Con esta declaración de principios comienza el editorial de diciembre 2009/enero 2010 de la revista The Digital Journalist:
«Hablemos de periodistas ciudadanos. Hay muchas personas que creen que pueden reemplazar a los periodistas profesionales. Periodista ciudadano es un nombre equivocado. No hay tal cosa. Hay ciudadanos y hay periodistas. Cada uno puede ser lo otro, pero ser llamado periodista significa que eres un profesional».
Este medio sobre fotoperiodismo tuvo un origen digital en 1997, a diferencia de otras revistas o diarios tangibles que se volcaron a la red. El editorial asegura que las 30 mil palabras de cada edición son sometidas a correciones de gramática, ortografía y comprobación de datos. La encargada es Cecilia White, ex colaboradora de Associated Press, The Economist y The New York Times.
La cruzada de The Digital Journalist es para eliminar el término “periodista ciudadano”. «Estas personas se pueden llamar a sí mismas “recolectores de noticias ciudadanos”, pero ya no es apropiado llamarlas periodistas ciudadanos». Si el declive de la industria mediática, dice este medio, es lo que permite a revistas, diarios y emisoras contar con la ayuda de estos “voluntarios” que obran por amor al arte, es de esperar que no se acuda a “editores ciudadanos” que puedan dirigir medios reales.
Un cambio semántico o conceptual, da igual, pero es una nueva demanda en la reciente y corta historia de la disputa entre profesionales y amateurs. Instalamos, así, la primera pregunta de los foros de Puroperiodismo:
¿Es correcto el término “Periodismo ciudadano” para referirse a quienes ejercen esporádicamente el rol de reporteros de información?
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