Este nuevo medio digital combina la cobertura política con el periodismo de drones, y la agregación de noticias con la opinión. En esta entrevista su director profundiza en la línea editorial —marcada por el concepto “libertad”— y en las prácticas periodísticas que está llevando adelante una redacción pequeña, pero que congrega reporteros jóvenes y experimentados en busca de consolidar una audiencia. “Nosotros creemos mucho en la construcción de comunidad”, dice Sepúlveda.

Foto: Patricio Contreras
Antes de que tuviera forma, oficinas y contenidos, El Líbero era una idea en la cabeza de Hernan Büchi y Gabriel Ruiz-Tagle. El periodista Eduardo Sepúlveda —ex editor de “Reportajes” de El Mercurio— se integró en la “etapa embrionaria”, como la califica. Y cargaba con dos referentes: el Huffington Post y Politico. Con Carlos Kubick, otro de los socios (el quinto es el abogado José Antonio Guzmán), viajaron a Estados Unidos y visitaron la redacción de estos medios. Si en un comienzo se pensó en medio digital y con versión impresa, ese viaje disipó la disyuntiva. “Me convencí que había que concentrarse en una sola plataforma, la digital”, cuenta.
El Líbero tiene casi dos meses de vida “pública” y ya cuenta con un equipo de nueve periodistas y dos realizadores audiovisuales. A eso se suma el contingente de columnistas donde destacan Patricio Navia, José Joaquín Brunner y José Ramón Valente, entre otros. Sepúlveda dice que la redacción del medio combina periodistas jóvenes —“gente que naturalmente conoce Twitter, Facebook, Instagram”— y periodistas con más trayectoria en medios.
Además, enfatiza que la propiedad de El Líbero es de las más públicas en los medios digitales chilenos y aclara que, salvo por Ruiz-Tagle, sus dueños no son empresarios. En entrevista con revista Capital, el ex ministro del Deporte de Sebastián Piñera recalcó que el medio no sería una “caja de resonancia” de Libertad y Desarrollo. Y Sepúlveda complementa: “La idea nuestra es hacer un periodismo independiente de los partidos políticos, del Estado, de grupos gremiales”.
UN MEDIO LIBERAL
—¿Qué entiendes tú por independencia de un medio de comunicación? ¿Es separar la propiedad, quienes lo financian, con el trabajo en la sala de redacción?
La transparencia es otra lección que aprendí del periodismo norteamericano, del cual soy admirador. En general los medios norteamericanos son muy abiertos, transparentes, tú puedes ver la propiedad. La mayoría de los medios, cuando hay elecciones, en páginas editoriales dicen quién les parece que es el mejor candidato.
—El endorsement.
Es una cuestión súper saludable y la gente entiende que eso no significa que todo lo que publiquen va a ser a favor de ese candidato o no. Simplemente están tomando una posición que me parece tremendamente saludable y que en Chile no existe.
—¿Ustedes lo harían?
Yo creo que podríamos hacerlo perfectamente. Tampoco quiero ser una especie de Quijote. La cultura chilena hay cosas que todavía las penaliza. Pero, hasta aquí, hemos tratado de ser súper transparentes. Ya todo el mundo sabe quiénes son los propietarios. Es un desafío bonito hacer el mismo ejercicio con los otros medios digitales que hay en Chile. Sobre la independencia: primero, independencia respecto a los poderes establecidos. Y, segundo, la independencia significa que vas a hacer una labor periodística enfocada y centrada en tu audiencia, en servirla de buena fe, usando la ética periodística, para que la gente sepa exactamente qué estás haciendo.
—Cuando hablas de la “independencia respecto a las poderes establecidos”, ¿es también sobre las ideas que esos poderes promueven?
La capacidad que tienen de limitar tu capacidad de hacer periodismo independiente. Si eres un medio del estado, obviamente que tu independencia es compleja. Si eres un medio del gobierno, peor. Si tú perteneces…
“Ya todo el mundo sabe quiénes son los propietarios. Es un desafío bonito hacer el mismo ejercicio con los otros medios digitales que hay en Chile”.
—A un grupo de empresarios.
A un gremio empresarial, absolutamente. Es muy difícil, porque ellos tienen muy claro cuáles son sus objetivos y qué es lo que quieren hacer. Pero todos los medios tienen propietarios. Si un canal de televisión es de un grupo empresarial, ¿qué significa eso?
—¿No crees en modelos como el de la BBC?
Sí, la BBC funciona bien en el contexto de un país desarrollado y rico.
—¿Qué nos faltaría a nosotros?
Ser un país desarrollado y rico.
—En Chile hay riqueza.
Sí, pero piensa en Televisión Nacional. Si tú quieres eso hay que destinar una porción del presupuesto del Estado a TVN. La pregunta es: ¿la sociedad chilena está dispuesta a eso o está dispuesta a que con esa cantidad de plata, que no es poca, se mejore la salud, la educación, la seguridad ciudadana? Si tú fijas como estándar que el buen periodismo sólo lo hacen entidades financiadas por el Estado, ¿qué pasa con las otras posibles manifestaciones? Es una discusión no muy moderna en el sentido que hoy día una cuenta en Twitter es un medio de comunicación.
