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Desigualdad educativa: el problema de base que no se soluciona con la PAES

Por ~ Publicado el 5 diciembre 2022

La semana pasada (28, 29 y 30 de noviembre) los y las egresadas de cuarto medio de todo el país se vieron enfrentados a la nueva Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES). si bien se trata de la primera implementación del nuevo instrumento, el principal problema de la vieja prueba se mantiene: no todos los postulantes llegan en las mismas condiciones a su rendición. En los últimos años, el 74% de los puntajes nacionales han sido de hombres de colegios privados, principalmente de la Región Metropolitana, dejando en evidencia las brechas y diferencias de recursos educativos que poseen los y las estudiantes secundarias, aspecto que la PAES, según reconoce en este artículo la subsecretaria de Educación Superior, “no logra en lo absoluto disminuir”.

Por Constanza Gálvez, Claudia Álvarez y Sergio Vergara*


 *Este artículo fue realizado por estudiantes de primer año de la carrera de Periodismo de la Universidad Alberto Hurtado, en el marco del curso Técnicas de Reporteo, impartido por el profesor Franco Fasola.

En 2019, a raíz del estallido social, la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) se organizó junto a alumnos de todo Chile para boicotear la rendición de la entonces llamada Prueba de Selección Universitaria (PSU). El trasfondo de la movilización apuntaba a que no todos los estudiantes contaban con los mismos recursos para preparar la prueba y así poder acceder en igualdad de condiciones a la educación superior. Desde entonces, el mecanismo de ingreso a casas de estudios superiores sufrió diversas modificaciones, incluyendo el cambio de nombre, la modificación de la escala de puntajes y el diseño e incorporación de nuevas pruebas. Producto de esos cambios surgió la nueva Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), que rindieron por primera vez más de 235 mil personas en todo el país durante los últimos tres días de noviembre. Sin embargo, a juicio de expertos consultados por Puroperiodismo, ninguna las reformas que le dieron forma a nuevo examen lograría solucionar el problema de base: la desigualdad educativa.

Según datos de la Encuesta Casen 2017, Chile tiene uno de los índices de desigualdad más altos entre los países de la OCDE, lo que se expresa en el índice Gini con un 0,503%, y esa situación también se expresa en materia de Educación. Se estima que el 10% de los y las estudiantes que forman parte del sistema de educación abandonan cada año sus estudios y que, de ellos, el 80% lo hace como consecuencia de la pobreza. Datos oficiales del Ministerio de Educación también dan cuenta de que el 68% de quienes egresan de la educación municipal logra acceder a la educación superior, mientras que en el sector particular subvencionado son el 80% y el 95% en el privado.

Juan Pablo Valenzuela, director del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile, explica que “la desigualdad en la educación siempre ha existido, es una problemática que viene arrastrando desde hace años y ningún gobierno se ha hecho cargo”.

En la misma línea, el investigador asegura que cambiar el nombre a la prueba y la escala de puntajes no es la solución a la segregación educativa. “Es necesario crear otro método de acceso a la educación superior, donde no existan distinciones ni desigualdades. No es por nada que los mejores puntajes sean de los colegios privados y los peores de colegios municipales”, dice.

Estudiantes ingresando a rendir la primera PAES. (FOTO: Demre.cl)

Estudiantes ingresando a rendir la primera PAES. (FOTO: Demre.cl)

 

La desigualdad entre los colegios

Todos los colegios del país, ya sean municipales, subvencionados o privados, cuentan con diferentes métodos de preparación para la prueba de acceso a la educación superior. Los colegios privados que han obtenido los mejores puntajes a nivel nacional en la prueba en los últimos años son, entre otros, el Colegio Cordillera (Las Condes), el Colegio Cambridge College (Providencia) y el Colegio Los Andes de Vitacura. De hecho, los tres están entre los 20 establecimientos con mejores resultados en la Prueba de Transición (PDT) que se tomó a mediados de este año, una lista que en que sólo apareció un liceo municipal y en la que 14 posiciones son ocupadas por colegios particulares ubicados en comunas del sector oriente de Santiago, precisamente las más ricas del país.

Con respecto a esto, Henry Arévalo, director del exclusivo Colegio Nido De Águilas, señala que los resultados positivos se relacionan a que instituciones como la que él representa destinan más horas pedagógicas para preparar la prueba, hacen ensayos todas las semanas y los profesores se encargan de motivar constantemente a sus estudiantes, entregándoles herramientas de preparación psicológica.

Por el otro lado, los colegios municipales a lo largo de Chile no cuentan dentro de sus planes educativos con más horas pedagógicas destinadas a la preparación de la prueba, ni ensayos constantes. El delegado universitario del Liceo Municipal Pedro Troncoso Machuca, de Vallenar, Raúl Chacana, detalla que los estudiantes no cuentan con los medios necesarios para poder costear un preuniversitario y prepararse correctamente para el examen de acceso al sistema de educación superior.

