Julian Assange: “Hay un resurgimiento del periodismo de investigación y no está hecho solo por periodistas”

El aún asilado ciberactivista, Julian Assange, acaparó la atención durante el seminario organizado por el Colegio de Periodistas de Chile en su sexagésimo aniversario. En vivo, por videoconferencia desde la Embajada de Ecuador en Londres, el fundador de WikiLeaks reflexionó sobre libertad, política e internet. 

Minutos antes de la hora anunciada había ya dos largas filas aguardando en el GAM. Alguien pregunto: “¿Quiénes son de prensa?”. Todos lo éramos. El Colegio de Periodistas de Chile, en el marco de su 60 aniversario, había anunciado como invitado de lujo al creador de WikiLeaks, Julian Assange. En Twitter la información se compartía aceleradamente y las cámaras de TVN transmitirían el evento vía streaming. Parecía que el auditorio quedaría corto.

Con su traje oscuro acostumbrado, corbata desencajada y sobre un fondo blanco, Assange apareció entre aplausos y preguntó ante cuántas personas se encontraba. La periodista de TVN, Andrea Aristegui, moderaba el seminario. No tenía el dato exacto. “El auditorio está lleno”, le dijo. Julian sonrió. “No puedo verlos, pero los voy a imaginar, últimamente me he vuelto muy bueno imaginando el mundo”.

Hace cuatro años, luego de una laureada carrera como hacker y duras acusaciones de violación a una joven sueca, la Embajada de Ecuador en Londres le otorgó asilo argumentando una defensa de los derechos humanos, la libertad de prensa y la libertad de expresión. Ahora Assange parece conocer bien esta palabra. La recalcó todo el tiempo. “Hasta en la religión pasa. Jesús decía: ‘La verdad os hará libres’”.

Más tarde, Raúl Sohr, analista chileno que integraba al panel, comentaría que verlo filosofar sobre religión le resultaba un poco penoso, como haciendo referencia a la condición de su encierro y a su poco contacto con el mundo externo. “Todos debemos luchar por la libertad de Assange”, enfatizó luego.

El hoy portavoz de WikiLeaks también reflexionó sobre otros temas. Desde su condición de matemático y programador, aseguró que vivimos en la época dorada del periodismo. “Hay un resurgimiento del periodismo de investigación y no está hecho solo por periodistas”, dijo.

En los cuarenta minutos que duró su intervención, Assange aprovechó para referirse al interés actual que existe por la educación política y el acceso a información libre. Comentó, además, que para Chile y Latinoamérica sería nefasto validar al TPP, al cual se refirió como “uno de los tres pilares estadounidenses para consolidar un bloque occidental más fuerte que el militar”.

Finalmente, animó al público a crear contenido propio y a difundirlo en internet. Preocupado, habló del rol de la publicidad, que Google y Facebook se la llevan toda, que nos vigilan. Su rostro reflejaba cansancio. Alguien del público murmuró que estaba enfermo. Luego, alguien le avisó del tiempo. Fue el momento de las preguntas.

En los comentarios posteriores, el crítico colombiano Omar Rincón —autodenominado así, contó, “después de haber fracasado como periodista y profesor universitario”—, comentó sobre los cambios que vive el periodismo actual. “Mucho Caparrós, mucha Guerriero”, dijo. Un oyente increpó: “Mucho García Márquez”. Rincón se lo tomó con humor. Su análisis se centró en volcar la enseñanza del periodismo a la era transmedia e invitó a usarlo para lo que él llama “joder al poder”.

Raúl Sohr destacó las diferencias entre la vocación periodística y el negocio de la prensa. Un tema que luego Patricio Segura, segundo vicepresidente del Colegio de periodistas, ejemplificaría muy bien con su activismo ambiental en Aysén. Rincón agregó al debate: “Algo estamos haciendo mal si los estudiantes de periodismo critican a los grandes medios, pero se mueren por trabajar en ellos”.

Assange sabe de esto. Quizás WikiLeaks es un buen punto de partida.