Entrevistas

Duy Linh Tu: “No puedes lograr una buena narrativa a través de algoritmos”

Por ~ Publicado el 6 octubre 2016

Es rápido. Es chistoso. Y cree que el periodismo debe entretener a las personas. Duy Linh Tu es un cineasta, fotógrafo, escritor y profesor multimedia en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia. En septiembre visitó Chile para compartir algunas ideas sobre el presente y futuro de las noticias. Hablamos con él sobre plataformas, algoritmos, ética, modelos de negocio, Vice, Facebook, producción de video, el buen reporteo y los contenidos patrocinados. Esta conversación no sólo es un diagnóstico: es también la ruta hacia los futuros posibles del periodismo.

Foto: Patricio Contreras.

Foto: Patricio Contreras.

—En una foto reciente en tu Instagram escribiste: “El buen reporteo nunca cambia, a pesar del algoritmo de Facebook”. Pero la verdad es que hay medios que han introducido prácticas que apuntan al algoritmo, no sólo al buen reporteo. ¿Hay un balance en esta ecuación?
Déjame ir un paso atrás. Al principio como periodistas ignorábamos a Facebook. Después nos dimos cuenta que Facebook estaba publicando nuestro contenido. Así que lo odiamos. Pero después entendimos que Facebook estaba dirigiendo tráfico a nuestros sitios. Así que lo amamos. El periodismo y las redes sociales es casi como una mala relación. Un día están peleando, el otro día se aman. Lo malo de eso es que las redes sociales son muy poderosas y la plataforma es creada por otros, lo que le quita mucho poder a los periodistas. Siempre me ha asombrado que Instagram no lo inventó un periodista. ¿Por qué un fotorreportero no inventó Instagram? Posteo esa pregunta a menudo y la gente dice “Bueno, es muy caro”. No. Era un grupo de personas sentados en una sala que dijo “queremos compartir fotos”.

—Todos los días se crean aplicaciones.
Todos los días, por adolescentes. No es que fuera difícil. Fue porque nunca nos concebimos como los que distribuían. Nunca pensamos sobre esa parte de la ecuación. Lo que creo que debe pasar en el futuro es que debemos empezar a pensar en no sólo ser usuarios de plataformas sino que en ser los desarrolladores de plataformas. Y eso es algo importante. Debemos ser capaces de controlar nuestro destino al crear nosotros mismos estas plataformas.

—¿Y ves personas en los Estados Unidos haciendo eso o teniendo esas discusiones?
Sí hay, especialmente en el tema del financiamiento. La otra parte es que queremos hacer este gran periodismo pero también debemos pagarlo. Por ejemplo, uno de los grandes éxitos de los últimos dos años es Vice News. Y su éxito no fue que hubieran amaestrado a Facebook. Solamente hicieron su propio contenido. Cuando comenzaron a hacer videos tenían niños de 13, 14, 15 años viendo noticias sobre África. Eso no había ocurrido nunca, al menos en Estados Unidos. La pregunta era “¿cómo lo financiaban?” Su periodismo no genera dinero. El modo en que hacen dinero es que Vice ha desarrollado esta marca cool. Son una empresa tan cool —el dueño es cool, los jóvenes quieren ser parte de Vice— que los auspiciadores les pagan para ser cool. Vice tiene una agencia de publicidad que genera todo el dinero. Lo que también debemos considerar es no solamente las plataformas sino que también los modelos de negocios y no sólo confiar en nuestro periodismo para pagar el periodismo. La publicidad no pagará las cuentas. Debemos ser capaces de vender algo, tener valor en algo más, pero también estar comprometidos con el periodismo. Los periódicos que van por lo fácil, las historias chistosas, los contenidos pagados, las noticias tontas, las historias seductoras, todo ese tipo de cosas, pierden autenticidad con la audiencia y después la audiencia se irá.

—Se dará cuenta.
Sí, las audiencias son inteligentes.

—Los periodistas no suelen creer eso.
Jajaja. Quizás puedes engañarlos hoy, quizás mañana, pero dentro de un año van a estar leyendo a alguien más.

