» Mi conflicto con esto es que muchos periodistas en los Estados Unidos han dicho que Julian Assange no es un periodista y que, por lo tanto, cualquier problema que él pueda enfrentar no afectaría al periodismo. No estoy de acuerdo con eso, en parte porque en los Estados Unidos la Corte Suprema, que es la que interpreta la constitución, ha dicho que los derechos de la prensa son los mismo derechos del público en relación a la recolección y publicación de información.
» Creo que con cualquier documentación, la pregunta que el periodista debe hacerse es que, dado que su primera responsabilidad es con el lector o la audiencia, y debe decirle la verdad, ¿cuánto se le tiene que decir para que entienda la importancia de lo que estás intentando exponer, y qué es innecesario decirles porque puede dañar la privacidad o los derechos de alguien?
» El último periódico en el que trabajé fue el “Orlando Sentinel” en Florida, y cuando comienzas a trabajar te entregan un montón de reglas, algunas son únicas para el mercado en el que trabajas. Por ejemplo, Disney World está en Orlando y hay una sección completa sobre las cosas que no puedes aceptar de los empleados de Disney World. Es una lista muy larga, prohíbe casi todo lo que sea más grande que una chapita de Mickey Mouse.
» Es verdad que diariamente hay al menos un asunto que discutir. Uno es, por ejemplo, si un joven menor de 18 años es sospechoso o víctima de un crimen.
» El debate ético que toma lugar en ese caso es que cuando tratas con adolescentes, particularmente en Estados Unidos pero creo que también alrededor del mundo, es que hay muchos chismes, rumores que circulan. Algunos medios dicen que si no se nombra al sospechoso habrá falsa especulación sobre quién disparó y podría haber represalias en contra de esa persona o le podrían escribir cosas en Facebook o cualquier cosa que le provoque problemas, por lo que en ese caso sería mejor identificar a la persona. Pero al mismo tiempo tenemos una regla: no identificamos a un adolescente si ha cometido un crimen hasta que sea considerado como adulto en el sistema penal.
» El gran problema para cualquier periodista al usar una Ley de Acceso a la Información es que toma demasiado tiempo reunir la información, y si eres un periodista que está frente a un cierre eso es un gran problema.
» En nuestro país vi una estadística hace algunos años. No sé si es precisa, pero mi instinto me dice que probablemente lo sea: sólo un 20 por ciento de las solicitudes de acceso a la información viene de los periodistas. La mayoría viene de ciudadanos comunes, personas que quieren obtener material para emprender un negocio.
» Hay algo que es frustrante. A veces pasamos malos ratos empeñándonos en que los estudiantes de periodismo estudien periodismo. Deberíamos destinar más tiempo a lo que yo llamo “alfabetización medial”, que supone enseñarle a las personas a comprender algunos de los asuntos que hemos conversado hoy. Que hay una diferencia entre lo que lees en un blog solitario y lo que ves en Canal 13 o en El Mercurio o en cualquier publicación respetable.
» El periodismo no es sólo un negocio. Especialmente en momentos como el actual en que la industria, en nuestro país y en otras partes, está bajo presión financiera porque los lectores están virando hacia la web donde pueden encontrar contenidos gratuitamente.
» Pero más allá de ese aspecto financiero, hay un servicio público en el periodismo, y siempre ha existido. Y es la razón para que exista. No sólo existe en la forma que el juez de la Corte Suprema William Douglas lo puso: “En los Estados Unidos le damos un lugar preferencial a la prensa en la constitución, no para que haga dinero, no para que los periodistas sean una clase especial, sino que por el derecho del público a saber”. Y los medios de comunicación están ahí para saber qué sucede en el Gobierno y en la sociedad. Y esa es la primera responsabilidad.
» El presidente Piñera usó una frase ayer y tuve que evitar reírme en la conferencia, porque tenía la misma cita en mi discurso, así que tuve que dejarle el crédito a él y al juez Brandeis. La cita del juez Brandeis dice: “La luz del sol es un muy buen desinfectante”. En otras palabras, exponer algo a la luz del sol detiene a las personas que cometen malas actuaciones. Si conoces la existencia de una situación así, escribe sobre ella. Porque los medios no son libres de ser escrutados. Si vas a estar en el negocio de escrutar el comportamiento de otras personas, debes aceptar que te escruten a ti.
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La entrevista se realizó el jueves 21 de abril de 2011 y fue conducida por Alfredo Sepúlveda, profesor de la Escuela de Periodismo de la Universidad Alberto Hurtado.