Opinión

¿Por qué no funcionan las aplicaciones de noticias?

Por ~ Publicado el 10 noviembre 2017

El 2016 un reporte de la consultora comScore consignó que las aplicaciones móviles más utilizadas son de redes sociales y música. Por lejos. Las de noticias e informaciones, en cambio, quedan al final de la lista, aunque gozan de usuarios leales. Christian Leal, director de BioBioChile, repasa las principales tendencias del concentrado mundo de las aplicaciones.

Foto de Elijah O'Donell en Unsplash (cc).

Foto de Elijah O’Donell en Unsplash (cc).

Cuando comenzó la revolución de la World Wide Web allá por inicios de siglo (qué viejo suena uno con eso) todo era sitios web. Muchas empresas no tenían claro para qué ni cómo podía ayudarlas en la conexión de sus clientes pero, si todos los demás lo estaban haciendo, había que subirse a aquel vagón.

Vi algunos sitios web que sólo eran copias escaneadas de folletos impresos. Palabra.

Casi 20 años después se repite el mismo fenómeno en el mundo móvil, esta vez siguiendo la fiebre de las ‘apps’, pequeños programas que podemos instalar en nuestro teléfono inteligente (smartphone) y que prometen hacer de todo, desde encontrarnos pareja hasta socializar a nuestras mascotas.

No es de extrañar que las aplicaciones móviles se hayan convertido en la nueva cara de internet. Según datos de la consultora especializada eMarketer, 59% de la población mundial ya tiene acceso a la red mediante su teléfono móvil, cifra que se proyecta aumentará a 64% para 2019. Es decir, casi dos de cada tres habitantes de este planeta.

En Chile, adictos como somos al teléfono, ya vamos un paso adelante. La Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) cifraba en 79,4% la penetración de internet móvil en junio de 2017, con prácticamente la totalidad de ella sobre redes 3G o 4G, cuya velocidad permite incluso disfrutar de transmisiones de video en directo con fluidez.

Y con reportes que nos indican que el 94% de los usuarios de internet en Chile usan smartphones o tablets, pasando casi 2 horas diarias sin quitar la vista del teléfono, es evidente que el mundo digital móvil es donde debemos estar. Y para ello, qué mejor que montados sobre una ‘app’.

Pero no tan rápido. Repetir las escaramuzas de los 90 corriendo como caballos desbocados puede no sólo ser una pérdida de tiempo y de recursos, sino —en el peor de los casos— llevarnos directo a un precipicio…

APPS DE NOTICIAS: MONKEY SEE-MONKEY DO

Con estadísticas como las anteriores, no nos parecerá extraño saber que tanto Forrester como eMarketer coinciden en que el usuario promedio de un smartphone destina el 85% de su tiempo en usar aplicaciones en vez de navegar la web (25%) u otras actividades más exóticas como, digamos, hablar por teléfono.

El problema es que los usuarios NO están usando aplicaciones de noticias.

Ok, aquí es donde esto se pone doloroso. Sucede que si bien todos los años escuchamos que la fauna de aplicaciones es extremadamente variada —con 3.3 millones para Android y 2.2 millones para iOS— el mismo reporte de eMarketer nos dice que los usuarios reparten su tiempo entre no más de 20 aplicaciones, en promedio.

Peor aún, el tiempo que el dueño de un smartphone pasa con una aplicación está en extremo concentrado. Según un reporte de la consultora comScore actualizado en 2016, no nos sorprenderá saber que las grandes favoritas son las aplicaciones de redes sociales y de música, con las que los usuarios pasan un 20% del tiempo de calidad con su teléfono. Este es un desglose de las preferencias:

  • Apps de Redes Sociales: 20%
  • Apps de Música: 20%
  • Apps Multimedia (Video): 13%
  • Apps de Juegos: 10%
  • Apps de Fotos: 4%
  • Apps de Mensajería: 3%
  • Apps de Compras: 3%
  • Apps de Búsqueda y Navegación: 3%
  • Apps de Noticias e Información: 3%
  • Apps de Mapas: 3%
  • Otras: 23%

Sí, lo dejé en negrita para recalcarlo aún más: del tiempo en que utilizan aplicaciones, sólo 3% es en aplicaciones de noticias. Auch.

