Es una reacción de los trabajadores por un conflicto laboral en medio de la crisis económica —y de medios— en España. Para los directores se trata de un ataque contra el “buen hacer profesional”.
Desde el viernes 24 de junio, ningún periodista del periódico español El País firmará los artículos que redacte, al menos hasta el jueves 30 del mismo mes. La llamada “Huelga de firmas” es una protesta de los trabajadores por la pretensión de la empresa, aseguran, de imponer un convenio laboral injusto. Una de las denuncias específicas es la de un sueldo bruto anual de 18 mil euros, “mientras ellos [el Grupo Prisa, dueño del medio] se reparten millones a pesar de la crisis”.
Quienes dirigen El País no han callado. En una columna publicada el 28 de junio y titulada “Transparencia frente a Fuenteovejuna”, Juan Luis Cebrián, Joaquín Estefanía, Jesús Ceberio y Javier Moreno critican la medida de los periodistas y, de paso, redactan un manifiesto sobre deontología periodística, conflictos laborales y deber profesional.
Una de los argumentos de los directores de El País es que los temas laborales no pueden inmiscuirse en el desempeño periodístico del medio. “Naturalmente, cualquier periodista tiene derecho a no firmar lo que no quiera, y así se respeta en el Estatuto de la Redacción de EL PAÍS, pero este es un derecho relacionado con la cláusula de conciencia, y por tanto, individual, y de ninguna manera colectivo”.
Y agregan: “Ocultar la autoría de una crónica, una entrevista o reportaje, en virtud de una decisión colectiva que nada tiene que ver con el contenido de dichos trabajos, atenta contra la deontología y el buen hacer profesional, y daña la relación normal con los lectores”.
El llamado de los directores es a la transparencia, necesaria, dicen, para un “periodismo digno, responsable y de calidad”.