El Museo de la Memoria y el Colegio de Periodistas de Chile realizaron el pasado 14 de junio un taller impartido por el proyecto Hacemos Memoria de la Universidad de Antioquia, de Colombia, con el fin de mostrar la importancia del trabajo periodístico para los procesos de memoria, y exponer los elementos imprescindibles que estas investigaciones deben contener. Puroperiodismo asistió al taller, el cual se realizó bajo el contexto de la sexta versión del Premio Periodismo, Memoria y Derechos Humanos, cuya convocatoria se encuentra abierta para periodistas y estudiantes hasta el 15 de agosto. Estos son algunos apuntes de lo que se conversó durante la jornada.
Desde la ciudad de Medellín, el proyecto Hacemos Memoria de la Universidad de Antioquia “investiga, discute y propone un diálogo público sobre el conflicto armado y las graves violaciones a los derechos humanos ocurridas en Colombia”. Creado en 2014, la iniciativa promueve un periodismo “desde un lugar, o una posición política, que trabaja por la memoria, la democracia y la recuperación de la paz”, como explicó Yhobán Hernández, editor del proyecto y periodista de esa casa de estudios.
Con esa primera explicación se inició el pasado 14 de junio el taller “El periodismo y sus trabajos por la memoria”, una instancia creada por el Museo de la Memoria y el Colegio de Periodistas de Chile, donde el equipo de Hacemos Memoria expuso la metodología de trabajo e investigación que utilizan para articular este “periodismo por la memoria”. Ésta se basa principalmente en la construcción de historias a través del periodismo narrativo para “empezar a generar una memoria del pasado, para comprender a profundidad los conflictos o transformaciones culturales y las sociedades”, como señaló Hernández.
El taller se realizó en el contexto de la sexta versión del Premio Periodismo, Memoria y Derechos Humanos que realiza el Museo de la Memoria con colaboración del Colegio de Periodistas de Chile, el cual busca “promover el ejercicio del periodismo en el rescate de la memoria y los derechos humanos, reconociendo a aquellos periodistas que investigan en el presente sobre hechos del pasado”, según se lee en la página web del premio. La convocatoria para postular trabajos se encuentra abierta para periodistas y estudiantes de Periodismo de todo Chile y el plazo para hacerlo vence el 15 de agosto (postular aquí).
Este tipo de periodismo busca crear una narrativa desde el pasado para poder comprender el presente. Como comentó Víctor Casas, coordinador del proyecto Hacemos Memoria, “el periodismo que trabaja por la memoria hace que los hechos del pasado vuelvan al presente y los convierte en un hecho noticioso”.
Así, el equipo colombiano expuso a los presentes “las 5W transformadas al periodismo por la memoria”, elementos que llamaron “los 10 imprescindibles” para realizar este trabajo.
1. La actualidad es pasado
“Para el periodismo, enfrentarse al pasado es novedoso”, fue la primera frase que dijo Esteban Tavera, periodista y asesor de Hacemos Memoria, para explicar el primer imprescindible de la jornada.
El trabajo de muchos periodistas consiste en tomar hechos del pasado como su noticia, y eso es algo que ocurre sobre todo en América Latina, donde muchas de las heridas de décadas pasadas siguen abiertas y vigentes. Tavera dio como ejemplo de ello a las víctimas de hechos de violencia en conflictos armados o en las dictaduras que han azotado a la región: “Las víctimas no conciben que sean de un tiempo que ya murió, porque viven esa relación con el tiempo como una relación acechante, que si bien ocurrió en un tiempo pasado, cambió sus vidas hasta la actualidad”.
Por lo tanto, agregó, si estas personas “tienen una relación distinta con el tiempo, nuestro periodismo también lo debe tener”.
Lo que propone Taver implica romper la relación epistemológica de la noticia con el presente, ya que ese hecho del pasado que está contando la víctima, es el hecho noticioso actual.
