Actualidad

Lyuba Yez y la importancia del defensor del lector: “No es el juez castigador, sino que está defendiendo a un público”

Por ~ Publicado el 20 abril 2012

Ir a la Serie de defensoría de la audiencia | La periodista, escritora y académica destaca, entre otros aspectos, la autonomía que debe tener esta figura que en Chile no ha logrado aún consolidarse y que, a su juicio, está más asociada a la revisión de las preocupaciones de los medios y de la academia sobre el oficio, “que a la definición de gustos o posturas específicas sobre temas”.

Lyuba Yez fue defensora del lector en Kilómetro Cero. Foto: Daniela Fuentes

El periodismo es una profesión que cotidianamente está siendo evaluada y enjuiciada por la opinión pública. El titular no gustó, faltó una foto o el enfoque del periodista no tuvo aceptación en las redes sociales. A pesar de lo participativo que suele ser el público, en Chile la figura del defensor del lector —u ombudsman de la audiencia— no parece estar consolidada. Pero: ¿qué es un defensor del lector? ¿Qué hace? ¿Quién le paga? ¿Para quién trabaja?

Conversamos con Lyuba Yez sobre estas interrogantes. Periodista, escritora, docente de ética periodística en la Universidad Alberto Hurtado y en la Universidad Católica, Yez fue defensora del lector del periódico Kilómetro Cero el año 2007, experiencia que le permite, hoy, hablar con amplia propiedad de esta figura.

“La figura del defensor del lector te obliga a una exposición y a un cuestionamiento mayor. Es una figura que puede generar un poco de temor en los periodistas probablemente”, dice Lyuba Yez.

Según explica la académica, el defensor del lector es una persona que está dentro del medio y que regula las concesiones éticas que se han asumido o consensuado como importantes y valiosas dentro del periodismo y del propio medio en el que se desempeña. Aclara, sin embargo, que es un rol complejo y resistido.

“Por un lado es muy bueno para el lector y es muy bueno para la profesión, porque existe esta persona que está velando porque el lector sea informado de manera rigurosa, exacta. Y es malo porque ‘expone’ mucho al medio a asumir sus propios errores y a nadie le gusta asumir que se equivoca. La figura del defensor del lector es algo que siempre va a ser positivo hacia afuera, en términos de validación de la profesión, de respeto al medio y también de autorregulación del mismo”.

—¿Es un enemigo del medio?
Por ningún motivo. Él participa como un observador y su interés está en el público. Conoce a los periodistas, al director del medio, sabe cómo se plantean los temas, pero también sabe cómo se deben hacer las cosas. Muchas veces los medios, por diversos motivos, se pueden equivocar y el defensor del lector responde a esas inquietudes. A la vez, tiene un rol proactivo en el sentido de que si los lectores no se han dado cuenta de cierto problema que surgió en el medio, él asume su rol, transparenta el asunto e instala el tema. Se asumen los errores más abiertamente y eso siempre es bueno. Muy propio del periodismo anglosajón, yo no lo veo tanto en el periodismo latinoamericano. Allá el defensor del lector, el famoso ombudsman, es necesario y muy respetado por el medio. No es que en el medio la gente esté asustada por esta figura ni que la odie, es sólo que no hay ningún tipo de influencia de los periodistas ni del director sobre ella, porque ésta es más bien autónoma.

—¿Por qué es importante que tenga esa autonomía?
Porque sería muy raro, por ejemplo, ser editora de espectáculos y al mismo tiempo ser la defensora del lector, porque soy parte interesada. Esta persona no toma decisiones, no participa de ellas ni está en la ejecución de la profesión. Es como un narrador omnisciente que mira lo que pasa en el medio y a la vez está pendiente de los manuales de estilo, la línea editorial o las orientaciones programáticas. Trata de que los contenidos sean coherentes con lo que se persigue y quiere en el medio. Y eso implica que también se asuman los errores y se pidan disculpas.

—Además de la autonomía, ¿qué otras características personales y profesionales debe tener una persona que ejerza la labor de defensor del lector?
Por lo general los defensores de lector son personas que o tienen una basta experiencia en términos editoriales en los medios, o, en muchos casos, personas que vienen del mundo académico, que han desarrollado toda una investigación en la línea de la ética periodística o del derecho a la información. Por lo general son abogados y periodistas asociados mucho al tema del derecho a la información, ese es el background que traen. Son personas que no están cumpliendo roles activos en medios de comunicación, justamente porque deben protegerse de ser cuestionados en términos de conflictos de interés, como todo cargo que involucra chequear y mirar una realidad y asociarla a un hecho puntual.

EL CASO DE CHILE: FIGURA NO EXPLÍCITA

LA EXPERIENCIA EN KILÓMETRO CERO“Trabajaba en la Universidad Católica, en la Facultad de Comunicaciones y estaba este medio Kilómetro Cero que se imprimía en esa época. Me propusieron ser defensora del lector, pero en ningún minuto me presionaron, en ningún minuto participé de reuniones de pauta ni de decisiones editoriales. Yo sólo tenía que observar cómo funcionaba el diario e incluso en muchas oportunidades me hacía cargo de dilemas editoriales dentro del medio, porque ellos estaban dispuestos a que eso se supiera. A lo que voy es que yo funcionaba, y esa es la naturaleza del defensor del lector, de una forma muy autónoma”.