—No hay discusión de que el paisaje mediático cambió. ¿Cómo fue tu adaptación profesional a este entorno?
Hace poco publiqué en Facebook y dije: “¿Saben? Felicitaciones para los periodistas audiovisuales de tiempo completo. No sé cómo lo logran”. Y luego puse: “Un 50 por ciento de mis ingresos son por enseñar, un 45 por ciento viene de videos que hago para ONG y un 5 por ciento de periodismo puro. Si tuviera que vivir de videos periodísticos, moriría de hambre”. Los documentales son muy caros. Tendría que descubrir otro modo de vivir y también ser capaz de financiar eso. Eso es lo que hice. Hago muchas clases, trabajo en videos no tradicionales y hago periodismo. Ya estamos viendo muchas organizaciones hacer esto. Todos los medios tienen algún tipo de contenido auspiciado o patrocinado. Atlantic Media Group, ellos tienen una nueva división; todo lo que hacen son historias para marcas. Ese lado está haciendo muchísimo más dinero que el lado de las noticias. Ahora mismo lo que observamos habría sido pecaminoso unos diez años atrás, es un hecho de la vida. Hace una década ningún periodista en su sano juicio habría hecho algo para una marca, ¿cierto? El New York Times hace eso. ¿Ustedes tienen Netflix? ¿Ves “Orange is the New Black”?

—The New York Times hizo una gran reportaje de contenido patrocinado
Sobre reclusas. Trabajé en una gran serie con el Times, llamada “Thirty Six Hours”, es una serie de viaje completamente financiada por Google y Google Maps. Han hecho eso. Muchas organizaciones respetables se han dado cuenta: “Miren, necesitamos pagar las cuentas. Si podemos pagar para mantener las luces encendidas, entonces podremos hacer periodismo importante”. El pensamiento ha cambiado, la gente está aceptando esto.

—Das clases en Columbia desde 2002. ¿Qué sucede en la academia donde la ética y los lineamientos editoriales son tan importantes? Este paisaje ha movido los límites.
Creo que puedes cambiar tu funcionamiento y seguir siendo ético. El problema de la educación ahora es que las cosas cambian tan rápido. Antes de que el semestre termine, la industria ya está en otra cosa. No creo que la ética sea un problema. Ahora, sí hay un problema cuando tenemos que enfrentarnos a temas como Facebook y las redes sociales. Hemos agregado cursos, algunos —para ser honesto— sin éxito. Porque al momento que los dictamos, ya eran anticuados.

—Unos pasos atrás.
La academia es mucho más lenta que el mundo real.

—¿Es ese el principal desafío de las escuelas de periodismo?
Estos son los problemas verdaderos. Primero, tener los profesores adecuados. Muchas escuelas de periodismo tienen profesores que son grandes periodistas pero que trabajaron en una era distinta, por lo que no tienen experiencia de primera mano con “¿cómo reacciono a alguien que me ataca en Twitter?”. O, “¿cómo podría producir cinco historias diarias?” Ese problema se puede solucionar si cuentas con buenos profesores adjuntos, no a tiempo completo sino que aquellos que trabajan en los medios. Relacionado con eso, la academia se mueve muy lento. Si quiero dictar un curso en otoño, tengo que proponerlo un año antes para que lo aprueben. En un año, como sabes, muchas cosas suceden. En mi clase de reporteo hago que mis estudiantes publiquen diariamente en Instagram, no lo que comen sino que lo que ven en sus reporteos, casi como si fueran fotoperiodistas. Hago que posteen tres veces al día y es terrible para ellos. Lo odian.

—¿No tienen el hábito?
No tienen el hábito y se quejan por tres posteos al día.

—¿Qué sucede al final del semestre? ¿Se acostumbran?
Esa es la esperanza. Les digo: “No hago esto por mi salud. No quiero ver sus fotos. Hago esto para que acostumbren a trabajar rápido, todos los días, publicando múltiples veces en el día”. A mucha gente, estudiantes que van a Columbia, les gustaría escribir un artículo de revista cada dos meses. Me quedo como “ese trabajo no existe”. Una parte de esto es entrenar a los estudiantes para que sean realistas sobre cómo funciona el mundo.

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El 2015 publicaste tu libro, una guía de narrativas con datos y consejos para periodistas multimedia. ¿Cuál es el valor de eso en un momento donde el consumo inmediato es la norma?
Te orienta pero también te ayuda a enfocarte en lo fundamental. Es un libro sobre reporteo y contar. Y creo que es importante ahora porque siempre digo a los estudiantes cuando llegan a Columbia… pagan mucho dinero por ir ahí. Creo que es algo como cien mil dólares, entre matrícula y vivir en Nueva York un año. ¿Lo puedes imaginar? Cuando vayas a una sala de redacción no habrá un editor experimentado que diga: “Hiciste esto mal y por esto lo hiciste mal”. Ahora en 2016 la matrícula es ridícula. Y puedes imprimir esto, Columbia debe hacer algo al respecto. No me importa si les enoja que diga esto. Necesitamos encontrar formas para no crear un sistema donde sólo los niños ricos puedan ser periodistas. Necesitamos crear un sistema donde todos los chicos puedan entrenarse en periodismo. Pero lo principal sobre eso es que ahora mismo siento que tengo un deber mayor porque cuando se vayan, puede que sea la última vez, en mucho tiempo, en que les digan qué está bien o mal sobre sus piezas.

