En febrero de 2015 lanzó Yornal, una plataforma que, dice, busca “botar los paradigmas en que funciona el ecosistema de los medios en Chile”. Hasta ahora es la orquesta de un solo hombre, pero Rodrigo Cornejo, ex productor de CNN Chile, pretende consolidar un modelo de negocio múltiple —donaciones, publicidad, fondos concursables— y apelar a la solidaridad de los lectores: pagar para que otros que no pagan también accedan a la información. Quiere cambiar los medios, quiere renovar el periodismo chileno. Estas son las definiciones de su breve pero intensa experiencia administrando, dirigiendo, editando, reporteando y tuiteando en Yornal.

Rodrigo Cornejo trabajó en revista Qué Pasa y CNN Chile antes de crear Yornal. Foto: Patricio Contreras
DE JOURNAL A YORNAL
Tengo una fijación con el Wall Street Journal, con los medios gringos. Había “Journal”, estaba disponible para registrarse en Inapi. Todas las referencias que yo tenía las quería chilenizar porque el sistema de medios de comunicación en Chile es absolutamente sui generis, es un monopolio escondido, un sistema holgado y contundente de medios que están aliados, tienen los mismos dueños y es súper difícil para algunos no caer en los juegos de los medios grandes. Para nosotros chilenizarlo fue ponerle la “Y”, fue decir “démosle una identidad que nos diferencie”, mucho más de lo que puede ser un diario o un journal con las letras correctas. La “Y” fue disrupción, que la gente nos preguntara por qué estamos escribiendo “journal” así. El significado que tiene es botar los paradigmas en que funciona el ecosistema de los medios en Chile. Es interrumpir algo.
MI PIEZA ES MI NEWSROOM
Estuve dos días programando, buscando material, navegando y buscando posibles cosas que me llamaran la atención. Sé programar desde los nueve, diez años, aprendí solo. Dotado de mis herramientas pedí prestado un servidor, compré el dominio y aquí vamos. No me detuve porque publicábamos todos los días —hablo en plural pero en verdad era yo—, siete u ocho notas. Me gasté mucha plata en teléfono. Me compré un escritorio, me compré una tele, puse CNN, lo dejé prendido todo el día y era mi newsroom. No salía de mi pieza. Nadie me estaba pagando; de hecho, estaba perdiendo plata, se me fueron las vacaciones que nunca me pedí, el seguro de cesantía. Todo se me fue en Yornal. Hoy miro para atrás y digo: de verdad valió la pena. Hubo un clímax en que dije Yornal no se acabó, esto no es un hobby.
PUNTO DE NO RETORNO
Fue un artículo que sacamos sobre el “galán rural”, sobre Peñailillo. Escribí el editorial sobre la ponderación de las fuentes. Había alguien del Ministerio del Interior que quería posicionar a Peñailillo como víctima. A la periodista [de La Segunda] le tiraron un dato que Dávalos le dice así a Peñailillo de forma peyorativa. Y la periodista no ponderó… o quizás sí lo ponderó. En el artículo establecimos una serie de puntos de por qué debía tener más cuidado al ponderar las fuentes, porque la estaban manipulando. A ti las fuentes te manipulan y tienes dos opciones: hacerte el huevón o no pescarlas al final. Con el editorial aparecieron de la nada cien mil visitas y yo me volví loco; jamás preví que un artículo escrito por mí lo iban a compartir tanto. El apoyo que me dio la gente que leyó el artículo me hizo cambiar el switch y me hizo pensar que esto no era un chiste. Puede sonar muy soberbio, pero tengo la impresión de que nuestra generación, a distintos niveles, tiene que cambiar ciertos paradigmas: en educación, en economía, en política. Y a mí me tiene que tocar —a parte de nosotros nos tiene que tocar— ese cambio de paradigma del periodismo.
