Opinión

Ignacio Bazán recomienda: Chuck Klosterman

Por ~ Publicado el 28 mayo 2010

Ignacio Bazán

Chuck KlostermanLa historia de Chuck Klosterman (@CKlosterman) es la de un huaso-gringo-flaite-redneck que triunfó en la gran ciudad. La banda favorita de Klosterman es Kiss y, para que Kiss sea tu banda favorita, hay que ser un gringo bien flaite.

Que a Klosterman le guste Kiss es sólo un dato. También es dato que el tipo, a lo largo de su carrera, haya escrito para Spin, Esquire y The New York Times Magazine, sobre todo si el tipo creció en un pueblo enano de Dakota del Norte.

Klosterman es un granjero que se urbanizó gracias al periodismo y ha escrito varios libros a los que les ha ido bastante bien. Eso es un gran logro porque Klosterman es pelirrojo y, salvo Pedro Carcuro, nunca he conocido un pelirrojo exitoso.

De sus libros, los de no ficción son los mejores. Hay uno, Killing Yourself to Live: 85% of a True Story, en que recorre los lugares donde han muerto estrellas de rock norteamericanas y donde aprovecha de armar grandes narrativas alrededor de esos lugares y su gente. Puede que guste o no guste su contenido, pero la idea, el concepto, es extraordinario.

¿Que más? Klosterman no cree en la fidelidad ni en la gracia y santidad de los Juegos Olímpicos: ¿Por qué cada cuatro años nos preocupamos de la historia de la niña que lanza la bala y el resto del tiempo esa misma historia no le interesa a nadie y nadie sabe quienes son sus rivales?, se pregunta en IV, un libro de ensayos y artículos del 2006.

Y claro, el hombre tiene razón. ¿Alguien en Chile sabe quién es la Némesis de Tomás González en gimnasia? Nadie. O los pocos que saben algo de gimnasia. Eso significa que, en el país de origen del rival más enconado de González, al mismo González no lo conoce nadie. O casi. Ergo: González no puede ser un orgullo chileno en el extranjero porque nadie sabe quién es. Que González gane un oro en los próximos Olímpicos tampoco lo va a hacer más famoso afuera. La gimnasia tiene un techo y ese techo es más bien bajo.

Klosterman también dice que nadie que use pantalones de cuero tiene amigos de verdad. Eso explica las muertes de Jim Morrison y Elvis. Ambos usaban pantalones de cuero y ambos sucumbieron a las drogas y el alcohol. Nadie se preocupó de decirles las cosas cómo realmente eran. Y acá, parafraseo en un 85% un texto de Klosterman sobre el tema: “Imagina llegas a una reunión con tus amigos y estás usando, por primera vez, unos pantalones negros de cuero apretado. ¿Cómo esperas que reaccionen tus amigos? Lo más probable es que te manden a sacarte esos pantalones y que se burlen por una hora entera de ti. Eso es lo que los amigos de verdad hacen. Si llegas con pantalones de cuero y nadie dice nada, y todos siguen tomando y conversando, significa que ninguno de ellos te quiere. Es más, probablemente en su fuero interno, te odian”.

Klosterman es pelirrojo, usa lentes de marco negro y cautiva un look a lo vikingo. Su barba, a riesgo de sonar redundante, es roja. Probablemente, sus amigos tampoco lo quieren mucho. Pero eso no importa. A Elvis y a Morrison se les escucha. Y a Klosterman hay que leerlo. No matter what.

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