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La periodista de Canal 13, invitada al ciclo de charlas Jueves de Reporteros, comenzó relatando su experiencia en la madrugada del sábado 27 de febrero, pocos minutos después de que bajara del escenario de la Quinta Vergara en la penúltima jornada del certamen festivalero. Tras el sismo, reconoce que reaccionó como todos, explorando el bienestar de sus familiares. “Lo único que alcancé a hacer fue meterme a Twitter para saber lo que estaba pasando”, señaló, generando risas por la espontaneidad de su acción.
Onetto partió a la ciudad de Constitución y ahí permaneció durante diez días. Reconoció que, vista a través de la pantalla chica, la catástrofe tiene tintes y dimensiones diferentes. La presencia en terreno, pues, fue fundamental para ella.
A juicio de la periodista, los medios de comunicación respondieron satisfactoriamente frente a la catástrofe. “En lo macro, el terremoto demostró que tenemos un sistema de medios súper sólido”. Uno de los canales que para ella descolló fue la radio. Además, enfatizó el rol que jugaron los radioaficionados, únicos interlocutores de las personas afectadas, especialmente en zonas rurales.
“El ‘Zafrada’ fue excesivo”, planteó Onetto al abordar algunos pasajes polémicos de la cobertura mediática. “Abusaron las autoridades, los medios escritos, la tele”. En esta línea, la periodista reconoció que no le gusta hacer defensas corporativas, pero que la autocrítica del rol de los medios, todos los excesos o deslices éticos en que se haya podido incurrir, aún no se ha hecho. “Es un proceso —reconoció— en el que las universidades pueden participar con sus alumnos”.
Finalmente, la periodista declinó emitir un juicio sobre la llegada de Alex Von Chrismar a la dirección ejecutiva de Canal 13. También evitó pronunciarse sobre los problemas —crisis económica, bajo rating— que arrastra la estación católica en los últimos meses: “A mí me gusta que los trapos sucios se laven en la casa”, declaró.