JUEGOS DEL HAMBRE
El periodismo está súper privado de libertad. Y es la libertad lo que nos permite ejercer el periodismo. Estamos en una crisis bastante grande en la que no estamos haciendo periodismo. Estamos en una especie de juegos del hambre en quien gana más clicks, quien tiene las mejores exclusivas, quien tiene el ánimo de golpear por golpear o qué medio es el mejor. Para mí como periodista lo que menos me importa es qué medio es el mejor. Me interesa que el periodismo cumpla su función como acto de justicia. ¿Es necesario que sea una empresa periodística? Sí, pero el equilibrio entre la institución periodística o la institución editorial y la empresa periodística tiene que ir orientado a las decisiones editoriales que tú tomes.
LOS MEDIOS NO CRITICAN A LOS MEDIOS
Muy pocas personas del medio van a criticar al medio. Hay una especie de cofradía, de buena crianza entre periodistas, de no atacarse porque están en las mismas pautas, conviven todos los días en los mismos lugares y forman amistades. Nuestro primer editorial, cuando criticamos a La Segunda, sorprendió por eso, porque ningún medio había tenido la decencia de criticar a otros medios con argumentos. Cuando nosotros sacamos el tema de la renuncia de Bachelet, dijimos “ok, nosotros la cagamos”, porque tomamos un dato que efectivamente nos llegó y cometimos el error de validar a una fuente que lo dijo en público, Tomás Mosciatti. Sumado a eso hicimos una crítica, porque Mosciatti hablaba de “posibles renuncias”, que “quizás”, “tal vez”. Aprovechando la ocasión pedimos disculpas. Pero hay que tener ojo con algo: el uso del condicional en los medios es un cáncer. Si tú no tienes noticias hoy en tu diario, vas a publicar en condicional. La imprenta está corriendo, los canales de televisión están al aire todo el día, la radio está al aire todo el día. Tienes que tener contenido. ¿Qué haces? Pongámoslo en condicional, total así no decimos que es verdad, no decimos que es mentira y cumplimos con el hecho de publicar.
QUÉ SIGNIFICA QUE YORNAL SEA UN “ESPACIO SEGURO”
Mi trabajo en Todo mejora fue hacer de las redes sociales un lugar seguro para los adolescentes que estaban siendo víctimas de bullying, a los que les estaban diciendo maricón 26 veces al día en el colegio. No tengo ningún problema en transparentar mi agenda. Es mi medio y es mi agenda. Punto. No tengo ningún interés adicional que agregarle a mi agenda en tratar temas LGTBQIA, a ser amigo de las asociaciones de la diversidad sexual, porque es un tema que a mí también me importa y me atañe. Segundo, es un tema de derechos humanos. El espacio seguro específicamente significa que en ningún momento cualquier niño o niña adolescente lesbiana, gay, trans, intersexual, queer confundido se va a sentir incómodo en nuestro sitio porque, al contrario, en nuestra agenda está la terapia afirmativa, un aspecto de la sicología que se está utilizando mucho, sobre todo en las terapias con personas LGTB, que es afirmar el ser. Yo reafirmo mi unicidad, mi personalidad, soy único en el mejor sentido posible. Yo también lo viví, también tuve que pasar por ese tipo de terapia para poder afirmarme a mí mismo y tener la seguridad de hacer un monstruo como Yornal.
PUBLICIDAD: RABIA Y FRUSTRACIÓN
Tuvimos un mes publicidad de Google. La sacamos porque ganamos veinte dólares. Ahora vamos a cerrar un acuerdo con Gama, de las bicicletas. Preferimos hacer un acuerdo con empresas b que son al final las que van a cambiar el mundo. Prefiero tener los espacios en blanco para que la gente lea las columnas sobre la vacuna del sarampión que tenerlo lleno de estupideces. En su homepage nuevo El Mostrador tiene tres banner de LAN iguales. Te pones a pensar: ¿dónde está la noticia? La otra vez me puse de mal humor todo el día, porque me metí a la página de ADN y pah, me apareció una publicidad. Y apretaba la cruz y no se iba. Sentí rabia, frustración, impotencia; me quise matar en tres minutos porque de verdad me tenían viendo la publicidad y yo quería entrar a ver la noticia. Ese va a ser un aspecto bastante diferenciador del modelo de negocio.