—En revista Capital Gabriel Ruiz-Tagle dijo: “Éste es un medio periodístico que no tiene ninguna pretensión de ser un diario de defensa de ideas políticas partidistas, sino un referente de información seria, de buena calidad”. ¿Son dimensiones absolutamente incompatibles?
No. Hay partidos políticos que hacen un trabajo muy serio, que tienen su página web y lo que ponen ahí es súper serio. En general todas las páginas web de los partidos políticos son medios de comunicación donde ellos comunican ideas, información. Son partidistas y la idea nuestra es que nosotros no somos defensores de ningún partido. La idea nuestra es hacer un periodismo independiente de los partidos políticos, del Estado, de grupos gremiales, de todo eso.
—Aun así la gente los asocia como un medio de derecha y que defiende ideas de derecha.
Depende de quién lo plantee. Si tú estás en la izquierda, tu corazón y tu cabeza y tus ideas son de izquierda, a lo mejor vas a considerar que es de derecha. Pero si tú eres una persona muy de derecha, a lo mejor vas a considerar que este no es un medio de derecha, que es de centro o puede ser incluso de izquierda en algunas cosas. ¿Mega es de derecha o izquierda? ¿El Mostrador es de derecha o de izquierda? Creo que hay mucha caricatura en eso.
—¿Qué aporta El Líbero al espectro de medios que ya existe?
En periodismo aporta innovación. Estamos haciendo un esfuerzo grande por innovar en periodismo, por hacer cosas que no se hacían. Hay cuestiones bastante explícitas a las que dedicamos mucho esfuerzo y muchas hora-hombre, y por lo tanto muchos recursos, en innovar. Plantearnos tan explícitamente en defensa de la libertad también es novedoso. En general la mayoría de los medios no define qué está haciendo y dicen que entregan información.
—Pero los editoriales de El Mercurio y La Tercera son bien claros al respecto.
Pero esos son los editoriales. Veamos cuál es el periodismo que hacen. Y juzguemos el periodismo que hacen por la calidad. Hoy en Chile en los medios hay periodismo de muy buena calidad y a veces hay periodismo de no tan buena calidad y el esfuerzo de los medios tiene que ser ese. Que ellos en sus páginas de opinión den una opinión de lo que les parece, es legítimo. Muchas veces he visto editoriales de El Mercurio o La Tercera que son completamente antagónicos respecto a ciertos puntos y es muy saludable que así sea.
INNOVACIÓN, AGREGACIÓN, VERIFICACIÓN DE DATOS
—En este momento el sitio web sigue en una fase beta. ¿Cuándo esperan entrar en una operación oficial?
El proceso que definimos es continuo. No quiero dar una fecha. Debutamos con cinco secciones; hoy tenemos siete y el proyecto contempla doce. Por lo menos vamos a estar en fase beta o marcha blanca hasta que enteremos las doce secciones que es la oferta completa de contenidos. Eso nos puede tomar un par de meses.
—¿Qué contempla esa oferta completa?
Sorpresas.
—Pero ahora tienen opinión, deporte, mucha noticia política. ¿Se van a ampliar a cultura, áreas más tradicionales?
Sí. El debut es agregación de noticias, un concepto nuevo que en general no se hacía en Chile y nosotros, tomando un modelo adaptado del Huffington Post, estamos haciendo la #SelecciónNacional y la #SelecciónInternacional. Después está el área de periodismo de drones, que también es una innovación que en Chile no existía. Y tenemos áreas más convencionales, que son la opinión, tenemos el #ForoLíbero que son los columnistas estables, tenemos #IdeasLibres, que es otra sección de opinión donde hay ensayos. Sí nos vamos a ampliar a otros contenidos temáticos, más convencionales. Y vienen otras manifestaciones del periodismo contemporáneo que tampoco se han explotado mucho en Chile. Uno de los proyectos que está prácticamente listo y que viene es chequeo de datos, fact-checking.
—Como lo que está haciendo El Polígrafo.
Exactamente. Me tocó ser fundador de El Polígrafo en El Mercurio y por lo tanto conozco la metodología. También están contempladas otras cosas como periodismo de datos, hay una parte súper fuerte de redes sociales.
—¿El trabajo de agregación de noticias lo hace un solo periodista? ¿Se van rotando?
Lo hace un equipo de cuatro periodistas.
—¿No es destinar muchos recursos para un producto?
Es harto recurso pero es una de las secciones potentes que tiene El Líbero. Una parte súper relevante de nuestra audiencia son las personas que “consumen” la agregación de noticias. Es un público muy fiel, que nos interesa atenderlo muy bien y es una comunidad que para nosotros es fundamental. Es una labor trabajosa, difícil, pero que nos parece crucial.
—¿Cuántos suscriptores tienen?
