Todo empieza con las Rojitas

Por Alejandra Gallo.

¡Y por fin comenzó el Mundial! El 19 de noviembre estuve en el estadio de Coquimbo para apoyar a nuestra Rojita Sub20 y disfrutar de la gran fiesta del fútbol femenino. Me emocioné con las más de 16.000 personas que llenaron el gran “Sánchez Glamuroso” como le dicen ahora.



Un estadio de lujo. Una bella obra para impulsar el desarrollo de la industria del deporte. Entre otras cosas, creo que tenemos que mejorar la gestión de eventos deportivos, educar a los hinchas, incentivar a la práctica deportiva, cambiar la mentalidad y la cultura deportiva de los chilenos.

Sin duda, los estadios nuevos trascenderán en la historia del deporte chileno, como un gran paso hacia la modernización, hacia una nueva era.

Y el fútbol femenino, el gran protagonista de esta fiesta, ¿dará un gran salto en nuestro país?

Esta disciplina ya tiene como antecedente que ha sido la de crecimiento más explosivo en la historia del deporte mundial, y en Chile no ha sido diferente.

Recordaba al hablar con la encargada de competencias femeninas de FIFA, Tatjana Haenni, a quien conocí en un Seminario realizado en enero de 2005 en Santiago de Chile, que hace cuatro años nuestro sueño era masificar el fútbol femenino y quebrar las barreras de género. Y todo fue sucediendo rápido. Cada vez eran más las que se incorporaban, además de la relevancia que el fútbol femenino fue adquiriendo frente a los medios de comunicación y dentro de la escena deportiva escolar, universitaria y nacional. Hasta que logramos ganarnos la sede de la Copa del Mundo.

Hoy el tema del género ya no es tema. Hoy el gran tema es el nivel futbolístico que han alcanzado nuestras jugadoras después de estar dos años entrenando como profesionales. Doble o triple jornada cada día. Dejaron sus estudios y su vida social para prepararse y vestir la Rojita con orgullo y excelencia.

¿Y qué nos pasó? Ya no importa que hayamos sido eliminadas en el segundo partido. Perdimos 2-0 contra Inglaterra y 4-3 contra Nueva Zelanda. Lo importante es que tenemos que seguir trabajando con nuestras divisiones inferiores. Esas niñas que llegan hoy a una escuela de fútbol, con 8 años y soñando ser la mejor jugadora del mundo. Ellas son el futuro.

Inglaterra, arrastra historia, cultura, entrenamiento, dedicación y profesionalismo. Quiero destacar, que cada vez que el partido se detenía y tenía que entrar el cuerpo médico a la cancha a atender a una jugadora, toda la banca inglesa saltaba a la orilla de la cancha con el cooler de isotónicas para sus compañeras y se reunían todas con la mayor concentración para escuchar las indicaciones de su ‘coach’.

Nueva Zelanda tiene igual o menos trayectoria en esta disciplina que Chile. Sin embargo su actitud, su potencia y su velocidad fueron suficientes para derrotar a nuestra Rojita.

Quedar eliminados fue triste. A pesar de que racionalmente no tenía grandes expectativas porque sé que nos falta trabajo, porque no clasificamos por nuestros medios al Mundial sino sólo por ser dueños de casa, porque el nivel internacional está por sobre el nacional, tenía la ilusión de que con la garra, la recompensa a la perseverancia y las ‘cosas del fútbol’, podríamos haber llegado a cuartos de final. Ahora igual espero que logremos sumar tres puntos contra Nigeria en Temuco. Más que por el honor, creo que será un buen precedente para el fútbol femenino chileno y un premio para todas las que se han sacrificado por estar ahí.

Sin duda que este evento de gran envergadura traerá muchos frutos para el fútbol femenino. Hasta en el último rincón del Valle del Elqui, todos los artesanos habían visto a la Rojita por televisión. Ahora todos los chilenos sabrán que las mujeres juegan fútbol. Y todas las mujeres sabrán que pueden jugar.

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*Directora Club Deportivo Santiago Oriente.