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La inauguración de la Convención Constitucional por dentro y por fuera 

Por ~ Publicado el 6 julio 2021

El pasado domingo 4 de julio fue la sesión inaugural de la Convención Constitucional, donde se dio inicio al proceso que llevará a los 155 constituyentes a escribir la propuesta para una nueva Constitución. Entre manifestaciones en Plaza Dignidad y enfrentamientos a metros del ex Congreso Nacional (donde se encontraban realizando la ceremonia), Puroperiodismo fue parte de la histórica jornada tanto adentro del edificio como en las calles de Santiago.

Por Isidora Varela, Polet Herrera y Amy Franklin


Fue una fría mañana la del domingo 4 de julio en Santiago, pero daban lo mismo las bajas temperaturas: en las calles todo se preparaba, todo se movía. Al amanecer, representantes de los distintos pueblos originarios comenzaron lo que sería una jornada histórica con ceremonias tradicionales de cada nación. El pueblo mapuche, por ejemplo, en un rito íntimo y a cargo de la machi Francisca Linconao, se reunió en el cerro Huelén para luego iniciar su procesión hacia el ex Congreso Nacional. Irían juntos y juntas enarbolando su bandera, la Wenufoye, y haciendo sonar cultrunes y trutrucas, acompañando a quienes desde esa jornada, formalmente, asumirían la representación de su cultura y su gente en la Convención Constitucional. 

Y allí estaban, con vestimentas tradicionales y listas para aceptar su rol constituyente, la misma Linconao, además de Elisa Loncon y Natividad Llanquileo.

Pasadas las 8:00 am, en la Alameda comenzaba a subir la temperatura. Afuera del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), un grupo de personas transitaba con banderas del Partido Comunista (PC), mientras otras sostenían un lienzo en el que se leía “Piñera: el pueblo manda, NO + AFP”. A su lado, un hombre en situación de calle dormía en el suelo.

Unas cuadras más arriba, por el Cine Arte Alameda, con sus puertas aún cerradas tras el incendio que sufrió a fines de 2019, tapadas con varias capas de pintura y restos de papeles en donde se leían consignas, caminaban dos mujeres a paso agitado buscando la llamada “Plaza Dignidad”. Ambas venían junto a un contingente de personas desde Viña del Mar para apoyar durante la jornada inaugural de la Convención Constitucional a la constituyente independiente por el distrito 7, Camila Zárate, y a los demás convencionales electos de la Lista del Pueblo. Mientras caminaban, una de ellas se integró a afirmar un lienzo que tenía puños alzados dibujados y la frase que ha resonado por todo Chile desde octubre de 2019: “Hasta que la dignidad se haga costumbre”. 

Manifestantes en el monumento al general Baquedano. 4 de julio de 2021. (Foto: Luciano Candia).

Manifestantes en el monumento al general Baquedano. 4 de julio de 2021. (Foto: Luciano Candia).

Ruidos, cánticos, consignas y decenas de personas que se sumaban a cada minuto que pasaba. Era el ambiente que se vivía en los instantes previos a la ceremonia que daría inicio a la Convención donde, por un período máximo de un año, 155 ciudadanos y ciudadanas electas se reunirían para dar forma a una nueva Constitución. La primera instancia de ese tipo en la historia de Chile y la primera con representación paritaria del mundo.    

Puroperiodismo estuvo presente tanto al interior del ex Congreso como en las manifestaciones convocadas para esa fecha, y conversó con convencionales, manifestantes, participantes de cabildos y organizaciones sociales para conocer su visión sobre el proceso constituyente que, a pesar de lo accidentado de esa jornada y los problemas técnicos que impedirían en los días siguientes que se comenzara a sesionar, ya entró en tierra derecha. Ésta es la crónica de ese día.

 

De la “Zona Cero” al ex Congreso

Mientras sonaban batucadas y gritos con las consignas del estallido social y la liberación de los presos de la revuelta, cerca del Teatro Universidad de Chile se divisaban a los constituyentes de la Lista del Pueblo, entre ellos, a Alejandra Pérez, convencional por el distrito 9.

“Hace mucho empezamos a decir basta, pero hace 629 días nuestra querida y valiente juventud, saltando un torniquete, nos unió para gritarlo. Entre humo de lacrimógenas, ruido de cacerolas, banderas y gritos de clamor volvimos a mirarnos, volvimos a fundirnos en un abrazo, volvimos a tomarnos de las manos para exigir dignidad”, dijo Pérez en Plaza Dignidad.