Para Lyuba Yez, el modelo descrito funciona mucho más en el mundo anglosajón, donde los lectores, en el caso de los diarios, son muy activos: “Mandan mucha carta y le escriben al defensor. Le dicen ‘tengo una duda, con tal dato’, y ahí el defensor del lector cuando escribe sus columnas está respondiendo a demandas o preguntas específicas”, explica.

La académica, sin embargo, insiste en que el defensor tiende a asumir un faceta proactiva, lo que implica observar al medio y constatar si lo publicado se condice o no con los estándares de la organización y de la profesión.

En Chile hay poca defensoría del lector, aunque, según manifiesta Yez, esa figura puede que exista en los medios y no esté tan explicitada. En televisión no hay un defensor de la audiencia propiamente tal, pero sí puede operar una figura que está muy atenta a la política editorial, a la ética periodística y al quehacer del medio.

“No todos los canales lo tienen, pero por ejemplo, yo me acuerdo que en Canal 13 Polo Ramírez fue mucho tiempo una especie de defensor del espectador cuando estuvo a cargo de que la línea editorial del canal, en esa época, estuviera totalmente en concordancia con lo que se estaba haciendo. Y, claramente, no lo estaba en muchos casos, y eso generaba discusiones al interior del canal y él participaba de eso a través de esta figura”, cuenta Yez.

—¿Por qué no se ha consolidado esa figura en Chile? ¿Porque el lector no participa?
No, el lector es bien participativo y es muy cuestionador, lo que pasa es que también la figura del defensor del lector te obliga a una exposición y a un cuestionamiento mayor. Es una figura que puede generar un poco de temor en los periodistas probablemente, de decir ‘por qué alguien nos va a estar mirando y cuestionando y sugiriendo cosas a través de una columna que publica nuestro propio diario’. Y probablemente por esa cosa de no desnudarse o no exponerse demasiado, no está. Ahora, yo no tengo la respuesta a esa pregunta porque es pura intuición y siento que probablemente estemos suponiendo que hay menos defensores del lector de los que hay realmente, sólo que tienen otro nombre. Pero la figura del ombudsman así como ‘yo le voy a escribir al defensor del lector porque estoy molesta por la foto que se publicó en tal reportaje’, eso existe muy poco.

“Los medios no se van a morir si no está el defensor del lector, porque claramente no se han muerto, ni van a ser mejores ni peores, pero sí creo que, en la medida en que seamos más transparentes, parecemos más honestos”.

—¿Es una figura que debería seguir existiendo? ¿Debe redefinirse?
Los medios no se van a morir si no está el defensor del lector, porque claramente no se han muerto, ni van a ser mejores ni peores, pero sí creo que, en la medida en que seamos más transparentes, parecemos más honestos. Y en la medida en que también asumimos nuestros errores, es más posible que el público nos perdone, a cuando tapamos esos errores. Creo que la figura del defensor del lector es valiosa en ese sentido porque no es el juez castigador, sino que está defendiendo a un público. Hay que entender que el periodismo es un mandato y que por lo tanto se está respondiendo a esa responsabilidad que otorgó el público al dar el ejercicio de esas facultades a los periodistas.

—Con las redes sociales pareciera que la mejor crítica sobre medios se hace fuera del medio. ¿Las nuevas tecnologías desdibujan el trabajo del defensor del lector?
No, yo creo que las redes sociales ahí están en otro tema. Las redes sociales están democratizando e hiperdemocratizando todo. Entonces uno opina de todo y de todos.

—¿Sin saber incluso?
Sí, yo diría que el 80 por ciento de las veces sin tener idea. Opino o cuestiono desde la guata a Chilevisión por la serie “Infieles” que estoy viendo, pero probablemente no voy a hacer una denuncia al Consejo Nacional de Televisión. Los mecanismos de autorregulación están fuera de los límites de las redes sociales. Yo creo que las redes sociales son una tremenda ciudad donde cabe aparentemente todo y donde todo se puede decir y donde todos somos súper libres, donde no hay ninguna regulación. En cambio el defensor del lector está apuntando a algo súper distinto, que es buscar esos límites y, aunque nos moleste, asumir que existen y que hay que encauzar nuestra propia práctica periodística a ellos. El defensor es algo mucho más arcaico, mucho más antiguo —y esto no es peyorativo—; creo que lo antiguo y lo arcaico es algo a lo que uno tiene que recurrir de vez en cuando porque a veces te ordena. El defensor del lector está mucho más asociado a la revisión de las preocupaciones de los medios y de la academia sobre el periodismo, que a la definición de gustos o posturas específicas sobre temas.

#Etiquetas:

Comentarios.