Fotos: Valentina Cerda
Más que de ideas, su iniciativa nació de la falta de ellas. En el 2011 dos estudiante de derecho no sabían cómo plegarse al movimiento estudiantil. Eran demasiado cobardes para salir a protestar y lanzar piedras. Pero encontraron su nicho: hacer videos. En esos tiempos eran los Abogados Fracasados.
“Una forma bien cobarde de sumarse al tren de la victoria”, admite Ignacio Socías, quien junto a Javier Gallegos armaron un viral a favor de las marchas que tuvo muchos seguidores dentro de la Universidad de Chile, su casa de estudios. “Nos llamábamos Abogados Fracasados porque éramos pésimos estudiantes, además de cobardes. No teníamos por dónde generar una trinchera para combatir el embate comunicacional que atacó muy fuerte a la movilización”, recuerda Gallegos.
El proyecto tuvo una pausa porque Socías se cambió a periodismo e incursionó en el stand up comedy. “Me fue infiel”, se ríe Gallegos. No obstante, el 2015 se reconciliaron y volvieron a los videos, apuntando a un espectro más amplio. “Lanzamos el video del cacerolazo en Vitacura y nos dimos cuenta que nunca debimos habernos separado en la vida”, reflexiona Ignacio. Nacía Frente Fracasados.
“Periodismo serio para un país que es un chiste”, se lee en su canal de Youtube que con seis videos suma alrededor de 1 millón 500 mil reproducciones. Sus notas sobre las marchas provida y antidelincuencia, las elecciones de la FEUC o el supuesto retorno de los militares al poder han sido agregadas por los medios de comunicación tradicionales.
“En Chile hay una tradición de humor en el periodismo, como Gato Por Liebre, CQC o las notas de Joel Umaña en Estado Nacional. Una de las razones por las que nació Frente Fracasados es que hace tiempo no había humor en clave de periodismo”, admite Socías para explicar su receta. “Hacemos una parodia eterna de las noticias y de toda esta gente que cubre eventos catastróficamente. Es un recurso básico de comedia: tomar un lenguaje que dice una cosa y con eso expresar otra”.
—¿Cómo definen la línea editorial del Frente Fracasados?
Gallegos: Es de izquierda y en ningún momento la hemos discutido. También tenemos decisiones éticas que tomamos en el momento y que no tenemos conflictos para decirlas, como que no grabamos niños o personas afectadas con algún tipo de enfermedad. En la última marcha que fuimos, la del carnet, nos encontramos una manifestación de 30 personas, de las cuales 25 eran familiares de carabineros muertos. Por respeto ante esta situación sensible no mostramos los lienzos o personas con poleras alusivas.
Socías: Y no sólo porque eran los familiares, sino también por el hecho de que los carabineros muertos no son cuicos dueños del país. Son gente pobre muerta frente a otros pobres, porque uno de los fundamentos del sistema en que vivimos es que la gente trabajadora y la clase obrera se enfrenten entre sí.
Gallegos: No es tan difícil tener criterios de sentido común. Nosotros no vamos a una marcha antidelincuencia para tener una discusión ideológica. Si lo hacemos es para mostrar que la gente que protesta a favor tiene argumentos poco sólidos y clasistas. Otro ejemplo es que cubrimos la marcha del Día de la Mujer, la que era completamente feminista. Fuimos, sacamos hartas cuñas, pero nos encontramos con gente que sabía mucho del motivo por el que estaba protestando. No había comedia ni nada por lo que reírse, por lo que decidimos no sacarlo.
Socías: Además, un hombre riéndose de mujeres se veía feo en pantalla. Nos faltó una notera que atacara al machito de izquierda.
—¿Hacia quiénes dirigen su ironía?
Socías: A un imaginario de derecha, conservador y retrógrado que se expresa en muchas cosas. En el periodismo se representa cuando genera caos o situaciones de crisis y, por ello, se deja de confiar en la figura del noticiario. Suponte, echaron a Christian Pino porque una empresa reclamó que le dijo “pisco” a algo que, se supone, no era pisco. Se ve feo. Ese es el imaginario: todo lo facho que podemos llegar a ser.
—Hoy en día, ¿cómo ven el uso del humor en el periodismo?
Gallegos: El periodismo de los grandes medios de comunicación, el institucional por así decirlo, está limitado por intereses. Nosotros rescatamos una visión distinta a ellos y la ironía es un buen medio para masificar lo que se ve de una sola perspectiva. Yo no vi noticias sobre la marcha antidelincuencia, pero si hubiese salido en los medios habría sido catalogada como “masiva”. Nosotros, además de mostrar otra cara, lo hacemos con humor porque el mensaje entra de forma eficaz. La gente se siente cómoda con un lenguaje y formato distinto.
—¿Se ven como informadores?
