Actualidad

Gonzalo Argandoña: “Necesitamos editores capaces de manejar temas de ciencias”

Por ~ Publicado el 22 marzo 2011

La Asociación Chilena de Periodistas Científicos inicia hoy sus actividades 2011. El periodista Gonzalo Argandoña, presidente del organismo, entrega algunas definiciones sobre esta área del periodismo, a la luz de la creciente presencia de la ciencia en los medios de comunicación.

Las catástrofes naturales —es cosa de observar a Japón— generan aprendizajes; ya lo decía Emerson: “Aprendemos geología la mañana después del terremoto”. De igual forma, los medios y los periodistas deben incorporar y comunicar las explicaciones de la ciencia, procurando que televidentes, lectores y auditores comprendan discursos, conceptos y terminologías. Y eso no siempre resulta sencillo.

La Asociación Chilena de Periodistas Científicos (ACHIPEC), fundada en 1976, es el principal organismo de este tipo en el país, y sus objetivos apuntan, precisamente, a “enaltecer” la divulgación científica, perfeccionando a sus asociados y consolidando un diálogo directo con los protagonistas de la investigación en Chile.

Gonzalo Argandoña

“Somos alrededor de 70 socios, que corresponden a periodistas de Santiago y regiones, ejerciendo en medios de comunicación o en departamentos de comunicación de centros de investigación y universidades”, cuenta Gonzalo Argandoña, encargado del departamento de difusión del Observatorio Europeo Austral y presidente de ACHIPEC, que hoy martes realizará su primera reunión anual, iniciando sus actividades 2011.

—¿Qué debe entenderse por periodismo científico?
No existe una definición única de periodismo científico, pero lo podemos entender como el quehacer profesional en los medios, dirigido a la comunicación pública de la ciencia, la tecnología, el medio ambiente y la innovación, incluyendo una variedad de posibles aristas, tales como resultados de investigaciones y aplicaciones tecnológicas, debates sobre el financiamiento de la ciencia y la tecnología, controversias y dilemas éticos asociados al quehacer científico.

—¿Hablar de adelantos tecnológicos, especialmente aquellos referidos a la computación y la conectividad, es periodismo científico?
Depende de la profundidad y tratamiento de la información. Si son meros “publirreportajes”, basados casi textualmente en los comunicados de prensa de las empresas tecnológicas o sus agencias de comunicación, sin ningún enfoque crítico o de análisis, no lo considero verdadero periodismo científico. Pero si hay un esfuerzo de reporteo, síntesis y contexto, que entrega información de calidad al público, efectivamente es periodismo científico.

—¿Y el periodismo de ‘tendencias’, que se nutre de estudios e investigaciones académicas?
Nuevamente, no es posible generalizar. Hay que hacerse unas pocas preguntar para dar un veredicto. ¿Son trabajos realizados por autoridades en la materia? ¿Han sido publicados en revistas científicas de excelencia, revisadas por pares o son sólo resultados preliminares presentados en conferencias, pero no publicados en journals? ¿A cuántas personas se incluyeron en el estudio? ¿Hubo grupos de control? ¿Quién financió esa investigación?

—¿El periodismo científico tiene cabida en los medios de comunicación chilenos?
Lo hemos comprobado en los últimos meses, ante la preocupación por desastres naturales, terremotos, tsunamis, alertas nucleares, debates energéticos. Hemos visto más que nunca a especialistas, geógrafos, sismólogos, físicos nucleares, ocupando un espacio en los medios de comunicación. Además de este periodismo científico más “transversal”, tenemos las secciones especializadas en diarios como El Mercurio y La Tercera, programas de radio como “Tecnociencia”, series por televisión abierta como “Cazadores de Ciencia” de TVN, emprendimientos en internet de blogs sobre tecnología, aunque por supuesto aún queda mucho camino por recorrer.

—A su juicio, ¿es suficiente la formación de pregrado para dedicarse a esta área o se requiere una especialización posterior?
Se requiere una especialización posterior, para tener la capacidad de entrar en diálogo fructífero con la comunidad científica y tener no sólo una capacidad de “traducción” de la jerga científica, sino que también de interpelación. Sería deseable que esa especialización se dé de una manera formal a través de estudios de post-grado, como sucede en varios países con mayor trayectoria en la materia. Sin embargo, hay caminos intermedios, como la combinación del ejercicio profesional del periodismo, con cursos más rápidos de actualización en salud, ciencia, tecnología y medio ambiente. Incluso hay numerosas oportunidades de becas en el extranjero. Los invito a registrarse en el sitio de ACHIPEC para recibir alertas acerca de estas oportunidades.

—Dada la complejidad de los recientes fenómenos sísmicos y nucleares, ¿cree que el tratamiento informativo de los medios chilenos ha sido claro, adecuado, ajustado a las necesidades de las audiencias?
En los últimos meses hemos visto más que nunca la necesidad e importancia de que los medios de comunicación cuenten entre sus filas no sólo con periodistas, sino que también con editores capaces de manejar temas de ciencias, para que no metan en un mismo saco de confusión conceptos tales como “fusión del núcleo”, fisión atómica y fusión nuclear, por nombrar un solo ejemplo reciente a propósito de Japón. En general, el tratamiento de la información ha sido responsable, salvo excepciones en que por un ánimo de generar revuelo se han sobregirado más de la cuenta en cuanto a las posibles consecuencias de la contaminación radioactiva sobre el planeta, incluyendo nuestro país.

#Etiquetas:

Comentarios.