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El debut del Canal 24 Horas por dentro

Por ~ Publicado el 6 marzo 2009

Por Carla Zunino*

{*Conductora Canal 24 horas}

Todo el trabajo previo había sido arduo. Tener que trasmitir todo el día sin parar no es algo fácil. Además somos un equipo relativamente pequeño: 64 personas para la rotación permanente (tres turnos de 8 horas), mientras en el departamento de prensa hay más de 200 para sólo cuatro noticieros.

La marcha blanca -un periodo que al comienzo nos parecía tan inútil, tan frustrante- duró alrededor de dos meses. Todos los días simulamos estar al aire sin que nadie nos viera. Más tarde íbamos a descubrir lo vital que había sido ese ejercicio para tomar el ritmo y no cometer errores.

Comenzamos sin saber de qué se trababa y con la teoría como nuestra única guía. Los ejecutivos del canal habían viajado por todo el mundo, visitando otros canales similares en países como Inglaterra, Estados Unidos, Argentina y España, recogiendo experiencias y consejos de cómo llevar adelante un proyecto como este. Así lo ejecutamos en un comienzo: con un esquema casi completamente grabado tal como dicta la doctrina CNN.

Pero al poco andar y tras toparnos una y otra vez con problemas y con la disconformidad de ver permanentemente repetidos los mismos contenidos al aire, decidimos hacer lo que sabíamos: Optamos por trabajar en vivo, tal como había sido nuestro oficio durante años en el Departamento de Prensa.

De inmediato el ritmo, las temáticas y la variedad cambiaron. Ahora sí nos empezábamos a enamorar del proyecto. Trabajar en vivo además nos daba y nos da la posibilidad de llegar primeros, de salir rápidamente al aire y de refrescar permanentemente las noticias. Porque eso es algo básico en este tipo de medios: crear confianza en la gente, que sepan que a la hora que algo importante pase lo van a ver sí o sí y a toda prueba.

Con eso resuelto, la forma también se hizo importante. Una empresa argentina nos ayudó a darle una cara moderna y jugada al aire. Con gráficas en tercera dimensión, movidas y atractivas, la pantalla empezó a verse enganchadora, pero sobria. Quedó tan buena que incluso la señal abierta se alineó con nosotros, adoptando la misma gráfica, pero en diferentes colores.

Poco a poco el canal comenzó a funcionar. Cada uno sabe bien qué hacer y cómo hacerlo, algo muy relevante en este tipo de medios, donde la carga individual de trabajo es alta y donde todos dependemos demasiado del resto. Pero creo que lo hacemos felices, con ganas, con ilusión de que el producto sea el mejor.

Cuando vi la cuenta regresiva, cuando faltaban 10 segundos para salir por primera vez al aire, se me llenaron los ojos de lágrimas. Mis compañeros – a mi lado- también se contenían. Lo único que pensaba en ese momento era en que ojalá la gente que nos vea en su casa pueda sentir nuestro espíritu. Porque sin pasión no puede haber periodismo. Y ese ha sido el pilar fundamental para el nacimiento de Canal 24 horas.

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