Al secuestro de dos periodistas franceses en diciembre del año pasado, y la reciente liberación de un reportero japonés tras ser capturado en abril de este año, se agrega el asesinato del periodista afgano Sayed Hamid Noori en las cercanías de su casa.
por Javier García*
“Afganistán sigue siendo uno de los lugares más peligrosos en el mundo para los periodistas”. Así describen los distintos medios del mundo al país asiático. Y esta tónica se viene dando desde el 2001, año en que fueron derrocados los talibanes, ya que son al menos 14 los periodistas asesinados desde aquel acontecimiento.
Ahora fue el turno de Sayed Hamid Noori, quien trabajaba como presentador en la Radio Televisión de Afganistan (RTA). Tras acudir a un misterioso encuentro, fue encontrado apuñalado cerca de su casa, como lo informa la Asociación Afgana de Defensa de los Periodistas (CSJ). Aunque los motivos de su asesinato siguen siendo un misterio, estarían ligados con su fuerte oposición y participación activa en grupos disidentes al gobierno del presidente Hamid Karzai.
Por el momento, los medios locales atribuyen el asesinato a los talibanes, que en ocasiones anteriores han sido protagonistas de numerosos hechos de violencia contra miembros de la prensa.
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