A las 9:00 am, en la esquina de Irene Morales con Alameda, frente al memorial que se levantó para conmemorar a manifestantes que fallecieron durante el estallido -muchos por acción de agentes del Estado-, un grupo de personas se reunió para recordar a quienes se han convertido en emblemas de la lucha social. “Libertad, justicia y reparación”, decía uno de los lienzos que sostenían los y las manifestantes.  

Rodearon la base del monumento al general Manuel Baquedano, tapado desde marzo por un muro metálico de más de 3 metros de alto. Había quienes lo golpeaban con piedras y manos, con el mismo ritmo de los cacerolazos. Otros, rayaban consignas y pegaban panfletos en sus paredes naranjas.

Mujer manifestante golpeando muro del monumento al general Baquedano. 4 de julio de 2021. (Foto: Isidora Varela L.).

Mujer manifestante golpeando muro del monumento al general Baquedano. 4 de julio de 2021. (Foto: Isidora Varela L.).

A su lado, un pequeño grupo de mujeres con banderas moradas y pañuelos verdes comenzaban a agruparse. Era la Agrupación de Mujeres de Macul, quienes se organizaron para asistir juntas a la manifestación. 

“Esto es nunca más sin nosotras, tenemos que estar tanto en lo institucional como en la calle (…) En la Convención Constitucional nos asombró el alto apoyo de las votaciones. Estuvimos sobrerrepresentadas y jamás lo esperábamos, no sólo se siente nuestro movimiento, sino que también hay un apoyo transversal; las mujeres que están hoy día no sólo fueron votadas por mujeres”, expresaron.

Así, con un lienzo donde se leía “Nueva Constitución con el pueblo o nada”, la marcha convocada por la Lista del Pueblo iniciaba su camino hacia el ex Congreso Nacional, con la intención de que sus constituyentes fueran acompañados por sus familiares, amigos y los mismos manifestantes hasta donde sesionaría la Convención, porque “esto no es de los 155 constituyentes, este proceso es de todos los chilenos y chilenas”, como mencionó Rodrigo Rojas, el “Pelao Vade”, constituyente de la Lista del Pueblo por el distrito 13. 

 

El ingreso de los constituyentes

La sede del ex Congreso Nacional, en pleno centro histórico: todo confluía ahí. 

Para los y las 155 convencionales que esa mañana asumirían el papel que en mayo la ciudadanía les delegó con el voto, el ingreso estaba por un viejo portón de fierro en la intersección de Bandera con Compañía, que resguardaban cuatro Carabineros. A medida que llegaban, pasaban directo al patio, donde -por motivos sanitarios- se llevaría a cabo la ceremonia, bajo un espacio encarpado especialmente para la ocasión. A cada constituyente se le entregó un kit sanitario con alcohol gel y una mascarilla de recambio. El ambiente era extraño. Mientras había quienes guardaban compostura y esperaban que todo se diera con solemnidad, otros y otras aprovecharon la instancia para llevar al minuto uno de la Convención la protesta ciudadana.

Un grupo de constituyentes feministas, con pañuelos verdes y morados, entró con un lienzo que decía: “Desde hoy, siempre con nosotras”. Lo sostenía más de una decena de mujeres, entre ellas las convencionales Malucha Pinto, Valentina Miranda y Patricia Politzer. Algunas llevaban una polera negra que decía “¡Libertad a l@s pres@s polític@s de la revuelta!”, y se escuchaba el conocido grito feminista “ahora que sí nos ven, abajo el patriarcado que va a caer, que va a caer, arriba el feminismo que va a vencer, que va a vencer”.

A las 10:00 am estaba contemplado comenzar la ceremonia, y la mayoría de los y las presentes, ante las consultas de la prensa, manifestaban una profunda emoción y esperanza por el proceso. Constanza Schönhaut (CS), convencional del Frente Amplio por el distrito 11 que llegó ese día caminando desde el Barrio Yungay junto a sus adherentes, dijo a Puroperiodismo

También Politzer, periodista independiente y actual representante en la Convención por el distrito 10, se refirió a la instancia que estaba por comenzar, la que calificó como “una fiesta de la democracia”:

Otra entrada que marcó la jornada fue la de la machi Francisca Linconao. Autoridad espiritual mapuche, es también una de las figuras más potentes del activismo por los derechos humanos de su pueblo. Fue vinculada al asesinato del matrimonio Luchsinger Mackay, lo que la llevó a estar nueve meses en prisión bajo la Ley Antiterrorista, para luego de cuatro años de persecución y hostigamientos, ser absuelta de cualquier responsabilidad por la justicia. En mayo resultó electa para ocupar uno de los 17 escaños reservados para pueblos originarios -fue la representante indígena más votada en el país- y ese domingo 4 de julio, llegó con hojas de canelo en alto, y seguida por los otros seis constituyentes de su pueblo tras el ritual en el cerro Huelén.

