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Las demoledoras críticas a la campaña de Invisible Children para detener a Joseph Kony

Por ~ Publicado el 10 marzo 2012

Que llegó tarde, que enaltece el poder del hombre blanco, que trata de imbécil al público. El video diseminado a través de las redes sociales ya supera los 60 millones de visitas en menos de una semana, pero su cruzada para detener al sanguinario guerrillero ha despertado ácidas críticas.

Si usted no lo ha visto, hágalo. El video “KONY 2012” es parte de una campaña de la ONG estadounidense Invisible Children que busca terminar con el uso de niños soldados en el ejército guerrillero del ugandés Joseph Kony, un sanguinario señor de la guerra y blanco número uno de la Corte Penal Internacional. Su viralización ha sido explosiva: en cinco días ha logrado más de 65 millones de visitas, sólo en YouTube.

Un éxito conmovedor, pero no para todos. Las estrategias de Invisible Children —solicitud de donaciones, venta de chapitas y pulseras, llamado para la acción bélica de Estados Unidos— han despertado críticas de diverso tipo, las que apuntan al neocolonialismo, la tardanza en su activismo y su sensiblería barata para embaucar al mundo.

Acá revisamos algunas voces disonantes:

  • Max Fisher, de The Atlantic, menciona el pobre historial financiero de Invisible Children y recurre a argumentos históricos para demoler la visión de la ONG: “Esta campaña viral refuerza la peligrosa y centenaria idea de que los africanos están indefensos y que los idealistas occidentales deben salvarlos”.
  • Jack Shafer, en su blog en Reuters, critica la moral de la ONG, cercana al espíritu de los televangelistas y productores de teletones, como hiciera en su momento Jerry Lewis (y en Chile Don Francisco). Y asegura que esto traerá consecuencias: “Cualquier proyecto y video que el grupo haga ahora será analizado y criticado por enésima vez, y puedo garantizar que los periodistas están excavando la historia del grupo buscando suciedad. La gente que odia que los tomen por imbéciles —esos serían usted, yo y el fantasma de Christopher Hitchens— evitará con el máximo esfuerzo a este grupo, sus videos sensibleros, sus incursiones para recaudar fondos, sus estúpidas poleras y sus kits de acción”.
  • Musa Okwonga, en su blog en The Independent, alude a una escena del video que no devela toda la realidad de Uganda: Jason Russell, director del film, le muestra a su hijo una foto de Joseph Kony y le dice que es “the bad guy” (el chico malo). “Lo que el narrador falló en decir a su hijo —escribe Okwanga, cuya familia es natural de las zonas acechadas por la guerrilla— es que cuando un hombre malo como Kony realiza esto durante años y años, violando y asesinando y disparando, es muy probable que otra hueste de hombres malos esté ahí permitiendo que él continúe. El narrador debió haber dicho eso también”. Okwanga apunta sus dardos a Yoweri Museveni, presidente de Uganda que lleva más de veinte años en el poder, consciente del actuar de Kony.
  • Elizabeth Flock, en The Washington Post, se centra en una polémica fotografía que muestra a los fundadores de Invisible Children —Bobby Bailey, Laren Poole y Jason Russell— posando con armamento junto a los miembros del Ejército de Liberación de Sudán. Flock entrevista a Glenna Gordon, la autora de la imagen, quien declara que se sintió incómoda en el momento y que el producto final se ha erigido como un “epítome” del neocolonialismo.
  • En rtve.es, Pilar Requena plantea que la exigencia de una reacción internacional para capturar a Kony no mide las posibles consecuencias que podría traer para sus víctimas. Aunque no desmiente que el objetivo de Invisible Children es positivo, expone sus reparos: “Si hay algo que le sobra al video, base de esa campaña, es efectismo y si hay algo que le falta, es contextualización, resultando excesivamente simplista”.
  • En su Room for Debate, el New York Times ha convocado a distintas personas para opinar sobre la campaña: TMS Ruge dice que “cuando los activistas queremos ayudar a la gente, no deberíamos asumir que sabemos lo que es mejor para ellos”; Kate Cronin-Furman y Amanda Taub advierten que la intervención militar no es simple y que las experiencias pasadas han provocado desplazamientos de población y miles de muertes.
  • Otras fuentes que se han sumado a la reacción contra Invisible Children: el blog Travelling While Black, que plantea que la idea de la ONG es lucrar vendiendo periódicos viejos; el Tumblr Visible Children, que en pocos días tuvo más de dos millones de visitas; y la bitácora Backslash Scott Thoughts, que denuncia la excesiva simplificación del mensaje de la campaña.
  • En The Guardian pueden leer uno de los recuentos más completos sobre las repercusiones de “KONY 2012”, con críticas de expertos, las respuestas de la ONG y los comentarios del público.
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