Programa de Investigación de Medios
Escuela de Periodismo Universidad Alberto Hurtado
Por Didier Aubert*
{*Profesor Escuela de Periodismo UAH}
El análisis de la cobertura fotográfica de las elecciones presidenciales en tres diarios durante un período de 13 semanas identificó 1.351 retratos de los cuatro candidatos: Jorge Arrate, Marco Enríquez-Ominami, Eduardo Frei y Sebastián Piñera. El número total de fotografías, sin embargo, fue significativamente más bajo, ya que varias imágenes fueron contadas más de una vez (ellas incluyeron más de un candidato).
Este estudio confirma que el tipo de fotografías utilizadas por la prensa chilena es bastante consecuente y convencional. Las convenciones periodísticas pueden también ser una oportunidad para que surjan estrategias políticas y decisiones editoriales: a pesar del deliberado uso “neutral” de la información visual, la prensa editorializó el uso de las fotografías, pero de una manera bastante discreta.
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1.- Las convenciones del fotoperiodismo político
El 77 por ciento de las fotografías tomadas durante la campaña muestra a los candidatos a nivel del ojo. Sólo el 5,8 por ciento de ellas permiten que el lector retroceda e incluyen un punto de vista más amplio del contexto (grandes multitudes, entorno natural o urbanizado). En otras palabras, los fotógrafos se ubican típicamente bastante cerca de los candidatos (a no más de unos pocos metros) y evitan mirarlos hacia abajo o hacia arriba.
Podría decirse que estas convenciones promueven la apariencia de “objetividad” periodística. Los ángulos bajo y alto se consideran una concesión de atributos de inferioridad o superioridad al sujeto que es fotografiado. Un ángulo bajo se supone que aumenta el tamaño del sujeto y la posición dominante. Un ángulo alto, en cambio, se supone que entrega un sentido de superioridad al espectador. Guste o no, esta frecuente interpretación de los ángulos de cámara son certeros; parece obvio que los fotógrafos que trabajan para El Mercurio, La Nación y La Tercera se preocupan de evitar ser acusados de escoger un “ángulo” cuando describen la pantalla. El hecho de que los fotógrafos estén relativamente cerca de los candidatos también sugiere que el énfasis visual está en los “hechos” y no en la interpretación. Simbólicamente, retroceder y establecer una perspectiva podría significar que los fotógrafos están tomando una distancia crítica con el evento. Muy pocos ejemplos de esto se podrían encontrar en esta campaña.
En su mayor parte, las fotografías publicadas en la prensa están en el grueso de la acción, mostrando a los candidatos asintiendo con sus partidarios o dirigiéndose a los ciudadanos desde el punto de vista de los partidarios o de la propia multitud. Los fotógrafos parecen planear dar al lector la sensación de que él/ella “estuvo allí”. El componente visual se diseña como una forma en que los lectores experimenten a través de otro el juicio de la campaña, no como una herramienta que podría permitir a los lectores pensar críticamente acerca de los candidatos.
Esta impresión está reforzada por el muy bajo número de marcadores negativos (tales como títulos negativos o claras descripciones de violencia, rabia o inadecuación involucrando a los candidatos) encontrados en las fotografías (94, uno de cada 14 retratos). Varios de estos fueron encontrados en la sección satírica de la Nación “Sangre Fría”, la cual dejó de centrarse en los candidatos presidenciales después del mes de octubre. El hecho que La Nación haya suspendido la inclusión de ellos en la única sección de estos tres diarios que se dedica al humor visual es otra señal que sugiere que la fotografía es generalmente considerada netamente “factual” y que su valor editorial es observado bastante sospechosamente por la prensa diaria.
Cabe destacar, finalmente, que la naturaleza convencional de las imágenes publicadas en la prensa no se debe a la no disponibilidad de los periodistas con puntos de vista fuertes o la originalidad visual. El 13 de diciembre, la Tercera finalmente escogió publicar una selección de imágenes que rompen las convenciones tan fuertemente establecidas durante las 12 semanas previas de la campaña.
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2.- Los “grandes candidatos” captan el mensaje del otro lado
Dentro de la altamente convencional cobertura de la campaña, los candidatos no lo hicieron igualmente bien. Algunos de ellos dieron forma a su imagen de manera que su mensaje fue relativamente más claro y más positivo que el de sus oponentes. Los datos cualitativos entregan interesante información adicional al respecto.
Arrate y Piñera se ubican en los dos extremos del espectro cualitativo. El candidato de “Juntos Podemos” es el único con una proporción baja cuantitativa/cualitativa: 1:1. En otras palabras, las fotografías de Arrate fallaron en incluir símbolos positivos (multitudes, sonrisas, banderas, familia, reuniones con otros líderes políticos) usualmente asociados con los candidatos exitosos. Esto es perfectamente concordante con el hecho que Arrate y Enríquez-Ominami fueron dos candidatos cuyos retratos fueron principalmente close-ups (48 y 50 por ciento, respectivamente), bastante más que el rango medio de las tomas. Los rostros de Arrate y ME-O estuvieron a menudo aislados de cualquier contexto significativo, como si los diarios estuvieran más interesados en los hombres que en sus mensajes políticos.