Si bien la machi optó por no interactuar mucho con la prensa, conversó brevemente con Puroperiodismo, primero en mapudungún (“mari mari pu lamngen, mari mari kom puche”, haciendo un saludo a las mujeres y luego uno al pueblo en general) y luego en castellano, para expresar las necesidades de su pueblo frente a la Convención Constitucional y exigir la “libertad a los mapuches y no mapuches por la revuelta en Santiago, porque los jóvenes están sufriendo por salir a la calle”. 

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Tensión en el centro histórico

En el patio del ex Congreso, mientras todo se preparaba para dar comienzo a la ceremonia que encabezaría la secretaria relatora del Tribunal Electoral (Tricel), Carmen Gloria Valladares, se escuchaban gritos y cánticos contra “la Constitución de Pinochet” y la liberación de los presos de la revuelta. Mientras, los y las convencionales de derecha miraban en grupo la escena con gestos de desagrado.

Hasta ese momento, lo que sucedía adentro corría por un carril paralelo a lo que pasaba en la calle. Allá afuera, a una cuadra, Plaza de Armas estaba cercada con vallas papales. Entre la multitud se podía divisar la bandera de los pueblos andinos, la Whipala, como también la congregación del pueblo mapuche y organizaciones de familiares y adherentes a los presos y presas tras el estallido social. Los cánticos de protesta y las batucadas seguían. La marcha ya estaba en la intersección de Compañía y Ahumada; los y las manifestantes tenían ya al frente a Carabineros. Pasó, entonces, lo predecible y quizás, inevitable. 

Un grupo de personas botó el cerco de seguridad. Carabineros se replegó y apareció el contingente de Fuerzas Especiales, con sus carros lanzaaguas y lanzagases. Gritos, piedras, disparos y gas lacrimógeno por todas partes. El mismo día que partía la Convención, volvía a las calles la imagen de las protestas del 18 de octubre de 2019: la “primera línea” enfrentada con Carabineros.

Pero a diferencia de otras instancias similares, en que nada de lo que ocurra afuera detiene la ceremonia, varios constituyentes, en su mayoría pertenecientes a la Lista del Pueblo, exigían detener todo, gritando “no más represión”. No pararon ni siquiera cuando el cuarteto de cuerdas de la Fundación de Orquestas Juveniles comenzó a tocar el himno nacional. Hasta la mesa donde se encontraba Valladares, encabezando la sesión, llegó la constituyente Elsa Labraña, de la Lista del Pueblo, con una fotografía de José Miguel Uribe (joven que falleció el 21 de octubre de 2019 tras sufrir un disparo por el empresario Francisco José Fuenzalida Calvo).

“¡No puedes seguir con esto! ¡Llevamos 30 años, podemos esperar un día! ¡Un año si querís, pero páralo!”, gritó Labraña. 

Fue entonces que Valladares, mostrando una calma que fue destacada de inmediato por los medios y en redes sociales, decidió suspender la actividad. Y ahí varios representantes se pararon y salieron.   

El primero fue Rodrigo Rojas, el “Pelao Vade”, quien salió del ex Congreso a enfrentar la situación tras oír los estruendos que venían de la calle. “No se puede creer que quieran empezar una Convención cuando hay un carro lanzaaguas maltratando a nuestra gente, como lo han hecho por más de 600 días”, dijo. Luego, junto a otros y otras de sus pares se paró frente al carro lanzaaguas con las manos en alto, y así evitar su avance.

Las puertas del ex Congreso se cerraron, y sólo se dejó entrar y salir a constituyentes. A la prensa no se le permitió salir. “Una vez que salen no entran”, les dijeron a los y las periodistas que cubrían el evento. 

Convencional constituyente Rodrigo Rojas abrazando a la lonko Juanita Millal. 4 de julio de 2021. (Foto: Luciano Candia).

Convencional constituyente Rodrigo Rojas abrazando a la lonko Juanita Millal. 4 de julio de 2021. (Foto: Luciano Candia).

En Plaza de Armas la manifestación no cesaba y estaban presentes tanto observadores tanto del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), como brigadas de salud para prestar primeros auxilios a los y las manifestantes. Una de estas brigadas era Movimiento de Salud en Resistencia, y una de sus integrantes, Natali Jarpa, comentó a Puroperiodismo que durante la manifestación de ese 4 de julio atendieron “a personas quemadas por el agua del guanaco, gaseadas con gas pimienta y personas que han sido lastimadas por lacrimógenas lanzadas directamente al cuerpo. Ha sido una protesta brutal, en donde hemos atendido a decenas de personas heridas”.

