Aprueban Ley de Medios en Argentina

Fueron veinte horas de debate en el Senado argentino. La polémica Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual impulsada por el kirchnerismo —que reemplazará la vieja ley de Radiodifusión 22.285, de 1980— fue aprobada con 44 votos a favor y 28 en contra, sin incorporar ninguna de las modificaciones que la oposición sugirió.

La presidenta Cristina Fernández ha dicho que esta reforma es «una vieja deuda de la democracia». Aníbal Fernández, jefe de gabinete de la Señora K, defendió la normativa: «Planteamos una ley que entendemos es la que permite democratizar definitivamente los medios en la Argentina». En la otra vereda, y con pesar, el diario Clarín, uno de los principales actores opositores en esta discusión, informó que el Ejecutivo ya tiene «la ley que pretendía y que le otorga un mayor poder sobre los medios». En entrevista con Puro Periodismo, Daniel Santoro, periodista trasandino, manifestó sus temores: «Los futuros concesionarios dependerán en gran medida de la publicidad del estado para financiarse, que manejará el gobierno de turno».

Gobierno y oposición pusieron sus argumentos sobre la mesa, aunque finalmente imperó la postura oficialista. ¿Qué estaba en juego?

El por qué de la oposición

La oposición y los medios de comunicación que se verían afectados  —principalmente Clarín, que denunció la individualización que los Kirchner hicieron al apuntarlos a ellos como paradigmas del monopolio— han remarcado algunas disposiciones polémicas de la ley:

La mirada oficialista

Los argumentos del Ejecutivo para promover esta ley han sido masificados a través de la publicidad oficial en televisión y medios, especialmente internet, donde un sitio ad hoc recogió el apoyo y las opiniones favorables de distintos actores de la sociedad argentina. Para impulsar la iniciativa, el Gobierno argentino adujo varios motivos:

La propaganda del Gobierno de Cristina Fernández para promover la nueva ley