Para ejemplificarlo, se presentó en el taller el documental español “El silencio de otros”, dirigido por Almudena Carracedo y Robert Bahar (2018), que muestra a un grupo de víctimas y supervivientes del régimen franquista en España y los acompaña en la llamada “Querella Argentina”, interpuesta en 2010 ante los Tribunales de Justicia de Argentina para que se investiguen los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura de Francisco Franco entre 1936 y 1975. Al mismo tiempo que se retrata la búsqueda actual de justicia, los documentalistas reviven el pasado de las víctimas y los hechos de la Guerra Civil Española, dando cuenta de que la historia, aunque haya transcurrido hace ya varias décadas, sigue abierta y aún escribiéndose.
2. No son fuentes, son personajes
En el periodismo por la memoria, tal como explicó Yhobán Hernández, la víctima es el testimonio y el corazón del relato. Por esto, “en el periodismo tradicional se habla de fuentes, pero en el periodismo que trabaja por la memoria dejamos de referirnos a las víctimas o a las personas como fuentes, y las tratamos como personajes”.
Hernández explica que para ello es necesario no sólo obtener un relato de los hechos, sino que también abordar la complejidad humana y los impactos psicológicos y sociales de lo que vivieron. Eso implica un tratamiento de la investigación riguroso y respetuoso, rico en detalles, para así lograr una reconstrucción del personaje de la mejor forma.
Como ejemplo de una buena reconstrucción de un personaje, Hernández mostró la imagen de Lyudmilla Ignatenko, personaje principal del libro Las voces de Chernóbil, escrito por la periodista bielorrusa y Premio Nobel de Literatura, Svetlana Alexiévich: “Reconstruye la voz de una mujer bielorrusa con las facetas más íntimas de la mujer, mientras trasladan a su esposo y trata de estar con él todo el tiempo posible. Oculta su embarazo, pero también da cuenta de sus emociones, de cómo ella interpreta el pasado. Es una voz que ha sido silenciada generalmente muchas veces desde un país que intenta reprimir lo que pasó en Chernóbil (…) Es un personaje profundo y complejo”.
3. Más que lugares, escenarios
En el periodismo tradicional se pregunta dónde ocurrieron los hechos, pero en el periodismo que trabaja por la memoria, como explica Víctor Casas, el foco no está en los lugares, sino en los escenarios: “De la dirección de una información muy escueta, pasamos a una información mucho más detallada que nos ayuda a comprender dónde ocurren las cosas, a un escenario mucho más grande y complejo”.
Esto se ejemplificó con el libro Hiroshima, del periodista y escritor estadounidense John Hersey. En ese texto, “la construcción que hace Hersey del escenario es completa, reconstruye un lugar para dar cuenta de cómo eran sus calles, sus edificaciones, y cómo estas servían para entender la cultura de las personas que vivían en ese lugar”, explica Casas.
4. Transformaciones (del tiempo)
Otro de los imprescindibles para este tipo de periodismo son las transformaciones que debe tener el tiempo y que, cuando se relaciona con la memoria, se debe entender como una variable que trae cambios. “El tiempo avanza, se devuelve o se estanca, como a veces le ocurre a una víctima cuando tiene un familiar desaparecido y vive un duelo permanente, y éste [el tiempo] no avanza hasta que empiezan a actuar judicialmente o con organizaciones sociales”, explicó el editor de Hacemos Memoria.
Hernández también agregó que el periodismo, cuando quiere trabajar por la memoria, debe investigar el pasado para entender el tiempo transcurrido (hasta la actualidad) y cómo eso ha afectado a las personas. Así, el tiempo se presenta de tres formas: el tiempo de lo real, es decir, cuando ocurren los hechos con fechas y datos específicos; el de la narración, en el que el periodista está contando la historia (desde el presente contando el pasado); y el tiempo de activación, cuando el producto periodístico se publica y el público interactúa con él.