“Como institución, hacemos todo lo posible por entregar una formación de calidad, pero lamentablemente el problema viene desde la casa y el contexto socioeconómico de cada alumno (…) Los de los colegios privados tienen muy clara la película desde chicos y los de establecimientos vulnerables no tienen certeza de lo que harán con su futuro”, dice.

Por las razones mencionadas es que gran parte de los estudiantes que provienen de colegios municipales obtienen tan bajos puntajes en la prueba de acceso a la educación superior. La psicóloga educacional del Liceo Particular Avenida Recoleta, María Sandoval, se refiere a la situación que afrontan los estudiantes de colegios públicos: “El desinterés es un ‘virus’. La mayoría de los estudiantes proviene de un hogar donde las exigencias académicas son mínimas y eso, de una manera u otra, contagia de mala forma sus aprendizajes. Estoy muy convencida de que si los estudiantes se propusieran el querer superarse y mostrar ese interés, podrían exigirles a las instituciones herramientas para preparar mejor su PAES”.

Ya a comienzos de este año un reportaje de Radio Bío-Bío revelaba que distintos investigadores y académicos coincidían en que los cambios de la PAES no lograrían disminuir las desigualdades del sistema escolar, en parte porque todavía no habría información clara respecto de lo que ha fallado. Así lo planteó en esa instancia, Rodrigo Cornejo, investigador del Observatorio Chileno de Políticas Educativas de la Universidad de Chile, quien acotó que “aún está pendiente un balance de las razones por las que fracasó la PSU”.

 

Un factor estresor

Otra de las principales problemáticas de la prueba se relaciona al estrés que genera la espera de los resultados y la frustración de algunos estudiantes que no son seleccionados en sus carreras de preferencia. Por este motivo, Emilia Monsalve, psiquiatra infanto adolescente, encargada de la Unidad Infanto Adolescente del Hospital Regional de Coquimbo, explica de qué forma la salud mental de los jóvenes se ve afectada ante el transcurso de la prueba.

“Para algunos define lo que van a hacer en su futuro y para muchos también define la posibilidad de poder acceder a becas y otro tipo de apoyo. Creo que es súper importante mencionar que no todos lo viven igual, porque hay distintos niveles de acceso a la prueba y diferencias de formación en los alumnos”, aseguró.

Monsalve hace también énfasis en la importancia del factor socioeconómico de las personas a la hora de enfrentar el proceso y sus efectos en el parea de la salud mental. Trabajo en el sistema público y privado, conozco las dos realidades y los recursos con los que se enfrentan los estudiantes, hay aspiraciones y preocupaciones distintas. Tengo pacientes a los que les genera mucha ansiedad el proceso de rendir las pruebas y tienden a descompensarse, pero más que por la prueba en sí, es por el contexto socioeconómico que tienen”.

 

Políticas públicas

“A diferencia de otros años, las preguntas de la PAES tienen la finalidad de medir competencias, más que contenidos. De esta forma, se pueden identificar las habilidades que poseen los postulantes y no sólo la cantidad de materia que aprendieron”, afirma la  subsecretaria de Educación Superior, Verónica Figueroa, respecto de la nueva metodología implementada por el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional de la Universidad de Chile (DEMRE).

Pero no sería el único cambio en la prueba, pues otro de los factores que generaban conflicto a los estudiantes durante las rendiciones de la PSU era el lenguaje que se utilizaba en los textos y en las preguntas del facsímil, el que en muchos casos generaba confusión e incrementaba las dudas de quienes la rendían, marcando otro indicador de la profunda brecha existente entre estudiantes según su contexto de origen. En relación a esto, Figueroa dice que “esta prueba trata de desarrollar un lenguaje cotidiano que no sea complejo de entender, porque se entiende que no todos los postulantes cuentan con el mismo nivel de comprensión de las palabras, debido a sus distintas realidades y tipo de educación”.

Estudiantes (FOTO: Cned.cl)

Estudiantes (FOTO: Cned.cl)

La autoridad reconoce, en todo caso, que “esta prueba no logra en lo absoluto disminuir la desigualdad educativa, porque eso es algo que debe ser solucionado de manera estructural, pero sí es un paso a mejorar los instrumentos de evaluación (…) Esperamos que este proceso resulte de la mejor forma posible y que los estudiantes tengan más oportunidades para decidir sobre su futuro”.

El próximo tres de enero los y las estudiantes que rindieron la primera PAES podrán saber sus puntajes obtenidos en las evaluaciones. Desde ese día y hasta el seis de enero tendrán la posibilidad de postular a las universidades e institutos de preferencia. El 17 del mismo mes se darán a conocer los resultados de esta postulación para iniciar el proceso de matrícula, y recién en esa instancia se verá reflejado el funcionamiento de esta nueva prueba y se podrá verificar si cumplió o no con los objetivos propuestos por el DEMRE.

 

 

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