UN DERECHO A LA INFORMACIÓN PERFECCIONADO
El modelo de negocio lo estamos craneando con una suscripción solidaria. Es lo más complejo que hemos pensado en la vida, es lo más estúpido también, pero es lo más inteligente que nos puede llegar. Yo quiero que las personas donen para que otros lean. No quiero que sea una suscripción exclusiva donde tú tienes un acceso premium y otros no. Queremos hacer un pacto, un contrato físico, en el que nosotros nos comprometemos a rendir las cuentas, a hacer un informe de incidencia pública. ¿Cuánto aportaron tus diez lucas? No me interesa decir “gastamos en artículos de oficina”. No. Yo quiero que sepas cuál fue el efecto de haber donado plata en Yornal. A través de la suscripción te otorgamos un derecho, el derecho más estúpido que hemos inventado en la tierra, porque además de pagar tú tienes el derecho a no influir en ninguna de las cosas que hagamos. ¿Es una obligación? No, es un derecho. Porque ese derecho a nosotros nos mantiene independientes, nos mantiene con nuestra agenda libre. Yo quiero que esa gente que va a donar sepa que está negándose una libertad pero está ganando otro derecho. Está ganando un “derecho a la información perfeccionado”. Nosotros estamos cambiando muchos paradigmas, y parte de eso es cambiar el derecho a la información.
PERIODISTAS PARA CAMBIAR EL MUNDO
Yo estoy en un metro por un metro con acceso a internet y eso me basta y me sobra para tener un medio que superó al Pulso en seguidores de Twitter. Mi socio me dice “te vas a morir en tres meses si sigues en este ritmo”. Necesitamos periodistas motivados, periodistas que entiendan que estamos tratando de hacer otro periodismo. No queremos periodistas viejos y eso es un dogma mío. No queremos que lleguen personas que se las saben todas y nos digan lo que tenemos que hacer o que nos contaminen con su pensamiento basado en que tienes que tener más clicks. A nosotros nos interesa que sean personas que quieran cambiar el mundo con nosotros. Que quieran perder plata, a lo mejor, pero que se sientan felices con lo que van a lograr. Hasta ahora en términos de contenidos estamos satisfechos, porque nos llega contenido. Hay gente seca que nos ha ofrecido columnas y yo no tengo ningún problema en decirles “dale, pero te voy a editar”. Yo no voy a recibir cualquier cosa ni publicar cualquier cosa. El proyecto para nosotros tiene tanto valor social que la gente se acerca a ofrecernos ayuda.
RESCATAR INFORMACIÓN RELEVANTE
Nunca me ha interesado tener 80, 100, 150 mil seguidores. A nosotros nos va a dar el rédito cuando hagamos algo de verdad, publiquemos información relevante y eso nos ayude al debate público. Uno de los directores de Yornal es el Nacho Stark, amigo mío, es un crack de las redes sociales y bla bla bla. Yo le dije: “No me interesa invertir en redes sociales, me interesa que la gente llegue sola porque la información vale la pena leerla”. Y si tengo que esperar veinte años con mi bastón, mi idea no es tergiversar lo que nació naturalmente. Lo que menos me interesa es que la gente visite la página.
TRABAJO TERRITORIAL
Parte del modelo de negocio tiene que ver con un trabajo territorial que vamos a empezar a hacer durante este mes. No puedo dar más detalles, porque es parte del modelo de negocio, la empresa, confidencialidad, jajaja. Nos interesa porque sentimos que los medios están un poco desconectados. Están con una sensación de realización en sí mismos, buscando si soy mejor o no. Tienen una especie de claustrofobia y salen para las marchas sin el cono de la marca porque ahí la empresa no vale, ahí tengo que esconder mi imagen corporativa porque si no a mi periodista le van a sacar la cresta. Me da lo mismo irme a la quiebra después de tanto hueveo que hice. Me quedo contento y feliz con el trabajo que he hecho porque ya decidí que iba a dedicarle mi vida. No voy a perder nada más, a menos que me muera de un infarto mañana. No voy a perder nada más.