Para ejemplificar este “imprescindible”, el equipo de Hacemos Memoria presentó otro documental español: Nacido en Siria, de Hernán Zin, el cual muestra el viaje de niños que han tenido que abandonar su país y cruzar el Mediterráneo huyendo de la violencia de la guerra civil en Siria.
Casas dijo que decidieron mostrar este documental debido a que “se ve la transformación de los personajes, cómo sus vidas se transforman. En algunos casos, al llegar a las costas del Mediterráneo y convertirse en refugiados; en otros, donde se siguen vulnerando sus derechos”.
5. Los acontecimientos
En el periodismo del día a día se escriben artículos sobre hechos noticiosos del momento y con datos e información actuales. “Y los periodistas quedan con la inquietud de que al día siguiente habrá información que no tendrán en ese momento [cuando escriben la nota], pero desde el periodismo por la memoria miramos hacia el pasado”, comentó Camilo Castañeda, periodista y asesor de Hacemos Memoria.
Cuando el periodismo se trabaja por la memoria y se mira hacia el pasado, “nos encontramos con que hay relatos o situaciones que podemos contar como verdaderos acontecimientos (…) y en estos casos del pasado, se observa la información anterior, viendo todas las miradas y versiones”, agrega.
Para esto, se expuso el primer episodio del podcast La noche más larga, de Radio Ambulante, donde se cuenta la historia de la toma del Palacio de Justicia de Colombia por la guerrilla M-19 en 1985, y cómo, 33 años después, las familias de dos hombres que estaban en el edificio continúan con dudas sobre lo sucedido.
Aquí, el equipo de Hacemos Memoria comentó que el relato militar del acontecimiento dejó de ser visto de la misma forma, ya que el periodista retoma los acontecimientos porque hay víctimas que deciden retomar la justicia para conseguir la verdad de los casos de vulneración de los derechos humanos. Por lo tanto, “uno vuelve al pasado para actualizar los hechos”, explicó Castañeda.
6. Participación como equipo
En el periodismo por la memoria, la participación toma un rol esencial desde la mirada de la inmersión en la realidad que se quiere contar. Así lo explicó Tavera: “Cuando hablamos de hechos que ya ocurrieron, donde la inmersión no es la primera opción, lo que sí podemos hacer es juntarnos con quienes sí vivieron esos hechos, pero ya no sólo como fuentes, sino que como productores igual que nosotros, como equipo”.
Ejemplo de esto es el documental Luces y Sombras, resultado de una investigación de periodistas regionales, la asociación de víctimas del conflicto armado de la localidad de Sonsón (Colombia) y la asesoría de Hacemos Memoria, en donde su protagonista, Gertrudis Nieto, cuenta la historia del asesinato de su hijo y ayuda al equipo periodístico a conseguir más relatos para armar el documental. “Gertrudis, además de fuente, es parte productora, y este documental es ejemplo de esta inmersión participativa”, contó Taverna.
7. Usar símbolos
Del mismo proceso de inmersión que un periodista hace para recolectar información e insertarse en la realidad que se está buscando contar, se consiguen los símbolos que, según Yhobán Hernández, “muchas veces hacen que el texto sea memorable”.
Estos símbolos se construyen y son parte de la cultura e historia que se está investigando, “y son importantes de trabajar porque condensan y generan empatía, ayudan a que el lector fije en su memoria lugares, personas y épocas”, explicó.
Para mostrarlo, los expositores utilizaron una fotografía de La Escombrera, un lugar utilizado como botadero de materiales de construcción que fue utilizado como fosa común para hacer desaparecer a las víctimas de la Operación Orión en 2002, en la Comuna 13 de Medellín.
En la fotografía, explicó Hernández, se ve el símbolo de una cruz construida con madera de sauce, un tipo de árbol que, aunque se corte, es fácil que vuelva a brotar. Y, acompañado de esta cruz, hay un cartel en donde se lee “aquí renace nuestra esperanza”, colocado por las familias de los desaparecidos en La Escombrera.