La analista en jefe de eMarketer, Cathy Boyle, llegó en abril de 2017 a las mismas conclusiones. “Los consumidores pasan la mayor parte de su tiempo con aplicaciones para cinco actividades: escuchar audio digital, usar redes sociales, jugar, ver videos o enviar mensajes. Cada una de ellas no sólo consume mucho tiempo sino que los usuarios las realizan con mucha frecuencia, sin contar la facilidad de acceso de un ícono en la pantalla de inicio comparado con el uso de un navegador para entrar a la web”.

Y agárrense, porque según Jaimie Chung, analista predictivo de eMarketer, la cosa se va a poner peor.

“A medida que los principales desarrolladores siguen combinando múltiples funcionalidades dentro de sus aplicaciones, sólo contribuyen a una progresiva consolidación del mercado”, sentencia.

Algo que vemos muy bien en Facebook, la reina no sólo de las redes sociales, sino de las aplicaciones. Gracias a su combinación de publicaciones de amigos, páginas y grupos, mensajería instantánea, fotos, videos, transmisiones en directo e incluso noticias a través de su sistema Instant Articles (IA), cada vez es menos necesario (o posible) escapar del universo de Mark Zuckerberg.

No en vano comScore detectó que un 81% de los usuarios tenían esta aplicación en sus teléfonos para junio de este año, a la par de Facebook Messenger con 68%. En BioBioChile, 52% de las 46.3 millones de visitas que recibimos en octubre pasado se originaron en Facebook… sin embargo 48% eran desde la versión móvil de la red social. Sólo 4% provenía de su versión para computadores de escritorio.

La estocada final la entregan los propios medios. Y no me refiero a los pequeños medios que tratan de hacerse un espacio en un mar de aplicaciones, sino a las grandes cadenas de información que, pese a todos sus recursos, no logran sacar a flote sus ‘apps’.

Ya a mediados de 2013, el Centro de Estudios Pew Research de Estados Unidos detectaba que a la hora de ver noticias, los usuarios preferían con creces hacerlo a través de la web móvil (sí, ese 25% de tiempo) en vez de usar las aplicaciones creadas para tal efecto por cada cadena. Sólo vean las cifras:

A partir de entonces, las historias de catástrofes abundan. A fines del año pasado, NBC decidió cerrar su aplicación Breaking News, argumentando que pese a contar con un séquito de 9.4 millones de seguidores en Twitter, no había conseguido ingresos suficientes para justificar mantenerla.

En junio de este año, uno de los diarios más importantes de Canadá, Toronto Star, dejó de lado una inversión de 31 millones de dólares y despidió a 30 empleados tras cerrar su aplicación para tablets, otra vez tras resultados financieros desilusionantes. Aún así, el medio anunció que perseveraría en una aplicación móvil unificada para teléfonos y tabletas.

Exactamente en la misma fecha, Yahoo anunció que cerraría su aplicación de noticias News Digest, que había comprado a un adolescente británico hace menos de 3 años por 30 millones de dólares. ¡Hey! Hasta Facebook cerró su aventura noticiosa con Paper, luego de que en unos meses no consiguiera el éxito esperable a las ambiciones de Zuckerberg (y, además, creara ruido en la masificación de Instant Articles dentro de la propia aplicación de Facebook).

Creo que entonces no deberíamos sentirnos tan mal por haber eliminado en junio de Google Play y App Store la aplicación de noticias de BioBioChile para centrarnos en el desarrollo de nuestro sitio web móvil, tras obtener durante 3 años resultados mínimos proporcionalmente a nuestras otras plataformas.

Bien, ¿entonces cerramos la puerta, apagamos la luz y nos vamos todos a casa? No tan rápido.