Socías: Al principio, no. Me sentía más comediante, con todo el pudor que merece esa palabra. El periodismo llegó como una cuestión casi secundaria. No sé si es correcto decirlo en Puroperiodismo, pero yo elegí esta carrera porque me permitía hacer otras cosas. Lo digo porque antes estudié derecho, lo que me robaba el alma y la vida. Pero, finalmente, me encanté con la cuestión. El periodista en Chile es respetado. Nunca olvidaré lo que nos sucedió con Juan Carlos Alarcón.
—El notero de TVN…
Socías: Que está con el agua hasta la cintura comiendo sopaipillas con un paragua. Luego corte, cinco minutos, y tiene a una vieja que vende piñas. Corte, aparece con una boa en el Buin Zoo. Una vez subimos algo riéndonos de él y toda la gente lo defendió. El periodista está desprestigiado en muchos niveles pero es una figura respetada porque somos tradicionales. Ponte tú, en Estados Unidos los comediantes son voces. Acá, el periodista tiene voz. El que conduce un informativo está autorizado para hablar de cosas. Se dice que somos mediocres y que no hay pega, pero extrañamente hay espacio y somos respetados. Para nosotros el periodismo es un gran megáfono y herramienta porque disfrazamos todo lo que nos hace reír con un noticiario que, y es lo más chistoso, podría existir. Caos, destrucción…
Gallegos: El escenario es dantesco.
Socías: La hecatombe, la operación retorno.
Gallegos: Los súper lunes.
Socías: Cosas que dicen los periodistas y que no inventamos nosotros. Frente Fracasados es el periodismo de los resentidos y es un homenaje al más rata y penca que ha existido.
—¿Cómo definen el periodismo resentido?
Socías: En nuestro primer video, que casi fue una declaración de principios, una de las frases fue “una vez más, los de siempre volvieron a ganar”. Y cortó la nota. Eso nos quedó dando vuelta porque sabemos que los agentes de cambio no somos nosotros. Son los que tirarán piedras y morirán en la calle mientras nosotros estaremos cómodamente editando. Por lo mismo, esperamos ser una piedra en el zapato para los que siempre salen ganando.
—¿Y lo han logrado?
Socías: Sí. Fue bacán que en la última marcha un huevón nos apuntó y les dijo a dos diputados que no nos hablaran. Y somos dos pendejos que están en pijama todo el tiempo. Eso es impagable.
—¿Qué diputados fueron?
Socías: Daniel Farcas y Ernesto Silva. Para nosotros son victorias dentro de nuestro espacio de disputa, que es promover este periodismo de los resentidos. De hacer ver mal no tan sólo a gente en particular, sino también a una tradición de derecha en Chile.
—¿Han recibido agresiones de algún tipo? Físicas o verbales.
Socías: Por interno, sí. Llegan mensajes de los videos.
Gallegos: Para el último llegó un inbox de una persona…
Socías: No digas el nombre. Le tengo miedo.
Gallegos: No quedó claro qué nos ofreció, pero amenazó que si su mamá aparecía en el video nos iba a sacar la chucha. Luego, nos puso su dirección para que fuéramos a su casa. O sea, el loco quería que llegáramos a su domicilio para pegarnos. En realidad, más a Socías, que aparece en pantalla.
Socías: Era chistoso porque pertenecía al movimiento No más delincuencia y quería arreglar las cosas con un delito.
—¿Qué les pasa con esas reacciones violentas?
Socías: Internet nunca tiene repercusiones graves en la vida real. Entendemos que nuestros videos no son contra una persona, sino contra un discurso que se genera a través de un lugar u ocasión. La idea es siempre cumplir nuestros estándares mínimos de moral, que son bien bajos, y el resto es hacer lo que creemos correcto. Respondiendo a la pregunta, no tengo miedo a las represalias. Y vengan, que los estaré esperando.
—¿Qué opinan de los noticiarios?
Gallegos: Mutaron a algo netamente comercial. Buscan rating con la nota amarillista de la señora llorando, que me parece nefasto. Sobre todo cuando hay tragedias graves. Como cuando le preguntan a un papá qué siente cuando acaba de perder a su hijo. Obvio que quiere llorar, matarlos a todos. Y el periodista preguntando. Yo no lo soy [periodista] y ustedes lo pueden saber más, pero no sé si es propio de la persona o del equipo editorial que manda a hacer esa nota y les dice que consigan esto o aquello. En el fondo, los noticiarios se han transformado en espectáculos terribles que no aportan en nada a la información ni a la construcción de un sujeto crítico. Qué es lo que se espera de una nota informativa: ver todas las posiciones de un conflicto y formar mi opinión frente a eso. No respecto a la señora que está llorando porque se le incendió la casa.
—¿En qué canales ves eso?