8. Revivir los archivos
Otro elemento fundamental es el archivo que, como explicó Hernández durante el taller, generalmente se utiliza como fuente secundaria que no es explorada en profundidad. Sin embargo, en el periodismo por la memoria, “el archivo es explorado en profundidad y se convierte en testimonio, y así permite reconstruir de manera detallada los hechos de una historia”.
Hernández añadió que existen distintos tipos de archivos importantes al momento de investigar. En Hacemos Memoria, se basan en los presentados por Marta Giraldo, profesora de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de Antioquia, quien menciona los archivos de derechos humanos, los cuales dan cuenta de las victimizaciones de conflictos sobre la violencia; y los archivos de dolor, donde se guardan documentos u objetos que dan cuenta de la victimización que vivieron los personajes y de las formas en que resistieron.
“Si el archivo está solo, no tiene fuerza, pero si alguien lo toma e investiga, revive”, mencionó Hernández, agregó.
Como ejemplo, se expuso el documental La Isla, del cineasta alemán Uli Stelzner, que se contextualiza en la Guatemala de fines del siglo XX, durante la Guerra Civil, específicamente en una cárcel secreta de los comandos de la Policía Nacional. Se llamaba La Isla. El documental muestra más de 80 millones de documentos encontrados en 2005, que terminan siendo el archivo secreto de la Policía Nacional donde estaban documentadas las violaciones a derechos humanos ocurridas durante la guerra interna de ese país.
9. Macrogénero
Este tipo de periodismo, al basarse en el género narrativo, se presenta como un macrogénero al poder exponer el producto final en distintos formatos. Desde Hacemos Memoria, presentaron la novela gráfica La Gran Guerra, del novelista gráfico maltés Joe Sacco, ya que “es un buen ejemplo de cómo, desde otras formas de narrar, también se pueden construir relatos de memoria”.
En La Gran Guerra, Sacco reconstruye batallas de la Primera Guerra Mundial en base al archivo existente y, a través de fotografías, “trata de identificar algunas escenas, cómo iban vestidos los soldados, cómo eran los lugares de confrontación (…). A través de la novela gráfica, cuenta hechos del pasado”, comentó Casas.
10. Autor
El último de los principios expuestos por el equipo de Hacemos Memoria corresponde al autor, a la persona que realiza este “recorrido por los imprescindibles” y que presenta al público la narración del pasado.
Castañeda señaló que en el periodismo por la memoria “el autor reclama un lugar, tiene su propia voz y puede contar con detalles todo el proceso por el que pasó, la experiencia que vivió durante la investigación, y cómo a través de ésta interactúa con distintos elementos (…) Uno [como autor] tiene un compromiso político y ético sobre el acontecimiento”.
Para este “imprescindible”, desde Hacemos Memoria ejemplificaron con Operación Masacre, del cronista argentino Rodolfo Walsh, libro donde el autor revela, en base a entrevistas con los sobrevivientes, sus familias y autoridades, los asesinatos de los prisioneros conocidos como “los fusilamientos de José León Suárez”, cometidos durante la dictadura cívico-militar en Argentina ocurrida durante 1955 y 1958 autodenominada “Revolución Libertadora”.
Para terminar el taller, el equipo de Hacemos Memoria mencionó el llamado Paro Nacional o el Estallido Social de Colombia que comenzó a finales de abril de este año, muy similar a lo ocurrido en Chile en octubre de 2019. Yhobán Hernández dijo que “lo que hacemos cuando denunciamos todo esto, es buscar también soluciones democráticas y salidas fuera de la violencia y que se pueda edificar una sociedad diferente”.
“No podemos dejar de mirar lo que está pasando hoy en nuestras sociedades, porque tienen en la actualidad crisis por hechos del pasado que no se han podido resolver (…). Cuando trabajamos por la memoria, estamos haciendo un trabajo para el futuro”, finalizó.