¿CÓMO CREAR APLICACIONES MÓVILES DE NOTICIAS QUE SEAN COMPETITIVAS?

Cómo supondrán, no tengo la respuesta a esta interrogante o ya la hubiéramos implementado (no sólo nosotros en BioBioChile sino que miles de medios en todo el orbe). Sin embargo, los expertos entregan claves sobre los errores que se han cometido en estas aplicaciones, precisamente por el apuro en entrar al mundo móvil.

Cory Bergman, cofundador de la difunta Breaking News, indicaba al Instituto Poynter en 2014 que la clave está en ofrecer a los usuarios verdadera utilidad en sus aplicaciones. Utilidad que la web móvil no sea capaz de ofrecer.

“No basta con sólo extender la cobertura de un medio a una plataforma móvil”, dice Bergman, enfatizando la inutilidad de replicar la experiencia del sitio web dentro de una aplicación.

“Las organizaciones de noticias no deberían mirar las cifras sobre uso de aplicaciones y pensar que los usuarios están tan enamorados de ellas que bastará lanzar cualquier tipo de aplicación para tener éxito; ni menos deducir de ello que una aplicación permite descuidar la experiencia en el sitio web móvil”, añade en el mismo artículo Sam Kirkland, product manager de BuzzFeed.

Personalización, archivos de noticias, alertas, velocidad, usabilidad e incluso la posibilidad de disfrutar de una plataforma sin anuncios —cuando un modelo por suscripción u otra forma de financiamiento lo permita— son algunas de las funcionalidades a las que editores están echando el guante para hacer sus aplicaciones más atractivas.

Otros como The Economist tomaron en 2014 una aproximación más de nicho. Con su aplicación Espresso, la publicación financiera no busca entregarte más información sino menos. Consciente del valor del tiempo para su público, por una suscripción de 3 dólares mensuales (menos de 2 mil pesos chilenos) entrega una concisa edición matinal con artículos de 150 palabras o menos, ordenados en categorías según el interés del usuario.

Pero, ¿por qué deberíamos siquiera molestarnos en tratar? ¿No es mejor dejar el mundo de las aplicaciones y consolidar nuestra presencia en la web móvil?

Una buena noticia para quienes aún confían en ganar un espacio en el corazón de los usuarios de aplicaciones móviles es que precisamente, si bien no son masivos, estos parecen ser muy leales a los medios que las desarrollan.

Un estudio de Opera Mediaworks recogido por el NiemanLab de la Universidad de Harvard, determinó en 2015 que aún cuando las redes sociales y el entretenimiento se llevaran por lejos el favoritismo de los usuarios, hay dos categorías donde las aplicaciones de noticias logran sobresalir entre sus pares: fidelización y monetización.

“Las aplicaciones de noticias son las de uso más consistente durante el día e incluso durante el mes. También tienen la tasa de variación de audiencia más pequeña entre mañana y tarde”, indicó la firma, que trabaja junto a grandes marcas como CBS, Wired o Vanity Fair.

Así, mientras el uso de redes sociales, música, video o juegos varía tremendamente dependiendo del momento del día o la noche, sólo las aplicaciones de noticias siguen siendo utilizadas de forma regular. Una gran ventaja en un entorno donde las aplicaciones de redes sociales como Facebook o Google con su tecnología AMP, obligan a compartir el control de la experiencia de usuario, ceñirse a sus normas y dificultan el reconocimiento de marca (ya saben, eso de “leí la noticia en Facebook”).

Puede que tal como la web requirió una reinvención de sus características esenciales para pasar a una Web 2.0 marcada por la interacción, las aplicaciones de noticias también requieren dar un nuevo paso. Uno que conjugue las potencialidades de los dispositivos móviles, las preferencias y necesidades de los usuarios, y un modelo de negocios tanto viable como compatible con las plataformas ya existentes.

Quien lo haga tendrá la llave hacia la próxima era en la difusión de noticias. Aquellas que estarán en la palma de tu mano.

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