No te puedo dar cifras de ese tipo. Como estamos todavía en una fase de desarrollo, de crecimiento, podría ser engañoso, hay gente que podría pensar que estamos blufeando. No somos un sitio que esté en la búsqueda de grandes tráficos. Hay sitios que dicen “tengo no sé cuántos cientos de miles de clicks”, pero nunca explican ni transparentan cuál es la calidad de esos clicks, a dónde se fueron, no sabes si esos clicks son gatitos, son las nueve posiciones eróticas del Kamasutra para ancianas o qué. Tenemos la experiencia triste, reciente, de Terra, que tenía volúmenes gigantescos de tráfico y que, sin embargo, cerró sus oficinas en Chile, lo cual es una lección de que el volumen de tráfico no garantiza el éxito de un proyecto, la rentabilidad, la fidelidad de la audiencia.
PERIODISMO DE DRONES: “ES PERIODISMO EXPERIMENTAL”
—¿Cómo trabajan los contenidos de la #LíberoCam? ¿Tienen una lista de temas que les interesa cubrir con el periodismo de drones? También tienen capacidad de reaccionar a la contingencia.
El periodismo de drones es una experiencia nueva no solamente en Chile sino que en el mundo. El periodismo de drones que hacemos nosotros es periodismo experimental, estamos aprendiendo, hay muchas personas que observan lo que estamos haciendo, en Estados Unidos y en otros países, nos preguntan. Como bien dices hemos hecho experiencias muy distintas; hay notas muy contingentes, como el bombazo. Queríamos ver cuál era la capacidad de reacción que teníamos. Y tenemos otras notas que hemos preparado durante semanas y hemos investigado y hemos llevado el drone sólo cuando tenemos cierta claridad de lo que vamos a hacer.
—¿Cuánto demora hacer una nota de periodismo de drones?
Hemos hecho dos o tres coberturas de reacción rápida, una fue el bombazo y la otra fueron los tacos en la cuesta Las Chilcas, y eso nos tomó —entre activar el drone, subirlo, grabar, bajar, editar y publicar— más o menos unas dos horas.
“Plantearnos tan explícitamente en defensa de la libertad también es novedoso. En general la mayoría de los medios no define qué está haciendo y dicen que entregan información”.
—Así como prefieres no compartir el número de suscriptores, ¿tampoco lo harías con el número de visitas al sitio?
No. De hecho, no es un tema que estemos conversando en el equipo, no es un tema que se hable abiertamente. Hemos tenido una audiencia creciente. Por ejemplo, dimos un golpe grande que fue la primera entrevista a Iván Zamorano cuando rompió su silencio después de los problemas que tuvo, y eso trajo una audiencia gigantesca, pero probablemente al día siguiente el 30 o el 50 por ciento de esa audiencia ya no estaba. Lo que nos interesa es una audiencia que sea relativamente “fiel”, una audiencia que esté todos los días con nosotros.
—¿Sienten que conocen a su audiencia?
Un camino para conocerla es que le enviamos todos los días por mail, a quienes se suscriben, la agregación de noticias, la #SelecciónNacional, la #SelecciónInternacional y algunos de nuestros contenidos. Y esa es una posibilidad que tenemos de conocer quiénes son las personas que están interesadas en nosotros. Una porción de nuestra audiencia la conocemos a través de este sistema de mailing que les mandamos todas las mañanas.
—No tienen activado el espacio para comentarios en el sitio.
Todavía no. Eso es parte de la versión beta que estamos trabajando, porque también ahí queremos innovar. No queremos que sean los comentarios tradicionales que, sentimos, muchas veces no agregan valor a las notas sino que más bien las devalúan.
—¿Definieron una estrategia específica para las redes sociales?
Estamos también en una fase experimental, tratando de conocer la dinámica de las redes sociales. Son fantásticas en algunas cosas pero también a veces tienen esta misma característica, que es devaluar los contenidos, los debates, las discusiones. Por ahora estamos con una existencia un poco tímida en las redes sociales.
—¿Hoy el énfasis está más en la #SelecciónNacional que llega al correo que en las redes sociales?
Tú en general tienes relación en ambos casos. Hay mucha gente que nos escribe mails, pero también hay gente que nos habla y se comunica con nosotros a través de las redes sociales. Nosotros creemos mucho en la construcción de comunidad. Y vienen para adelante iniciativas que tienen que ver con tener un contacto más estrecho con nuestra comunidad.
—En el horizonte de esa construcción de comunidad, ¿está la idea de cobrar?
Yo creo que sí. Hoy día el periodismo necesita financiarse, el buen periodismo necesita un buen financiamiento. Más que cobrar, es que la gente pueda tener la oportunidad de pagar por una mejor experiencia. Netflix descubrió un modelo muy interesante que luego fue replicado en el mundo de la música en sitios como Spotify. Nosotros estamos seguros de que hay gente dispuesta también a pagar por tener una experiencia con contenidos noticiosos de esas características.