Víctor Urrejola, 60 años. Administrador de edificio en la comuna de Santiago.
Por Gianfranco Miano y Elías Hasbún
En 100 días de Gobierno es muy difícil hacer una evaluación. El gobierno tiene que ordenarse un poco; yo como administrador de un edificio debo tener un equipo de confianza, en todas partes de la vida es así.
Mi impresión de Boric es como la que yo tenía del Presidente Allende en el 73’: yo en esa época tenía 12 o 13 años, y cuando lo escuchaba tenía la misma forma de hablar de Boric, la misma interpretación, como si lo intentara imitar hasta en su forma de vestir o en los lentes que él utiliza; es como si el hombre (Boric) quisiera parecerse en todo a Salvador Allende. Por ejemplo, en los discursos que él ha dado, que son muy similares, ese es mi punto de vista.
Con respecto a su desaprobación creo que le faltó liderazgo, no siento que él sea un líder. Si lo fuera, no hubiera estado tan tambaleante. Sobre todo en sus primeros días de gobierno, a este gallo le falta para ser líder. Sí valoro lo que hizo en su primera Cuenta Pública, haber agradecido al gobierno anterior el camino realizado en el ámbito de la salud, pero ahora último el tema de la vacunación ha sido un desorden. Él mismo fue capaz de reconocer que estando en el gobierno la cosa cambia; otra cosa es con guitarra, como se dice.
Encuentro que la doctora Siches tiene liderazgo y poder de mujer, pero aún le falta mucho para establecer ese poder. Siento que con el tiempo eso se va a ir normalizando y va a ir tomando más experiencia, pero se nota que ella se maneja.
Me preocupa mucho el tema de la seguridad y me he sentido vulnerable frente a la delincuencia. Afortunadamente no he sido víctima de ésta en el último tiempo, no quiero imaginarme si me roban el auto… siento que hay mucha delincuencia, cada vez es peor.
He tenido incertidumbre principalmente por mi trabajo, ya que, me dedico a la construcción. Si mi jefe me dice ‘’hasta aquí llega la cuestión’’, quedamos de brazos cruzados, para ellos no es problema porque van a seguir teniendo la plata que quieran. Entre tenerla y no tenerla, prefiero tenerla. Me he visto afectado por el alza de los precios, $50.000 no se hacen nada, ni en la feria, ni en un supermercado, pero soy consciente que esto es a nivel mundial.
El 4 de septiembre va a ser por segunda vez un hito histórico para la izquierda y va a estar todo muy polarizado hasta esa fecha. Siento que hay que ser más equilibrado. Eso se perdió en este país. He leído la propuesta de la Nueva Constitución y he hecho un esfuerzo por comprenderla, siento que deja muchos vacíos que pueden ser interpretados de mil maneras. El otro día leí que Ximena Rincón congeló su decisión por estos vacíos y el otro día el gobernador Orrego también dio a entender lo mismo. El cambio a la Constitución habría sido mucho mejor siguiendo el modelo que propuso Bachelet, sin estallido de por medio.
En todo caso me gustó cuando fue un tema de cambio manifestado por los estudiantes, pero cuando se vandalizó por gente que no eran estudiantes, no me gustó en lo que se convirtió. También lamento mucho lo que le ocurrió a Fabiola Campillay, el problema con Carabineros es que con los años las instituciones se van quemando.
Me parece que no es malo tener un presidente joven, se nota que el viene de una generación preparada. Los jóvenes de hoy en general tienen muchos conocimientos, mayores a los que yo tenía acceso cuando era joven. En esa época entrar a la universidad era muy difícil, era un gran privilegio estudiar. Yo con mis hijas no puedo hablar de política, porque ellos opinan muy distinto a mí, pero algo me manejo en el tema. La Concertación murió y eligieron a estos cabros, se renovaron; pero la derecha decidió seguir en los extremos.
Creo que Boric va a hacer un gran bien al subsanar el gran error del señor Lagos: por culpa del CAE mi hija no va a poder comprarse nunca una casa o está muy lejos de poder lograrlo en este momento. Si se abre la puerta a la condonación o al menos a que esto no esté controlado por la banca, sería una buena opción para muchos profesionales que están haciendo un gran bien por el país.