—Y esa es quizás la razón de por qué convertiste tu página de Tumblr en un tutorial interminable sobre técnica y equipamiento audiovisual, no sólo para tus estudiantes sino que para cualquiera que pueda acceder.
Absolutamente correcto. Me gustaría tener más tiempos. Ese es exactamente mi objetivo. Tengo algo de experiencia y de verdad me gustan las cosas baratas. El principal daño ael periodismo es permitir que sólo gente rica lo pueda hacer. Parte de mi misión es entregar, tanto como pueda, información gratuita en la red. Columbia ya me paga un sueldo. Algunos de mis colegas me dicen: “¿Sabes? Deberías cobrar por tu blog”. En primer lugar, ¿quién pagaría por eso? Y segundo, ese no es mi objetivo. Si puedo ayudar a un chico por ahí, o a 10 o 20 personas, luego siento que estoy haciendo un pequeño aporte para asegurarme de que voces más diversas puedan participar en el periodismo.

—En Tumblr te autodenominas como un “original multimedia gangsta”. ¿Qué quieres decir con eso?
Es una broma. Empezó hace mucho tiempo. Viene del hip hop, el antiguo hip hop, gangsta original, que son “tan rudos y malos”. Era una broma, un guiño a “nunca seré un tipo rudo o un rapero. Pero al menos soy esto”.

—Pero la gente puede creer que eres un gangsta de la narración en video.
Jajaja. No lo tengo tan claro. Creo que en este negocio no puedes tomarte a ti mismo muy seriamente. Es importante tener ese sentido del humor, ciertamente porque nuestra industria está en este cambio permanente. Es difícil ganarse la vida. Y lo único que mantiene las cosas en curso es el hecho de que es una profesión genial. El periodismo es genial. Y el hecho de que conocerás a gente genial y estás orgulloso y estás haciendo un trabajo que puede tener gran impacto. Y si no te tomas a ti mismo muy seriamente en los momentos malos, las bromas te pueden ayudar.

—Hay una falta de sentido del humor en la industria de medios.
Así es.

—¿Es por la crisis o está en nuestro ADN?
Está en nuestro ADN. Es muy importante que salgamos de eso porque estás en lo correcto. Los periodistas no son graciosos. ¿Pero sabes lo que realmente vende en internet? El humor. La gente ama el humor. Una de las cosas que debemos entender es que nuestro rol no es sólo informar sino que también entretener, porque cuando vienen las publicaciones de Facebook puede ser una noticia, un video estúpido, algo que tu mamá posteó y luego quizás una noticia y así. Debemos elevar nuestra habilidad de entretener. Y no me refiero a cosas tontas, no me refiero a estupideces, groserías o altamente sexualizadas. Podemos tener un sentido del humor. Podemos presentar nuestras historias de un modo que sea tan irresistible como lo que hace alguien que no está en el periodismo. Y si no, perderemos a la gente. El humor es un gran modo de conectar, especialmente en línea. Y creo que está en nuestro ADN. Pero podemos cambiar. Podemos reclutar nuevas personas, podemos aceptar nuevas ideas.

—¿Cuáles son los errores más frecuentes que los medios cometen al trabajar con video?
Nuestras mayores restricciones son que seguimos a la plataforma. Y seguimos lo exitoso en la plataforma, en oposición a decir “esto es lo que quiero contar y en qué plataforma lo puedo contar”. Ponemos la carreta antes de los bueyes. ¿Conoces esos videos de AJ+ con las letras grandes y sin audio? Son muy exitosos ahora y la razón de que tengan grandes letras es porque Facebook tiene reproducción automática sin sonido. Seguimos la plataforma. ¿Es el mejor modo de contar eso? Sólo porque es una plataforma popular no significa que tienes que hacer lo que es popular en esa plataforma, porque haces otra cosa. Hay gente que hace papas fritas y hay cocineros gourmet. Ambas cosas son comida pero las quieres en diferentes momentos. Ese es un gran error en lo digital. El segundo es en relación a nuestros ritmos. Tratar de descubrir que le gusta a los humanos en la narrativa. Hay fórmulas en la narrativa escrita. Escribes tu historia con tu lead, tu primer párrafo. Las palabras son tuyas y es lo mismo en video: hay una imagen inicial y luego una entrevista. Pero el modo en que editamos es nuestro, por lo que ese nivel de humanidad en la narrativa no puede ser replicado con inteligencia artificial, no todavía en el 2016. No puedes engañar a la buena narrativa a través de algoritmos. Eso es un gran error.