Entre la masa de manifestantes, también se encontraba la Coordinadora de Víctimas de Trauma Ocular. Frente al Portal Fernández Concha, estaba el lienzo de la coordinadora y Álvaro Silva, uno de sus integrantes: “El costo de que hoy exista la Constituyente fue muy alto, el costo fue la pérdida y baleo de nuestros ojos, y no hay nada que homenajear y celebrar. Nosotros estamos aquí para exigir verdad, justicia y reparación, eso es lo que le pedimos a los constituyentes”. 

La manifestación fue transcurriendo entre avances y retrocesos de la “primera línea”, aunque fue amainando en intensidad. En el ex Congreso, en cambio, todo se reanudó a eso de las 12:40.

 

“Hoy se funda un nuevo Chile”

Fue cerca de la una de la tarde cuando, a pesar de que los enfrentamientos entre manifestantes y Carabineros continuaban en las cercanías, Valladares dio inicio a la votación para elegir a quienes serían los líderes de la convención. 

Las dos votaciones que se realizaron por la presidencia de la Convención Constitucional fueron lideradas con las dos primeras mayorías de votos por Elisa Loncon (quien es constituyente por escaño reservado del pueblo mapuche) y Harry Jürgensen (RN), convencional por el distrito 25 bajo la lista Vamos por Chile. Y finalmente, quien resultó electa para la presidencia con 96 votos, fue Elisa Loncon, académica, lingüista y activista mapuche. 

Con una Wenufoye en sus manos y la junto a la machi Linconao, Loncon subió al estrado y se dirigió al país hablando en mapudungún sus primeras palabras como presidenta de la Convención Constitucional: “Mari mari pu lamngen, mari mari kom pu che, mari mari Chile mapu”.

“Hoy se funda un nuevo Chile plural, plurilingüe, con todas las culturas, con todos los pueblos, con las mujeres y con los territorios, ese es nuestro sueño para escribir una nueva Constitución”, fueron parte de sus palabras.

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A las cinco de la tarde comenzó la votación por la vicepresidencia de la Convención, la cual, una hora y media después y luego de tres vueltas, terminó con la elección del abogado constitucionalista y académico Jaime Bassa, quien llegó a la instancia como independiente, con cupo de Convergencia Social, por el distrito 7.

“Hoy día empezamos a transitar un camino republicano, pero también un camino popular, un camino de representación democrática, pero también de participación social. Creo que el desafío que tenemos ahora, de aquí en adelante, es ser capaces de construir esa trenza desde la justicia, desde la inclusión, desde el respeto, desde la diversidad”, mencionó Jaime Bassa luego de ser electo.

Ya proclamados en sus nuevos cargos, la presidenta Elisa Loncon pidió un minuto de silencio por “los fallecidos de los pueblos originarios, por los fallecidos en dictadura, por los fallecidos del estallido social y por las víctimas de femicidios”.

Poco después, con la mesa ya constituida, se dio término a la ceremonia.

Jaime Bassa, vicepresidente de la Convención Constitucional,  y Elisa Loncon, presidenta de la Convención Constitucional. 4 de julio de 2021. (Foto: Cristina Dorador, convencional independiente por el distrito 3).

Jaime Bassa, vicepresidente de la Convención Constitucional,  y Elisa Loncon, presidenta de la Convención Constitucional. 4 de julio de 2021. (Foto: Cristina Dorador, convencional independiente por el distrito 3).

A pesar de los obstáculos que los y las miembros de la Convención tuvieron que sortear durante la jornada inaugural, el proceso fue reconocido a nivel mundial. El diario El País de España, titulaba “Una indígena mapuche presidirá la convención constituyente que tendrá que escribir un nuevo Chile” y anunció que iniciará una publicación quincenal de un análisis del proceso constituyente; la cadena alemana Deustche Welle publicó que la “ONU alaba instalación de Convención que redactará una nueva Constitución de Chile”; y BBC Mundo destacó la elección de Elisa Loncon para la presidencia de la Convención Constitucional.

Así, se dio inicio a un proceso histórico en Chile, el cual llevará en los próximos 9 meses (con tres prorrogables) a la Convención Constitucional a escribir una nueva Constitución para el país, para que a mediados del próximo año, se realice un nuevo plebiscito en el que se aprobará o rechazará la nueva Carta Magna. 

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