Tres mujeres y un hombre cuentan lo que más los amarga al navegar por la net: un sitio fértil para aprovechamientos y aprovechadores. Acá vamos…
Odio, más bien, me revienta ser parte de una lista CC (con copia) en los correos electrónicos. No se trata de sentirse especial ni nada parecido, pero por qué todos, me refiero a la mamá, el cuñado, la prima, la sobrina y el compañero de trabajo de mi amiga, tienen que enterarse de mi mail!!!
Otra cosa que detesto son los correos sin acento, como si la RAE estuviera excluida de Internet. También odio los mails con tipografías poco convencionales, de colores, o con mensajes solidarios, ecológicos o de cualquier tipo. Para remecer conciencias están las campañas.
Ah!!! y últimamente me molestan los mails escritos CON MAYÚSCULAS. Por ahí escuché que escribir así es como gritar.
Francisca Lira.
No es que odie la tecnología. Simplemente me molesta el mal uso que hacen de ella algunos pelotudos. Y de todo lo que me molesta, lo que más me molesta, son los status mamones en messenger o en facebook. De repente puedo entender que una mina ponga en su status de messenger “Afiebrada” o, “Enfermita”, pero que un tipo que se toma copetes contigo el fin de semana ponga “No aguanto más!!!” o “A punto del colapso” es información mamonamente privilegiada que no quisiera tener. Lo mismo va para facebook. Hay gente que cree que el asunto es twitter y renueva su status cada dos segundos. Alguna vez hubo un tipo al que terminé sacando de la lista de amigos porque escribía cosas así:
10:33: Gonzalo acaba de terminar de comer pavo relleno. Está lleno.
10:45: Gonzalo está pensando en sacar a pasear el perro.
10:51: Gonzalo se decidió. Va a sacar a pasear al perro.
11:08: Gonzalo ha vuelto de caminar con el perro. Cansado.
11:40: Gonzalo última media hora conectado. Ya quiero mi cama.
12:04: Gonzalo no aguanta más. Se va a dormir.
Qué ego, por Dios!! Si se pudiera aplicar violencia vía net, aplicaría al menos dos cachamales para Gonzalo. Pero como no se puede, opté por eliminar al tipo. No hay para qué hacerse mala sangre, no?
Ignacio Bazán.
Lo que más odio de la tecnología es cuando mi computador adquiere vida propia. Basta un mal movimiento, un giro brusco, equivocarse de tecla, un roce en el teclado y así 300 ejemplos más para que el mail que estaba releyendo antes de enviar (si es que efectivamente me animo a mandarlo) se dispare solo. El problema es que muchas veces ese mail es un desahogo personal y se convierte en una exposición inesperada, o es un mensaje que no he terminado y llega inconcluso, por lo que el destinatario –si es que confía en que lo mío son las metáforas- interpreta lo que se le ocurre y caemos en lo que se llama un “error comunicacional”. O también puede pasar -y esto es grave- que al momento de seleccionar al destinatario, mi computador se adelante y asuma que el mensaje es para X y no para Y, por lo tanto X se entera de algo que sólo iba a confesarle a Y. Pero, claro, quién me manda a usar la tecnología para esos fines.
Lyuba Yez.
Se han fijado en esos cuadros que aparecen a veces que dicen “Congratulations, you win” no se qué??? Al final son puros virus y cuesta un mundo sacarlos.
También esos links que aparecen de repente a páginas porno o unas chiquillas que se promocionan luciendo unos cuerpos envidiables y a precios de oferta, etc.
La lata es que la libertad y el tremendo mundo que te ofrece Internet, se inseguriza con toda esta basura porque perder info importante de tu computador, por un virus agregado a uno de estos links, es un desastre. Además, para los niños es un riesgo y hay que advertirlos para que no los abran y ojalá, no les de por verlos.
Una buena cosa es lo que hace www.disneylatino.com
Cada vez que mi hija se inscribe para participar de algo que el sitio ofrece, me llega un mail avisándome y mostrándome los datos que ingresó.
Qué lata que nunca falle el que se avive y encuentre la forma de meter ruido a tu tranquilidad y a la libertad de navegar por sitios de todo tipo.
Verónica Concha.