—¿Y quiénes están haciendo grandes cosas con video?
Ahora mismo hay toneladas de buenos videos. Los chicos de Vice están haciendo buenos videos. Tengo algunos problemas con su material. Quizás la verificación de información podría ser mejor, pero se están conectando con una audiencia que jamás ha estado interesada en las noticias. En términos de periodismo de largo aliento, Buzzfeed lo está haciendo muy bien. Solía odiarlos, pensaba que eran una broma con puros videos de gatos. Pero tienen todos estos recursos y están cubriendo la política muy bien en los Estados Unidos. Vox lo ha estado haciendo muy bien. Hacen muchos videos explicativos. Ellos usan muy bien el medio. Vox no está tratando de hacer videos tipo AJ+. Vox explica el mundo. Creo que ese siempre ha sido su lema.

—¿Crees que todos, medios pequeños y grandes, deberían enfocarse en el video? ¿O aconsejarías que se centren en lo que pueden hacer mejor?
Creo que tras haber estado a la deriva por muchos años, el periodismo puede apreciar algunas luces. Debemos pensar sobre nuestra tecnología. Cómo usamos lo que existe pero también cómo desarrollamos nueva tecnología de la que seamos dueños. No puedes dejar que Mark Zuckerberg sea tu editor, así como vimos en esa controversia reciente. Debemos entender que el video es muy caro y que debes lograr encajar lo que tu audiencia quiere en oposición a copiar lo que hacen los líderes en video. La distribución de video es muy barata. Internet es muy barato. Hacer [videos] sigue siendo muy caro.

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—Estás en Chile para hablar sobre el futuro de las noticias. Te quería preguntar sobre los roles de los distintos actores en este paisaje. Primero, cuál crees que es el rol de los periodista en la construcción de este futuro.
El rol de los periodistas es lo que posteé: reportear. Nuestro trabajo es reunir información y destilarla y presentarla de un modo que sea significativo para nuestra audiencia. Siempre ha sido así. No escribimos para nosotros. Escribimos para el público. Podemos disfrutar escribir o podemos disfrutar hacer videos, pero lo más importante: ¿serán relevantes para la audiencia? Ahora, presentar algo que sea significativo es la parte difícil en 2016. ¿Es significativo en Twitter? ¿En Snapchat? ¿En Youtube? Necesitamos gente nueva en el edificio para que nos ayude.

—¿Y el rol de profesores y escuelas de periodismo?
Buena pregunta. No soy imparcial pero creo que por primera vez en mucho tiempo, quizás nunca antes, podemos ayudar a guiar a la industria. Mientras los periódicos luchan por generar dinero y despiden gente, la academia no tiene las mismas presiones. Sin importar qué tan mal está el periodismo, seguiré siendo profesor. No me van a despedir. Debemos ser quienes dicen “Hey, adivina. Hicimos una investigación. No hagas eso. Hey New York Times, acá hay un consejo gratis”. Y lo hemos hecho. Muchos de los reportes que han salido del Tow Center hacen eso. Se gastan millones de dólares cada año para hacer estos informes de análisis. Había un informe sobre el diseño de oficinas.

—De Nikki Usher.
¡Sí! Emily Bell es mi amiga y yo estaba como “tiene mucho sentido”. Nuestro rol es tomar el liderazgo y hacer un montón de investigación y desarrollo, porque los medios no tienen el dinero ahora y pueden usar nuestra experiencia. Si no existen nosotros tampoco existimos. Si el periodismo muere, no habrá escuela de periodismo. Creo que debemos tener ese tipo de relación simbiótica.

—Y finalmente, el rol de los estudiantes de periodismo.
Lamentablemente el costo de la educación en Estados Unidos es tan alto que excluye a mucha gente. Pero en un mundo ideal, si podemos bajar el valor de los gastos de matrícula, si eres alguien interesado en periodismo, debes estudiar esto porque esa capa de editores que mencioné ya no está. En el pasado no tenías que ir a la escuela de periodismo para convertirte en periodista. Incluso hoy no es necesario. Pero para tener los fundamental, los estudiantes necesitan entrenarse adecuadamente antes de que cometan errores. Y no haya nadie que te prevenga.

—Lo último: ¿cuál es herramienta tecnológica que siempre debes llevar, donde sea que vayas?
Tu teléfono. Es lo mejor, puedes grabar una entrevista ahí. Puedes tomar fotos. Lo que lo diferencia de cualquier cámara que puedas comprar es que está conectado a internet. Puedes reportear y compartir lo que ves instantáneamente. Puedes tener una cámara Leica de tres mil dólares. Yo elegiría esto [el teléfono] sobre lo otro, siempre.

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