“Gabriel tiene cosas muy favorables, como por ejemplo que se muestra como una persona muy cercana a la gente”.


Laura Moreno, 28 años. Periodista, trabaja en el Partido Convergencia Social.

Por Jessmina Vera y Constanza Figueroa


Ahí estaba yo, viendo la tele con todos mis compañeros. Algunos sentados, otros caminando de un lado a otro y otros conversando entre sí para no pensar sobre el futuro de Chile. En ese momento pensé en todo el sacrificio que costó llegar a estas instancias.

Todo esto pasó cuando yo había terminado recién mi carrera de periodismo en la Universidad Alberto Hurtado y, para ese momento, había entrado a trabajar con la presidenta del Partido Convergencia Social, Alondra Arellano. Cuando Gabriel Boric se candidateó para Presidente no fue un proceso fácil, más bien tuvo un nivel de exigencia bastante alto. Me tocó trabajar desde las primarias tratando de plantear las diferencias de la coalición entre Daniel Jadue y Boric, también instalar a Gabriel como el candidato de la unidad dentro de la izquierda, y por último, tener que derrotar a la extrema derecha que se estaba posicionando con mucha fuerza. Además de todo eso, no solo tocaba velar por la campaña presidencial, sino velar también por las campañas de los parlamentarios que estaban en paralelo a ésta.

A pesar de todos estos problemas, algo así no me iba a parar, sino más bien me alentaba cada día más para que la gente como José Antonio Kast, que nos denominaban como “extrema izquierda” y que además iban a reprimir y a perseguir al pueblo. O también Pamela Jiles, diciendo que no íbamos a juntar las firmas. Yo milito desde muy pequeña, desde los 20 años y actualmente tengo 28 años, cuando solo éramos 500 personas alrededor de todo Chile.

Laura Moreno

Laura Moreno

Pero ahora que ganó mi candidato, mi compañero, el cual lo vi crecer dentro de nuestro partido, es algo muy conciliador. Gabriel tiene cosas muy favorables, como por ejemplo que se muestra como una persona muy cercana a la gente; también ha logrado generar cierto bienestar o facilidad para poder comunicar el trabajo que se ha dejado en limpio.

Ha logrado aumentar el sueldo mínimo, que ha sido el más grande en los últimos 25 años en términos porcentuales, pero yo por lo menos le hubiese sacado mucho más provecho. Además, ha logrado cumplir las expectativas como la condonación del CAE, el Acuerdo de Escazú, pues para 100 días del mandato es un muy buen balance.

Considerando que es el primer Gobierno que se declara feminista yo confío mucho en las capacidades que tienen las Ministras de poder instalar ciertas temáticas a favor del aborto, igualdad salarial entre géneros, mejorar las pensiones de las mujeres en base a las lagunas previsionales.  Como, por ejemplo, Antonia Orellana lo ha hecho, designando asesoras de género en cada una de los Ministerios.

Aunque no hay que dejar pasar que es un Gobierno ha tenido pormenores, como el manejo ante la mala información que divulga Izkia Siches. Además, las figuras más representativas del mandato de Gabriel son jóvenes, por lo que han sido constantemente criticados por la gente mayor ya que a ellos se les da la “credencial” social de que saben más.

Desde aquel 11 de marzo en el cual Gabriel llegó a ser Presidente de la República mis expectativas no son las más altas en torno al feminismo, considerando como quedó la composición del Congreso, en el que se tiene un nivel de extrema derecha que se ha amplificado mucho más, como Johannes Kaiser o Kera Barchiesi, ambos del Partido Republicano. Siento que estas contradicciones se van a agudizar, van a explorar conflictos de posición de ideas. Sé que la salida no va a ser tan fácil.