Festival de Viña: Perseverancia y creatividad al por mayor

Para Nayive Ananías, periodista de espectáculos de La Segunda, el Festival de Viña del Mar es una prueba de fuego en su frente noticioso. El siguiente relato, breve pero concreto, refleja su experiencia en la cita musical que finalizó recientemente.

El anfiteatro de la Quinta Vergara. Foto: Camila Pérez

Debo ser sincera: me es difícil hablar del Festival de Viña del Mar en primera persona; acostumbro hacerlo siempre desde el prisma “objetivo”. Pero aquí, mi intento.

No cabe duda que este certamen es la prueba de fuego para un periodista de espectáculos.

La primera vez que asistí fue en 2012. Uno cree que el evento implica glamour en la alfombra roja, música por doquier y pautas entretenidas. Pero, con el transcurso de los días, se percibe una desazón a causa de las intensas noches en la Quinta Vergara —por la falta de horas de sueño—, además de una presión constante por “golpear” con una primicia a la competencia, lo que genera ansiedad y estrés en el grupo de trabajo.

Este certamen es la prueba de fuego para un periodista de espectáculos.

Pero no todo es negativo en aquellos seis (o más) días de labores, ya que el reportero también aprende a lidiar con los RR.PP. de los canales, que generalmente se apropian de los personajes de la TV; y lo más importante: cómo ingeniárselas cuando los temas no prosperan.

Un ejemplo. Se sabía que Elton John, este año, no daría entrevistas por su presentación en el Festival. El que lo conseguía era un genio. En esos momentos, hay que darse una vuelta en el aire y pensar en la gente que siempre lo acompaña: su banda. Entonces, después de varias llamadas y correos electrónicos, logré comunicarme con Davey Johnstone, su director musical y guitarrista desde 1971. Evocó anécdotas de giras junto al artista inglés y la admiración de trabajar con él. “Tiene la valentía de un guerrero”, señaló.

Claro, no tuve al mismísimo Sir frente a mí, pero sí a alguien que lo conoce por completo… Y sin colocar reparos en explayarse.

Esto, entre otras cosas, fue parte de mi aprendizaje en Viña. Aunque también me di cuenta de que uno siempre debe ser perseverante, tenaz y muy, pero muy creativo.