“Pero lo que llama la atención en todas las historias del CJR —apiladas, con bordes raídos, en mi mesa— es lo familiares que todas parecen. Son voces del pasado que están extraña, maravillosamente, en el hogar del presente. ¿Quién es periodista?, se pregunta. ¿Cómo afectarán las nuevas tecnologías? ¿Debilitarán esas tecnologías nuestra habilidad para hacer nuestro trabajo, o mejorarlo? ¿Cómo nos conectamos mejor con nuestras audiencias? ¿Cómo podemos estar seguros que la sustancia de la información prevalece sobre las tonterías sensacionalistas? ¿Cómo podemos hacer más rentable el reporteo? ¿Podemos vender más y mejor publicidad? ¿Las preocupaciones financieras están comprometiendo nuestra habilidad de hacer periodismo del más alto nivel? ¿Debemos considerar la intervención gubernamental para apoyar nuestros trabajo? ¿Es lo que los padres fundadores hubiesen querido? ¿Debemos preocuparnos todavía de lo que los padres fundadores habrían querido?”