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El salvador del mundo

Por ~ Publicado el 26 diciembre 2008

Por Ignacio Bazán

Por los últimos 30 años, los secretarios del tesoro norteamericanos se han centrado en conferencias del grupo de los siete y en crisis económicas de países en desarrollo. Para Tim Geithner, el nuevo secretario elegido por Obama, la cosa es distinta. Si no tiene una capa de superhéroe guardada en su maletín, la cosa pega en el palo. Geithner tiene la misión—por ahora casi imposible—de arreglar todos los entuertos del sistema financiero norteamericano, que se esparcen como la plaga misma por el mundo entero.

Según el columnista de Newsweek Daniel Gross, una fuente confidencial, le pasó una lista de tareas a cumplir escrita por el propio Geithner para el mes en que asuma su cartera: Enero. La lista de temas pendientes va así:

1. Encontrar casa nueva en Washington.

2. Arreglar el poco sagrado desorden que es Wall Street.

3. Misma cosa para las comisiones de seguridad e intercambio (a raiz de la estafa Madoff).

4. Restaurar fe en el sistema global de finanzas.

5. Inmobiliarias?

Geithner se escapa un poco al perfil de secretario del tesoro norteamericano. Primero que todo, no es un viejo. Antes de él, la edad promedio del cargo fue de 59 años. Geithner tiene sólo 47. Y segundo que todo, Geithner, a diferencia de sus predecesores, tendrá la misión de reconstruir directamente desde las cenizas el sistema financiero mundial.

Henry Paulson, su predecesor, algo pudo adelantar, pero a todas luces, no fue suficiente. Paulson intervino y salvó varios bancos e industrias inyectándoles dinero, unos 14 trillones de dólares. Esto hizo que el estado quedara como socio capitalista de estos negocios. Ese fue el primer paso. Ahora Geithner tendrá que actuar más como manager que como prestador. Asegurarse que esas industrias se recuperen y evitar que otras caigan al fango.

En ese sentido, si hay algo claro en esta crisis, es que la economía necesita una reestructuración urgente. Y el rol de Geithner va mucho más allá de prestar plata o salvar a empresas de la quiebra. Según Morris Goldstein, miembro del Peterson Institute for Internacional Economics, se necesitan diez cambios fundamentales en el futuro próximo, desde incrementar el capital de los bancos hasta reformar el sistema inmobiliario. Goldstein dice que de los 10 cambios, al menos 5 dependen en que la secretaría del tesoro norteamericano presione duro para lograrlos en el congreso. Estos cambios no tienen nada que ver con meter dinero desesperadamente al mercado, como fue la tónica con Paulson.

El gran desafío de Geithner será centrarse en el mediano plazo. Se haga lo que se haga, muchos ya dan por perdido el primer semestre del 2009. De ahí que es extremadamente necesario que Geithner olfatee mucho más allá del pan que se quema en el tostador y solucione el problema eléctrico de la casa entera. Ir más allá de la contingencia inmediata. Y anticiparse a lo puede llegar a ser una crisis más larga de lo aceptable.

Si Paulson fue una suerte de bombero, Geithner tiene que ser una suerte de arquitecto. Las bases del futuro, la salvación del mundo, dependen de él.


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