Gallegos: Eso es lo terrible: todos adoptaron ese formato. En un momento era sólo Chilevisión, donde el 90% de las notas eran delitos y sangre. Ahora no, TVN y Canal 13 hacen lo mismo, mientras Mega está con sus 20 minutos del choripán más grande de Chile. En eso sólo hay espectáculo televisivo, lo que fuerza a buscar otros medios. Hay unos más serios que, lamentablemente, llegan a un público reducido. Nosotros intentamos suplir esa labor desde la comedia para que la señora en la casa vea lo que pasa.
Socías: Es bacán cuando sabes que no sólo llegas a los estudiantes, que es el público como de suyo va a consumir nuestros videos.
Gallegos: De suyo. Qué hermoso conector. ¿Puedes ponerlo destacado? Es muy leguleyo.
Socías: Me encanta. Como decía, llegamos a señoras y caballeros. Periodistas viejos que nos dicen “Gran labor informativa. En mis sesenta años de…”. Te das cuenta que eres un medio de información. Que mostramos puntos de vista y realidades que no salen usualmente.
—¿Y cómo resulta ese trabajo?
Socías: Como uno está acostumbrado a un tipo de ejercicio del periodismo, aparece la autocensura, que es casi tan dañina como la censura. Es muy común que un periodista piense que le botarán su nota porque pondrá algo fuerte. Y eso se puede dar vuelta con trucos de viejo cachañero, formas para ganar. Cuando tengas una huevada media subida, súbele dos tonos más. Que quede brígida. Así, el editor verá que está cuática, entonces le bajas dos y quedas tranquilo. Hay quienes no hacen eso y toman la opción de retirarse, pero siento que hay formas de enfrentar a la industria. O eres un periodista creativo o eres uno con miedo.
—¿A qué atribuyen la popularidad de sus pocos videos?
Socías: En términos de internet, no hay nadie que hubiera hueveado al tipo de gente a la que nosotros molestamos. El canal de Fabio Torres, el otro de notas, es una oda a reírse de los flaites. De cómo hablan, visten, bailan y están en una fiesta. Me parece penca, horrible. Me carga cuando dicen que está bien, que es su onda. Su onda es pésima. Es demasiado alienante porque la historia de los medios es reírse de los flaites. Junior Playboy, que es muy chistoso, es utilizado para reírse de él. En Frente Fracasados encontramos un espacio para que la gente vea que los cuicos son tontos. No todos, pero corroboramos que estudiar en la universidad no es una gran fortaleza. Hay quienes lo tienen todo y que piensan las mismas huevadas que una vieja de un restaurant chino. Y eso que los cuicos tienen libros en la casa. ¿Cómo mierda llegan a eso? Sorry, me da un poco de rabia.
Gallegos: Tranquilo, échalo fuera no más. Hace dos meses que no va al psicólogo.
Socías: Como cuando dicen “y sabes, te quiero decir algo más”, y se quiebran de a poco. Ya, quizás le di mucho a Fabio.
—Ignacio, ¿te consideras un youtuber?
Socías: Uso Youtube para promocionar contenidos, por lo que lo soy. Pero como Frente Facasados no tenemos misión ni queremos desarrollar lo que significa ser youtuber. Intentamos alejarnos de ese mundo tan discriminatorio y superficial en que se ocupó Youtube. Que, básicamente, es Yingo en internet. No buscamos viejas cuicas que se caigan para ganar clicks. Cada uno de nuestros videos tiene un por qué, un mensaje. Una vuelta de pensamiento.
—Hoy se da que los youtubers están fuera de Youtube. Como Germán, que sacó un libro. O Ni Tan Zorrón, que llegó a TVN.
Socías: Me da pudor, porque hay quienes llevan años y nosotros un par de meses. La verdad es que no sé qué hace un youtuber. En nuestro caso, dejaremos Youtube cuando una de nuestras notas saque a un presidente. ¿Te imaginai? “Chilenas y chilenos, a raíz de un video de Frente Fracasados, me he visto involucrado en situaciones de…” Más allá del chiste, para nosotros sería la raja llegar a esos niveles. Es fuerte lo que dices, porque los youtubers con éxito están saliendo de Youtube. Soy de la idea de que hay que mantener algo en internet. Frente Fracasados se ve por ahí y no necesitamos más plataformas.
—Entonces, ¿no saldrán de allí?
Socías: Es que para nosotros internet ha sido muy favorable. Subimos videos, nos cubre la prensa y comparte mucha gente. Sería morder demasiado pronto la mano que nos da de comer. Es un paraíso. Sin embargo, no me hace ruido que pienses que tu público cautivo puede consumir otras cosas. Es un paso natural si quieres tener un proyecto nuevo o perfeccionar uno anterior: hay quienes te seguirán. Lo importante es no traicionar. Suponte, que saquemos el libro Los consejos de belleza de Frente Fracasados. Sería la raja si lo publicamos y ganamos harta plata. Pero, si no nos pagan mucho, no va a pasar. Que no quede duda.