“A Sangre Fría”: a 50 años del crimen que hizo famoso a Capote

El 16 de noviembre de 2009 se cumplió medio siglo desde que la prensa estadounidense informara del macabro crimen de la familia Clutter, inmortalizado en la obra de no ficción de Truman Capote. Sin embargo, el recuerdo del hecho trasciende las páginas A sangre fría y los medios de comunicación han preparado reportajes y archivos para calibrar los efectos y consecuencias del asesinato de los Clutter.

El 16 de noviembre de 1959, la portada del periódico The Hutchinson News —publicado en Kansas, Estados Unidos— desplegó un titular escalofriante: “Four in Holcomb Family Murdered”. Una familia de cuatro personas —Herb, Bonnie, Nancy y Kenyon Clutter— fue amarrada y asesinada en su hogar, en las afueras del pueblo de Holcomb. No hubo rastros de hurto en la casa. El Garden City Telegram, de la ciudad homónima del mismo estado, describió el hecho como “uno de los más trágicos en los anales de la región”.

Ese mismo día, a 2.300 kilómetros al este de ese zona, otro periódico también hizo eco —con menos estridencia— de la información. Truman Capote, un reportero de pelo engominado y gruesos anteojos, tomó en sus manos el New York Times y leyó una delgada noticia firmada por la agencia UPI, cuya extensión no superaba las 300 palabras. La fotografía de Herbert Clutter, padre de la familia, era de Associated Press y encabezaba el reporte.

Ya fuera el detalle de que en la casa de los Clutter se cortó la línea telefónica para evitar llamadas de auxilio o que los asesinos no se hubiesen llevado nada de la suntuosa residencia, Capote cayó seducido por la noticia. Hipnotizado, quizás, pues no dudó en seguir indagando y enfiló hacia Kansas en compañía de Nelle Harper Lee, escritora que esperaba la publicación de una obra destinada al panteón de los clásicos americanos: Matar a un ruiseñor.

Seis años después, la revista The New Yorker publicó cuatro partes de la historia de no ficción construida por Capote, y cuyo título, después en forma de libro, reencarnaba la elocuencia del hecho inicial y la crudeza de sus motivaciones: A Sangre Fría.

Tras bambalinas, la historia se cocinó con paciencia: después de una cacería de seis semanas, Perry Smith y Richard Hickock fueron capturados. Mientras esperaban su condena, Capote entabló una cercana relación con Smith, recogiendo los materiales necesarios para edificar con exactitud  —imaginación dirían otros— la cronología de

los hechos. Finalmente, en junio de 1965 ambos fueron condenados a la horca.

En recuerdo de los Clutter

Hoy, 16 de noviembre, se cumple medio siglo desde que la prensa estadounidense informara del macabro crimen. Sin embargo, el recuerdo de la familia Clutter trasciende las páginas de la obra maestra de Capote, y los medios de comunicación han preparado reportajes y archivos para calibrar los efectos y consecuencias del asesinato de la familia Clutter:

Fotografías