El caso de Piñera muestra un tipo diferente de cobertura visual y también una ventaja relativa sobre su principal oponente, Frei. Aunque el candidato conservador fue retratado ligeramente menos que su competidor, su ratio cuantitativo es más alto (1: 1,09 vs 1: 1,17). En otras palabras, el “promedio” de las fotos de campaña de Piñera mostró en la prensa mayores probabilidades de llevar símbolos visuales positivos. La diferencia, sin embargo, es no es lo suficientemente grande para concluir que Piñera alcanzó un significativo margen sobre los demás. Los datos semana a semana sugieren, sin embargo, que Frei estaba quedándose atrás de su principal oponente en las primeras semanas de la campaña y que tendió a acercar la distancia durante las últimas semanas.
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3. Decisiones editoriales: La Nación empuja a Frei; MEO es el mejor tratado en La Tercera
Una explicación para la habilidad de Frei de transmitir una imagen relativamente positiva –aunque a la zaga de Piñera durante toda la campaña- fue el trato preferencial que le dio La Nación, la cual dedicó un tercio de sus imágenes al candidato de la Concertación (32,3 por ciento).
Esta estadística en sí misma no es más grande que en los otros diarios (30,6 por ciento en El Mercurio y 29,3 por ciento en La Tercera). En esto los datos cualitativos son instructivos. La proporción cualitativa para Frei en la Nación es 1:1,22 contra 1:1,19 en El Mercurio y sólo 1:1,14 en La Tercera. Más significativo incluso es el hecho que la proporción de Piñera en La Nación es sólo 1:1,12 (menor que la de Frei). Esta estadística debe ser comparada con las de Piñera en El Mercurio (1:1,39) y La Tercera (1:1,61). Aquí, las diferencias se hacen verdaderamente relevantes. El “promedio” de fotos de Frei en La Nación muestra ligeramente más marcadores positivos que las fotografías de Piñera en el mismo diario. Esta configuración es notoriamente diferente de la situación en los otros dos diarios, para los cuales la proporción cualitativa está a favor del candidato conservador (1:1,19 a 1:1,39 en El Mercurio y, más espectacularmente, 1:1,14 a1:1,61 en La Tercera). Combinando un ligero porcentaje más alto de fotos dedicadas a Frei para una proporción favorable al candidato de la Concertación, La Nación ubicó en una fuerte oposición a sus competidores: ambos retrataron a Piñera de una manera mucho más positiva que a su oponente.
Finalmente, se podría decir que la cobertura de Marco Enríquez-Ominami es también significativa respecto de las decisiones editoriales. Mientras La Nación dedicó un bajo 18,2 por ciento a las fotos del candidato independiente, El Mercurio lo retrató en un 25 por ciento de sus fotografías y La Tercera en un 27 por ciento.
Estas cifras son interesantes cuando se comparan con el resultado de ME-O en primera vuelta (20,13 por ciento), pero también porque ellas muestran que los tres diarios adoptaron actitudes completamente diferentes al tratarlo. Mientras La Nación disminuyó su importancia, La Tercera lo mostró mucho más seguido que a Piñera, aunque con un ratio mucho menor.
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Categorías formales | Arrate |
Frei |
Ominami |
Piñera |
|
ÁNGULO | Contrapicado |
35 |
52 |
47 |
45 |
Nivel del ojo |
163 |
328 |
236 |
315 |
|
Picado |
16 |
35 |
35 |
43 |
|
DISTANCIA | Close-up |
103 |
158 |
160 |
179 |
Rango medio |
94 |
230 |
146 |
202 |
|
Rango ancho |
17 |
27 |
12 |
23 |
|
TAMAÑO | Una columna |
77 |
106 |
106 |
112 |
2-3 columnas |
113 |
243 |
175 |
241 |
|
Más grande |
24 |
66 |
37 |
51 |
|
POSICIÓN | Portada |
17 |
44 |
24 |
35 |
Página interior |
198 |
371 |
294 |
369 |
|
Categorías de contenido positivo | |||||
TOTAL |
169 |
474 |
345 |
514 |
|
Categorías de contenido negativo | |||||
TOTAL |
14 |
22 |
18 |
40 |
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TOTAL # DE FOTOS
CATEGORÍA DE CONTENIDO POS. Y NEG. |
Arrate 214/169/14 |
Frei 415/474/22 |
Ominami 318/345/18 |
Piñera 404/514/40 |
|
Mercurio
405 |
# de fotografías |
44 |
124 |
101 |
136 |
Marcadores positivos |
32 |
148 |
109 |
189 |
|
Marcadores negativos |
6 |
5 |
6 |
6 |
|
Nacion
439 |
# de fotografías |
84 |
142 |
80 |
133 |
Marcadores positivos |
74 |
174 |
93 |
149 |
|
Marcadores negativos |
2 |
3 |
5 |
27 |
|
Tercera
507 |
# de fotografías |
86 |
149 |
137 |
135 |
Marcadores positivos |
70 |
171 |
157 |
218 |
|
Marcadores negativos |
4 |
10 |
9 |
7 |