchos de nuestros seguidores en esta plataforma son jóvenes y en Twitter tenemos a periodistas e influenciadores, incluyendo a políticos o quienes toman decisiones. Nos ha sorprendido el recibimiento, ya que hay una masa crítica importante y se nota como el estallido social ha influido en nuestros lectores. Lo ideal es que nos sigan en las dos plataformas, porque los contenidos que subimos son distintos. Una de las publicaciones que han causado mayor repercusión en este regreso fue la de los alcaldes en los medios y en la televisión que publicamos en Instagram.

—Tras esta vuelta a analizar a los medios, ya sean editoriales, coberturas noticiosas, reportajes o entrevistas, ¿qué es lo que más les llama la atención en el presente? ¿Cuál su principal foco para cubrir y analizar?

—Hay más conciencia respecto al sesgo de los medios de comunicación chilenos y en esta vuelta hay nuevos fenómenos que antes no existían: las fake news. En Chile hay un gran interés en descubrir las fake news en las redes sociales o de otros medios, pero evaden la discusión sobre la concentración de los medios y el sesgo que esto conlleva. Ojo del Medio trata de mostrar eso a la audiencia y para ello nuestra selección de noticias es similar a la de un diario.  Aspiramos a ser un ojo fiscalizar, inquieto e intruso. Nuestro trabajo es consumir la mayor cantidad de medios posibles: encontrar paralelos, similitudes y/o diferencias entre ellos. Luego, guardamos la información y revisamos si es que hay una tendencia que se repita.

—¿Qué diferencias han encontrado entre la forma de abordar las coberturas que veían por esos años y la que ven hoy?

—Antes del estallido social no nos dábamos cuenta de cómo los medios imponían una agenda. Se acostumbraron a vendernos contenido que no tiene nada que ver con los intereses de la gente, y el estallido remeció esto. Hoy nos encontramos en una etapa de reacomodo dividida en dos ámbitos: por una parte, los medios tratan de instalar sus temas, mientras que el público está en cuarentena y reclama.

Covid-19 y prensa chilena

Ojo del Medio regresó en medio de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19. ¿Cómo definiría la cobertura del periodismo chileno durante esta pandemia?

—El coronavirus es un fenómeno inédito y uno puede comprender que en sus inicios los medios hayan cometido errores, pero las autoridades, al igual que el periodismo, tuvieron un mes de ventaja en comparación a otros países. El trabajo de los medios ha sido muy complicado, dubitativo y tímido. Otro aspecto es el teletrabajo, que alteró el funcionamiento diario de los medios y los periodistas cada vez son menos en las salas de redacción. Hay más limitaciones en la profesión, pues no hay acceso a todas las fuentes y las entrevistas no son presenciales, pero no hay justificación para no realizar las preguntas correctas. Ahí destaco a la periodista Alejandra Matus, que ha realizado un buen trabajo en esta pandemia. Pero hoy los grandes medios están en una disyuntiva: colaborar con el gobierno o realizar la labor periodística por medio de la investigación, el reporteo y sospechar de todo.

En Chile hay un gran interés en descubrir las fake news en las redes sociales o de otros medios, pero evaden la discusión sobre la concentración de los medios y el sesgo que esto conlleva.

—¿Qué medios considera que marcan una diferencia en este contexto?

—Muchos medios del mundo han sido bastantes creativos, osados y valientes, en comparación a la prensa en Chile. Como, por ejemplo, la portada del The New York Times (EE.UU.), O’Globo (Brasil) y más tímidamente lo hizo El Mercurio con su revista Sábado. Hay aciertos y errores en los medios chilenos. La radio ha realizado una buena cobertura, algunos medios digitales también, pero no me atrevería a destacar ninguno en particular. Sí hay medios que están investigando, como Ciper e Interferencia. Este último hace las preguntas correctas, aunque algunos critican que se precipitan. También en esta categoría podemos encontrar a The Clinic y Leslie Ayala, periodista de La Tercera. 

—¿Cuáles cree que son los principales riesgos o amenazas a la libertad de información que han quedado en evidencia con la crisis sanitaria?

—Hay varios episodios, pero lo más grave ha sido el manejo de los datos por parte del gobierno, ya que es el único ente oficial que maneja información y esa fue la gran discusión. Científicos, médicos y periodistas los estaban solicitando para colaborar, y al no poder acceder a esta información, se colocan trabas a la investigación. La información debiese estar al alcance de la población. También las acusaciones de las autoridades contra la prensa por supuestamente publicar noticias falsas para vender, como sucedió con el ministro de Salud, Jaime Mañalich, contra La Tercera.

El sesgo de los medios

 —El panorama de los medios es distinto al de hace 10 años: muchos desaparecieron en el camino y gran parte vive sumida en una crisis que los reduce cada día más. ¿Cómo ve ese escenario y qué efectos podría tener respecto a la diversidad de información en Chile?

—Cuando surgió inicialmente Ojo del Medio, muchos medios aparecieron y en ese tiempo La Nación dejó de circular. Hoy, por diversas razones, los medios están cerrando o reduciendo su personal, como ha pasado con los despidos en La Tercera, TVN y Publimetro. Hay una especie de código implícito de no opinar sobre medios y el cierre de medios afecta a la pluralidad, al derecho a la información y a la democracia. Sin embargo, culpar solo al estallido social o al Covid-19 por la crisis de los medios sería injusto. Esto es de más larga data y se explica por diferentes factores: la falta mirada de largo plazo y de visión para digitalizarse. Y adecuarse a los tiempos de redes sociales e internet. Por último, el compromiso de crear comunidad con sus lectores. Andrés Azócar, experto chileno sobre el tema, sostiene que hay que considerar que en los primeros años hay una gran pérdida en los medios, pero luego hay ganancias a largo plazo, como por ejemplo, la modernización que ha tenido el The New York Times.

—¿Su foco de atención sigue estando principalmente en los diarios impresos?

—Nuestro foco no está colocado solo en los diarios, quizás están subrepresentados, pero por un tema de formato es más fácil de analizar por medio de recortes, titulares y el registro de las publicaciones, a diferencia de un extracto de radio o compendio de videos.

—¿Hay diferencias en las coberturas entre las distintas plataformas?

 —Las diferencias deberían tender a disminuir entre las distintas plataformas, porque ahora, en un diario también puedes encontrar podcast, vídeos y en formato TV, como lo han implementado Emol, La Tercera y La Cuarta. Ahora todo se maneja en redes sociales; los canales de televisión tienen también sus sitios web. Considero que los medios deberían mezclar plataformas, lenguajes y modos de comunicar.

 —¿Cuáles cree que son las claves que la audiencia debiera tener en cuenta al momento de leer los contenidos en los medios?

 —Las audiencias, a la hora de informarse, deberían saber que los medios de comunicación en Chile están en manos de muy pocos dueños, que existen presiones editoriales y comerciales y comprender que el Covid-19 está afectando el ejercicio del periodismo, debido a la complejidad de realizar la profesión hoy. El público debiese tratar de informarse de diversos medios de carácter nacional e internacional, además de las redes sociales. No significa que la verdad esté en un medio u otro, pero sí de esa forma podemos ampliar nuestra mirada y disminuir los sesgos.

 

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