A través de una carta a sus lectores, titulada “Yo quiero que exista El Ciudadano”, el medio hace un recuento de su historia y reconoce un presente financiero complejo: “Hoy pasamos un duro momento económico que pone nuestra continuidad en peligro”.
El Ciudadano revela implícitamente cuánto requieren anualmente sus operaciones (o cuánto esperan recaudar del aporte de sus lectores): “si los cerca de 90 mil amigos que tenemos en Facebook donaran cada uno de ellos $2000, podríamos existir con seguridad otro año como medio”.
Es decir, 180 millones de pesos anuales que, al mes, se desglosan en 15 millones.
Para poder aportar se puede donar a través de PayPal o realizando una transferencia bancaria a la Sociedad Periodística El Ciudadano.
Lo que sí es explícito en la carta mencionada es la motivación de este llamado y las precauciones financieras y publicitarias que el medio ha decidido tomar:
“Nosotros apostamos por una nueva economía para los medios de comunicación. No queremos repetir el actual funcionamiento de los medios que venden sus lectores a sus anunciantes. No queremos que al abrir nuestras páginas se encuentre con publicidad de Hidroaysén o La Polar. Esto nos obliga a pedirles a nuestros lectores el financiamiento para poder seguir haciendo un periodismo de calidad.
No queremos aumentar el precio de nuestra edición quincenal o poner un muro en el portal web para los lectores suscritos, porque el periodismo que hacemos queremos que se difunda en su máxima posibilidad y estamos en contra a que el acceso a la información dependa del tamaño del bolsillo.
Nuestra propuesta editorial es entregar de manera gratuita información de calidad y amplitud de mirada. Por ello, nuestros contenidos están licenciados como creative commons. Queremos que circulen lo máximo posible y así se difundan problemáticas, ideas y experiencias que, como bien sabemos, los poderosos de hoy quieren silenciar”.
La carta del medio también está disponible en inglés y en italiano.